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CAPÍTULO 6 ◖prefecta
La bruja arrastró su maleta, mientras que de vez en cuando observaba de soslayo como su hermano Set, la seguía pasos más atrás por el andén. Conociéndolo, era consciente de sus intenciones, sabía que la estaba vigilando, pues horas antes de que ambos debieran coger el expreso para continuar su curso en Hogwarts, Nefertari había escuchado como su madre le había obligado nuevamente a vigilarle para que no se acercara a su mejor amiga Lily, y que para su bien, lo mejor era que pasara más tiempo con su prometido; Regulus.
Nefertari cruzó la pared sin esperarle, luego de que lo hiciera, respiró profundo, y continuó caminando hasta dejar sus respectivas cosas en el vagón de carga como otros jóvenes lo hacían, para después subirse al expreso. Buscó con rapidez cada compartimento que diera señales de su amiga Lily, finalmente, después de molestar a un par de grupos de alumnos, la encontró.
La pelirroja mantenía una conversación con Potter, Nefertari no llegó a escucharla del todo, pero aún así llegó a descifrar que la conversación era de lo más incómoda por las facciones firmes que mantenía la joven. Nunca se había atrevido hablarle, el muchacho no era uno de los chicos de Hogwarts que tenía muy buena reputación, y e ahí la razón de que no lo conocía, sin embargo, pondría la mano en el fuego que el Gryffindor era un experto en sacar de sus casillas a cualquier persona que se le antojara molestar, pero en el caso de Lily, había sido todo a la inversa.
Como no quería molestar, la chica decidió buscar otro compartimento en el que no empleó mucho esfuerzo ya que entró en el compartimento que vio un espacio libre para sentarse.
No se dio cuenta de quién era la única persona con la que compartía asiento hasta que dejó un libro que llevaba consigo en el asiento y dirigió su mirada hacia el frente. ¡Demonios, si era Andrew!
—Nefertari, ¿qué haces aquí? —le preguntó Andrew; un joven Hufflepuff y el mejor amigo de la bruja.
La castaña frunció el ceño confusa. ¿Es que molestaba su presencia? Fue lo que al oír, pensó.
—No me malinterpretes, pero deberías de estar en el vagón de los prefectos...
—Por Merlín, se me había olvidado —la bruja se levantó rápidamente del asiento—. Muchas gracias Andrew.
En respuesta, el muchacho se encogió de hombros y sonrió.
—Márchate antes de que Simone le comiencen a salir ronchones en la cara —Nefertari rió a la vez que asentía con la cabeza, para después salir del compartimento y dirigirse rápidamente hacia el vagón de los prefectos.
La bruja, en cuanto llegó se topó frente a frente con la expresión en el rostro de Simone, sin embargo y para su buena suerte que no era costumbre, la joven Hufflepuff estaba limpia y sin rastro de ningún ronchon desagradable que solían salirle cuando sus nervios se instalaban por todo su cuerpo. Acto seguido, se dirigió hacia la rubia sin titubear, en la cual esta la miraba muy enfadada y con los brazos cruzados.
