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CAPÍTULO 15 (Parte 1) ◖el nuevo juego de Bellatrix Black
La joven se sentía incómoda con aquellas personas, en las cuales parecían más bien, monstruos. Si, esta misma los definiría de esa manera, monstruos. Pues eso es lo que daban a entender con aquel idealismo tan radical.
No estaba del todo segura si odiaba aquellas tres familias en la que estaba compartiendo mesa, al fin y al cabo, todo era culpa de una única persona, y no era necesidad decir su nombre.
Nefertari se dedicó a solamente a observar a las personas, leer sus acciones dado que las palabras que salían por sus bocas lo eran insuficientemente atractivas. Por ejemplo, a tres asientos más a su izquierda se encontraba sentada la señora Malfoy: estaba escuchando a su esposo con orgullo, en la cual este hablaba de los deseos de su hijo de convertirse en Mortífago, no obstante, sus facciones y los movimientos de su cuerpo decían otra cosa muy distinta. Y si la Hufflepuff pensaba que la mujer tenía miedo, no se equivocaba.
Por otra parte los Black eran muy participantes en las únicas conversaciones cotidianas que se mantenían en la mesa, a lo contrario que la familia Lestrange, lo único que les interesaba realmente era hablar de Lord Voldemort y de la reunión que tenían prevista.
Cuando la aburrida cena terminó para su suerte, Nefertari ignoró la presencia de todos, sobre todo en una en particular y caminó hasta la segunda planta en busca del único baño que conocía para poder aclarar sus ideas. Siguió caminado por el recto y ancho pasillo hasta encontrarse a Narcisa Black salir de este. No fue agradable estar cerca de ella, y esa sensación era mutua. Aunque, gracias a Merlín, no se había encontrado con su hermana mayor; Bellatrix.
Tenía a todo los alumnos aterrorizados. Realmente, ella era otro caso aparte.
—No tengo todo el tiempo —le habló la Black, con cierto tono áspero.
Nefertari sonrió y negó con la cabeza.
—Tampoco tenía intención de quitártelo.
En cuanto soltó esto, la joven continúo sus pasos hasta entrar al baño, cerrándole la puerta en su cara. Lastima que no había podido ver el rostro descompuesto de la rubia, se hubiera reído un montón.
Nefertari se miró enfrente del espejo, viendo su reflejo en el. Deseaba que aquella noche acabara, pero sabía que no iba a ser así, pues al parecer se iban a quedar toda la noche y debían de quedarse a dormir. Recordando que había sido una suerte decirle a Odie que le enviara un mensaje a Pandora.
La adolescente se lavó las manos, para luego secarlas y terminar por salir del baño. Volvió a dirigirse hacia el salón bajando las escaleras, pero estaba vez cambio de dirección al oír a una bastante distancia la voz de su hermano, que en cuanto se dejó guiar por la voz, terminó por entrar a otra acomodada sala de estar, encontrándose a Lucius, Rodolphus, Regulus y a su hermano sentados delante de la chimenea.
