Netflix y agua

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Llevábamos media hora atascados en la entrada de la ciudad, y todavía nos quedaba otra media hora para llegar a la casa de la playa.

-AHH¿siempre tiene qué haber tanto tráfico cuando llegamos?- pregunté indignada, no se cómo lo hacía el universo pero siempre nos pasaba igual.

-Sabes que a estas horas es así Sis, pero si lo que de verdad te preocupa es si los chicos estarán ahí cuando lleguemos puedes estar tranquila, estarán- me contestó burlándose de mi, llevaba dos años sin verlos y esos tipos eran la ostia de geniales, después de mis mejores amigos obviamente.

-Ja ja ja que gracioso, y seguro que Beca también estará esperándote desesperadamente en la puerta de casa para abrazarte y besarte y todas esas cosas que hacéis juntitos en verano- dije riéndome de él a la vez que me pegaba en el brazo.

-Cállate que seguro ese o esa tal Dani estará por ahí también- le devolví el puñetazo- sigo sin saber quién es ¿algún día me le presentarás?.

-Uno, esa frase está mal hecha, dos, algún día- contesté - y ahora avanza que ya nos han pitado varias veces por tu inmovilidad.

-Vale vale, pero aunque no sepa quién es te juro que como te haga daño me le cargo- dijo y continuó. La media hora que tardamos en llegar estuvimos hablando de todas las estupideces que se nos ocurrían y de la cantidad de series en Netflix que teníamos pendientes por ver y veríamos en estas vacaciones.

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Cuando llegamos a la casa los chicos todavía no habían llegado ya que las PPP (perfectas princesitas de playa, así las llamaba) les habían raptado para ir al centro comercial de compras y les estarían utilizando como percheros cosa que ni yo aguantaba, eso de ir de compras era cómo Luke para Leia cuando descubre que son hermanos, algo prohibido,  yo prefería jugar a la play y competir en pruebas de riesgo y deporte contra los chicos, eran mucho más divertidos.

Al terminar de colocar las cosas nos tiramos al sofá y nos pusimos a ver los últimos capítulos de la primera temporada de 13 reasons why, la serie nos la veíamos siempre juntos y en Semana Santa mi hermano obligó a los chicos a empezarla,   yo no quise salir de vacaciones pero él lo pedía a gritos.
Cuando los chicos volviesen de sus compras nos veríamos juntos la segunda temporada entera sin parar, pediremos pizza y haremos palomitas y ellos se traerán unas buenas cervezas o mi hermano no les dejará entrar.

Cuando terminamos la temporada me fui a mi habitación para llamar y pedir las pizzas, al rato llegaron los chicos.

-¡HEYYY!-gritó Ale en la entrada, uno de los mejores amigos de mi hermano, mientras yo seguía en la habitación -  ¿Dónde está la enana de tu hermana? Tengo ganas de verla ya.

-¿A quién llamas tú enana, eh farola?- dije mientras colgaba y bajaba de mi habitación hacia el salón.

-A ti pitufina - me contestó sonriente.

-Cállate kilómetro parado y dame un abrazo- dije acercándome a él.

-Lo que tu digas Chibi - dijo dándome un buen abrazo, lo echaba de menos.

-¿A él si le abrazas y a mi no? Que desconsiderado por tu parte mi querida Ewok- dijo Marc mirándome indignado.

-Oh, ya sé que me amáis, pero esto de meteros con mi altura gratuitamente al final os saldrá caro Slendermans - le contesté mientras intentaba escurrirme de los fuertes brazos de Ale para abrazar a Marc.

-Oye Miniom sé que los quieres más a ellos por conocerles de más tiempo, pero yo también quiero mi abrazo- replicó David mientras me soltaba de Marc y me cogía como un saco de patatas y Carl y Lu me bajaban para abrazarme también.

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