Vacances

Agua y a olvidar

No no no no esto sí que no, estos aquí no.

-Repito, ¿qué mierda hacéis vosotros aquí?- pregunté cruzando los brazos, no me podía creer lo que estaba pasando, todo esto debía ser un sueño, eso es, era un sueño, así que me tiré al agua para comprobarlo.

-¡Sawi!¿Estás loca o qué te pasa?¡Casi me aplastas!- me dijo Ale. Esto no era un sueño, mierda.

-Lo siento Ale, sólo quería comprobar si esto era de verdad o no- me disculpé.

-¿A sí? Pues esto sí que va a ser real- contestó.

Me cogió de la cintura y la cabeza y me sumergió en el agua, que idiota, luego me sacó y me puso como un saco de patatas.

-Estúpido jirafa ¡bájame de aquí!- le grité.

-Cómo usted me ordene querida Ewok- dijo en tono de burla para hundirme de nuevo, pero esta vez me di cuenta de sus intenciones y me pude escapar para subirme a su espalda.

-Y ahora mi jirafa estate quieto- le dije agarrándole del cuello- y ahora me queréis explicar de una maldita vez ¿qué hacéis aquí?- dije luego mirando a los chicos.

-Esa misma pregunta te podría hacer yo- me respondió Jax, el jodido Jax Martínez.

-¿Os conocéis?- preguntó Ale extrañado

-Cómo no conocerla,  es la Alfa- contestó una voz detrás de Jax.

Me solté del cuello de Ale y me tiré hacia atrás, los únicos que me llamaban Alfa eran los idiotas de mis mejores amigos y estaban ahí, menos Richard y Nick, el resto estaban ahí.

-¡Enana estúpida! No hagas eso. Y ahora explícame de que conoces a mi primo y que está pasando aquí porque no me estoy enterando de una mierda- dijo Ale cogiendome de nuevo para sacarme del agua y ponerme a caballito sobre él.

- Del colegio, del Instituto...- contesté.

-¿Estás de coña, no?- dijo Marc que no sabía cómo reaccionar.

-Así es- contesté - y ahora si me disculpáis, me vuelvo a casa, tengo hambre, prepararé algo de cenar, ven cuando quieras- dije girándome hacia Adri y cogiendo mis cosas para irme.

-¡Sawi!¡Espera!- me gritó Ale, pero ni me giré, seguí hacía delante y me fui a casa, necesitaba relajarme.

Entré corriendo y subí a mi cuarto, cerré con pestillo y puse la play lista sad que me había hecho Ann hace unos meses para cuando la neceistase, llena de esas canciones que a todas las chicas las hacían llorar y a mi sólo me hacían pensar.

¿Por qué Jax tenía que ser el primo de Ale?¿por qué los chicos tenían que venir a estropearme las vacaciones?¿por qué tendría que aguantarlo?... Tantas preguntas que no sabía cómo responder, y tan poco tiempo para cambiarlas.

Intenté olvidar todo lo que acababa de pasar, pero mi maldito subconsciente no me dejaba de repetir una y otra todo aquello.

Bajé a la cocina a preparar algo de cenar, pero primero miré si había alguien, pero no había nadie, me hice un sándwich y lo dejé en la barra, mi tripa no quería comida.

Volví a mi habitación e intenté dormir, no podía, me parecía algo imposible. ¡Puto subconsciente que está en mi contra! Aghh a veces me cabreo conmigo misma por estas cosas.

Después de 20 canciones me conseguí dormir  y al despertar no eran ni las diez de la noche. Cogí el móvil para ver si me habían escrito y lo tenía lleno de mensajes de los chicos y de Dani... ¡Mierda!¡Dani! Se me había olvidado llamarle y estaría preocupado y no le faltaba razón, le dije que le llamaría para ver cuando quedábamos con mi hermano y se me olvidó por completo al ver a los inútiles de mis mejores amigos, tenía más de cinco llamadas perdidas suyas y otras cuantas de mi hermano y de Ale ¿por qué de Ale? Él también me había escrito ¿para qué? Abrí su chat y sólo había un mensaje: oye Sawi, cuando puedas hablamos y si sigues despierta antes de media noche, búscame en la canchas de baloncesto, allí te esperaré, ya sabes en cual.

Tal cual lo leí, cogí una sudadera y me dirigí hacia allí. Por el camino le escribí a Dani que mañana le llamaría y cuando fui a escribirle a mi hermano, lo tenía delante mía.

-¿A dónde te crees que vas?- me dijo él todo serio.

- Ahora no Adri, tengo que irme, te prometo que cuando vuelva a casa te lo contaré todo, pero ahora necesito arreglar unos asuntos - le contesté y me fui corriendo.

-¡Me lo has prometido Sawi!¡Y no me iré a dormir hasta que estés aquí y me lo expliques todo!- eso fue lo último que le oí decir.

Al minuto ya estaba girando la esquina para llegar a la cancha y a la distancia vi a un chico jugando sólo en una de las de baloncesto, nuestra cancha de baloncesto, desde que tengo uso de razón íbamos a jugar allí mientras que nuestras madres hacían la comida o estaban en la piscina, era el mejor amigo de mi hermano y para mi era un hermano más.

Me acerqué con sigilo pero el me vió antes, dejó de botar el balón, se acercó a mi y me abrazó.

-Lo siento por lo que te he hecho pasar Sawi- me susurró, se le notaba muy apesadumbrado.

-No ha sido culpa tuya, no tenías ni idea- le contesté

-¿Qué ha pasado?¿por qué te fuiste así?- preguntó apartándose con cuidado de mi y cogiéndome la mano cómo si tuviera miedo de hacerme daño.

-Te lo contaré, pero también se lo contaré a Adri y prefiero que estéis los dos a la vez para explicarlo todo bien- le contesté.

Le apreté un poco la mano para que se sintiese seguro de que no pasaba nada y fuimos a casa. Presentía que esta noche sería muy larga.