* Por fin te encontré *

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Las piernas le temblaron mas cuando sintió la navaja comenzar a deslizarse sobre su falda, el rostro de zeref mostraba una maldad inmensa, queria gritar por ayuda pero estaba congelada no podia emitir palabra alguna, cerro sus ojos esperando que todo fuera un sueño, un golpe se oyo y el sonido de alguien caer al suelo. Abrio los ojos rápido y miro a zeref en el suelo, y a un chico justo frente a ella de espaldas.

- No es nada gracioso que acoses asi a una señorita.

Respire tranquila, al parecer me habian salvado, cai sentada asustada abrazandome a mi misma. Zeref se limpio la sangre de su boca y se puso de pie, me amenazo con seguir acosandome y se fue rápido de ahí. Tape mi rostro con mis manos y solte algunas lágrimas.

-Ey, tranquila, no te haré daño ven parate.

Él chico me extendió su mano, seque mis lágrimas y tome su mano, me puse de pie y pude ver su rostro, tenía una sonrisa tierna, sus ojos verdes transmitian paz y sus cabellos rosados estaban alborotados, vestia un pantalón negro y una polera blanca pegada a su cuerpo.

-¿Te encuentras mejor? Ese tipo si que es peligroso, deberias denunciarlo.

-si, eso me temo. - conteste algo nerviosa.

-Me llamo natsu, mucho gusto.

Lo mire directo a sus ojos, su nombre era calido, le sonrei y le agradeci el haberme salvado.

Se ofrecio a acompañarme a casa pero le dije que no era necesario.
Sacudi mi falda y nuevamente le agradecí, me despedi de el y me aleje poco a poco.
Al llegar a casa salude a mi hermanita wendy ella estaba en el comedor con su nana Lisa, ella cuidaba dia y noche de wendy, ella era muy parecida a mi, tenia él cabello rubio y los ojos cafes siempre tenia dos coletas, ya que nuestra madre siempre la peinaba así y a wendy le encantaba.

Me platicó su dia en la escuela mientras cenábamos, escucharla reír y contenta siempre me daba animos de seguir con mi vida tan ocupada.

La acompañe a su habitación y la recoste en su cama. Espere que se duerma y sali de su habitación, me dirigí a la mia y me quite la falda rasgada y toda la ropa me meti en la tina y recorde el trago amargo que pase con zeref, si no fuera por natsu, no se que sería de mi ahora.
Recordé su sonrisa, era tan calida. Ojala pueda verla algún otro día, y agradecerle como debia, no cualquiera se arriesga por una como el lo hizo.

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Un nuevo día comenzaba, tome un vestido de mi armario que me llegaba un poco arriba de las rodillas, era entallado y de manga corta, tenia algunos detalles plateados, me recogi el cabello y deje dos mechones a los lados, me puse un poco de labial y perfume, me puse mis tacones plateados, tome mi bolso y sali de mi habitación, wendy ya estaba en la mesa desayunando, tome solo un sándwich rápido y una taza de café, sali junto con wendy a esperar el autobus escolar que la llevaba a la escuela. Salude a sus amigas cherria y Asuka que ya estaban en el autobús, Wendy subió y el autobús se fue.
Mi tia erza salio con la camioneta y me subí con ella y nos dirigimos al trabajo.
Miraba por la ventana los edificios, hasta que pronto llegamos a la empresa. Estacionamos la camioneta y entramos a la empresa.
Caminaba junto a mi Tía mientras todos nos saludaban, llegamos al recibidor y mire la silueta de un chico, se me hacia conocido, cuando me acerque mas oí su voz.

-Pero deben tener una vacante para algo no se es una empresa grande, ayudeme por favor.

No podía estar equivocada era aquel chico que me salvo anoche.

-¿Natsu?- pregunte detrás de el, y el giro de inmediato.
Sonrei algo sonrojada, me alegraba verlo una vez mas y esta vez era diferente la situación.