Reventar y explicar

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-¡TÚ IMBÉCIL DE MIERDA!¡EL DAÑO QUE LE HAS HECHO A MI HERMANA LO VAS A PAGAR!- gritó Adri entrando en la casa de Ale y buscando a Jax.

Sí es muy repentino, lo sé, ahora lo entenderéis.

*FLASHBAAAAAAAAACK*

Llegué a casa con Ale, Adri nos esperaba en el salón.

-Coger algo de beber y sentaos ahí, esto va para largo y me da que lo necesitaréis - les dije mientras me sentaba en mi sillón abrazando un cojin.

-¿Nos lo vas a contar ya o qué? - preguntó Adri todo borde, odio cuando se pone así.

-Sí estúpido borde de mierda y no me podéis interrumpir, queda claro.- les dije muy seriamente, ellos asistieron con la cabeza y guardaron silencio- Bien, pues las cosas por el principio.
A principios de curso me empezó a gustar uno de mi grupo, a ese chico también le gustaba, pero si salía con él habría un gran problema entre todos nosotros. Más tarde le empecé a gustar a otros dos chicos de mi clase y yo no quería hacerles daño así que jamás les dije nada sobre quién me gustaba. Pasó el tiempo y casi llegando la Navidad el chico que me gustaba se me declaró y empezamos a salir, todo era maravilloso, se lo contamos al resto del grupo y les pareció bien. Quedábamos cada viernes, me acompañaba todos los días a casa y de vez en cuando me daba una sorpresa porque quería y eso de las sorpresas sabéis que me encanta. Antes de Semana Santa me tuve que ir dos semanas a Eslovenia por un tema del instituto. Un día de mi última semana allí él tuvo una excursión y por desgracia se juntó con las dos chicas con las que peor me llevaba en toda mi vida, no sé qué le hicieron, pero le cambiaron. Y empezamos a discutir y a discutir cada hora, cada minuto, cada día. Hasta que vi una foto suya en instagram con una de esas chicas, besándose y ahí me quise morir. No le dije nada y él tampoco a mi, ni creo que supiese que lo había visto y estuve llorando toda la noche. Al día siguiente cuando desperté él me había escrito y me había dicho que todo se había acabado ya y que no me quería para nada.
Estaba destrozada y no salí del albergue en todo el día, me quedé en mi cama sin hacer nada mirando a la pared...- me paré, mis lágrimas querían salir de mis ojos pero las frené - la semana siguiente a mi vuelta no fui a clases, no hablé con nadie y me encerré en mi misma, traté de superarlo pero me parecía imposible hasta que más adelante conseguí olvidarme de él gracias a alguien nuevo que entró en mi vida y me hizo cambiar y superarlo. Y lo que pasa es que no volví a hablar con mi ex en meses, mi relación con mi mejor amigo estaba bien pero con el resto de los chicos era todo muy tenso así que me alejé de ellos. Iba a utilizar las vacaciones para no tener ni que pensar en lo que estarían haciendo, pero mira por dónde aquí están. - Les conté y concluí.

-Espera un momento ¿me estás diciendo que mi primo y sus amigos son los de tú grupo?- me preguntó Ale intentándolo asimilar lo que acababa de contar.

-Te estoy contando más concretamente que tu primo Jax es mi ex. Que mi mejor amigo, Ed, estaba ahí presente y casi no me ha reconocido. Y que los inútiles del resto de mis amigos se han quedado flipando. Yo con ellos no soy así, con ellos soy diferente. Pero con vosotros soy yo misma- le respondí.

No dijo nada, sólo me miró sorprendido, a ellos les había contado eso, pero no se lo había contado todo.

Al momento Adri se levantó y salió de casa, Ale y yo le seguimos y mi instinto me decía que alguien iba a terminar hoy con un ojo morado, o los dos.

*FIN DEL FLASHBAAAAAAAAAACK*

-¿Pero qué Mierdas?- dijo Jax asustado, claro el no tenía ni idea de a que venía todo aquello.

Adri se acercó a él y le cogió de la camisa, Ale iba tras él, le agarré del brazo y negué con la cabeza, lo entendió y sé quedó parado a mi lado.

-¡TÚ HIJO DE LA GRANDÍSIMA PUTA!¡¿CÓMO TE ATREVES A HACERLE ESO A MI HERMANA?!¡¿CÓMO TE ATREVES SIQUIERA A ENGAÑARLA?!- gritó Adri, jamás le había visto tan enfadado, excepto cuando uno de su grupo intentó poner a su novia en su contra y lo consiguió, el chaval ese fue directo al hospital.

-¿Qué le has contado?- me preguntó Jax, se le notaba miedo en la voz.

-La verdad de lo que pasó - contesté- Adri, bájalo por favor.

-¡Y UNA MIERDA!- me gritó, jamás me había gritado, me estaba asustando.

-Tío entiendo que estás cabreado pero si vas a reventarle que no sea aquí en mi casa, te lo llevas fuera o por ahí, pero aquí no- le dijo Ale amenazante, había notado que tenía miedo y que no quería ver aquello.

Adri amenazó con la mirada a Jax y se lo llevó fuera, hacia las canchas, hacia nuestro sitio.

Les seguimos y mis amigos venían detrás, pero Adri iba demasiado rápido y casi no le alcanzamos.

Adri empujó a Jax al suelo, conseguí soltarme de Ale e ir hacia ellos, vi venir que le iba a reventar, con uno de sus puñetazos, de los buenos, me metí en medio, para intentar pararlo, pero era demasiado tarde y el puñetazo me lo llevé yo.

-Sawi... Yo... Lo siento- intentó disculparse Adri tendiendome la mano para ayudarme a levantarme.

-No Adri...esta vez te pasaste... si te cuento las cosas es porque confío en que sabrás razonarlo...pero esta vez te has pasado de la raya...- le contesté negandole la mano y tomándome la mejilla, la tenía hinchada.

-Sawi, en serio, perdón, pero lo que este cabrón te hizo merecía una buena paliza y perdí los estribos y acabó mal y lo siento- volvió a disculparse.

Aparté la mirada, me levanté y me fui a casa corriendo, no quería saber nada más de aquello.

-¡Sawi!¡Porfavor!¡Espera!- gritó Adri, pero no pensaba volver con él, no en un tiempo- Ahora si que te vas a llevar una buena paliza chaval-.

Fue lo último que escuché y luego un grito de dolor, me frené en seco, pero no volví, fui a casa, cogí algo de comida y hielo de la cocina y me encerré en mi habitación.

Admito que Adri podría estar enfadado por lo que me hizo, él siempre me ha protegido, y con razón, pero eso ya era pasarse y ya anteriormente Omi se encargó de que a Jax le quedase claro el daño que estaba haciendo.

Alguien llamó a mi ventana, era Dani, ¿Qué estaba haciendo él ahí? Abrí la ventana para dejarle pasar.

-Sawi ¿Estás bien? ¿Qué te ha pasado? Oí los gritos y me asomé a la ventana a ver que pasaba, vi a tu hermano discutiendo con unos chicos- me dijo preocupado, mientras me acariciaba la mejilla en la que tenía el hinchazón.

-No es nada, sólo discutimos y... Ahora no quiero hablar de ello- contesté.

-Vale mi dragoncita, cuando quieras hablar de ello, ya sabes dónde buscarme- dijo y se fue hacia la ventana.

-Espera, no te vayas por favor- le pedí cogiéndole la mano antes de que saliese.

-Está bien ¿quieres qué me quede a dormir contigo?- me preguntó volviendo hacia mi para abrazarme.

-Eso sería... Genial- contesté, no sabía cómo reaccionar, seguía muy afectada y mis lágrimas querían salir de mis ojos.

Nos tumbamos en la cama, me abrazó y me secó las mejillas y me empezó a cantar "El árbol del ahorcado", él sabía que era la única canción que me tranquilizaba.

Al rato me quedé dormida, sólo quería pensar que todo aquello había sido un sueño, un mal sueño, pero se había hecho real.

VacancesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora