[5 DE NOVIEMBRE 2038]
8:52 PM
Estoy sentada en el sillón observando como las gotas de lluvia repiqueteaban contra el cristal de mi ventana, ensimismada por aquella relajante melodía, totalmente sumida en un ambedo. Me parecía relajante el sonido de la lluvia, barría durante un momento mis preocupaciones y parte del estrés que había acumulado durante el día y aunque en Detroit llovía a menudo no me cansaba de ello. ¿Quién dijo que ser detective sería fácil? Hay cosas que una tiene que sacrificar, como sus ganas de vivir y de respirar por su trabajo y su estilo de vida.
Mi momento de meditación termina cuando me doy cuenta de que algo estaba golpeando la puerta de forma insistente, no me había ni inmutado a causa de mi concentración.
Maldigo por lo bajo y me arrastro con tremenda desgana hacia la entrada con intenciones de escupirle en la cara a la persona que había osado molestarme en estos momentos y cagarme en su vida.Al abrirla me encuentro con Connor, al estúpido-arruina-momentos-relajantes-pero-aun-así-adorable de Connor. Chasqueo la lengua al verlo con su semblante sereno como siempre y este me lo devuelve con una sonrisa. Al verlo siempre tan... No sé, "animado" me recordaba a Bob Esponja, con su corbatita, sus ganas de trabajar...
—Buenas tardes detective, ¿la molesto? —Dice con su usual voz serena clavando sus ojos en los míos.
—Sí. —Respondo secamente con el ceño fruncido. Connor se tensa y me dedica una forzada sonrisa.
—Por favor, ¿me permitiría pasar? Le prometo que no la molestaré, solo serán unos minutos.
Y sonríe. Sonríe de esa forma tan dulce que solo él sabía hacer, provocando que me derritiera y que dejara mis puyas a un lado. Suspiro con cansancio y me aparto para dejarle entrar. Pasa por mi lado, rozándome levemente con su brazo, y hasta ese momento no me doy cuenta de lo empapado que estaba a causa de la lluvia. Me alarmo. ¿No se "rompen" cuando se mojan? Soy demasiado nueva en esto como para saberlo. Cierro la puerta rápidamente y me coloco delante de él, aún analizando su estado.
—Santo Dios, Connor. Todo tu traje está mojado... No voy a dejar que dejes mi casa como piscina. —Digo intentando esconder mi preocupación.
Coloca una de sus manos en mi hombro y yo lo miro confusa. Él y yo casi nunca teníamos contacto físico intencionado, y como mucho eran toques de mí hacia él, no al revés. Me pareció sumamente extraño.
—Me encuentro bien, detective, no se preocupe por mí.
Sin pensarlo demasiado, con algo de inseguridad, agarro la mano que tenía apoyada en mi hombro. El androide no opuso resistencia ni tampoco cuestionó lo que pretendía hacer, simplemente se dejó llevar y confió en que no haría nada extraño.
A decir verdad me ponía nerviosa el contacto con su piel y hacia que se me pusieran los pelos de punta, era tan realista... Es realmente increíble lo rápido que había evolucionado en creación de androides CyberLife. Cuando lo conocí realmente pensé que era un humano, pero después vi su led colocado en la sien y caí, desgraciadamente, en que no lo era.
Al llegar a mi cuarto me volví de nuevo mirarle.—Vale, quítate la ropa. —Le ordeno con un leve titubeo intentando parecer decidida, fallando estrepitosamente como era de esperar.
Connor estaba totalmente asombrado, me miraba con total inocencia sin saber realmente si hacerme caso.
Con sus manos se desanudaba la corbata mientras me miraba con intensidad, una intensidad que provocó en mí un escalofrío de pies a cabeza. La deja encima de una pequeña cómoda de madera que tenía justo al lado y se quita la chaqueta, para después desabrocharse los primeros botones su camisa, aún sosteniéndome la mirada.
Mi idea era llevarlo a mi cuarto, buscar algo de ropa, salir y dejar que se cambiase, pero me bloquee tanto que no pude ser capaz de dar un paso.
En un momento de lucidez me doy la vuelta totalmente ruborizada y los ojos como platos. ¿Qué se supone qué estoy haciendo con mi vida?
—Buscaré ropa para ti en el armario. —Comento de forma errática. Hablar así de mal cuando me encontraba a su lado se había hecho tradición al parecer.
Me apresuro en abrir el armario y en buscar algo que pudiera quedarle a Connor.
Mientras rebusco entre mis camisetas intento calmar a mi corazón que latía de manera desbocada. Estaba comportándome cuál adolescente hormonada hasta las cejas y no me gustaba nada. Además, él era un montón de plástico sin sentimientos que estaba simplemente programado para cumplir una misión, no había nada que hacer.
Encuentro una camiseta básica blanca de manga corta algo ancha y unos pantalones negros de deporte que seguro le quedarían bien. Eran de mi ex novio, hacía tiempo que corté con él por ser un completo capullo, así que no había problemas en dejárselas, no iba a volver a por ellas. Me giro con una sonrisa, le doy las prendas sin mirarle directamente a los ojos y le indico que dejara su uniforme en el cestito de mimbre del baño para que después yo metiera la ropa mojada en la secadora. Me lo agradeció cordialmente y salgo de mi cuarto cerrando la puerta detrás de mí para darle intimidad.
Era incapaz de pensar en algo que no fuera él ahora mismo. Me ponía muy nerviosa. No nos vamos a mentir, está hecho de chatarra, pero una chatarra muy bien hecha. Me regaño a mi misma al pensar en tales obscenidades y me encamino a la cocina para comer algo, a ver si eso podía distraerme. En efecto lo hizo. La comida siempre lo hace. La comida es la solución.
Agarro mis galletas favoritas y el primer zumo que veo y corro como una niña pequeña al comedor para después tirarme al sofá, totalmente feliz. Era increíble lo mucho que me gustaba comer. En mi subconsciente retumba la voz de Hank: "Eres como un puto hámster, deja de comer de una maldita vez". Sonrío para mis adentros al acordarme de él. Ese viejo era como un padre para mí. Puede ser un gruñón, un maleducado, un mamerto, un merdellón, un desagradecido, un fantoche, un zascandil, un saborío, un lilipendo, un cabrón y todo lo que tú quieras, pero sin duda te das cuenta de que posee un corazón y unos sentimientos de oro cuando realmente lo conoces. Desde que entré a trabajar a la central siempre estuvo ahí para ayudarme, a su manera, sí, pero sé que ha hecho todo lo que ha estado en su mano para que yo estuviera cómoda y no tuviese ningún problema con nada. Tanto pensar en Hank provocó que lo echara de menos, esta noche lo llamaría a ver que tal le iba, sé que se siente solo... Seguro que mi llamada le alegra.
Entonces escucho unos pasos que se acercaban y me giro mientras mordisqueaba una galleta.
Connor.
Nota de la autora: Waaa, esta es mi primera historia, así que espero que no sea tan mojón como a mi me ha parecido lol ¡Si has llegado hasta aquí te quiero dar las gracias! No se con exactitud cuando subiré el siguiente capítulo, supongo que según la acogida de este, así que si te ha gustado no dudes en darle amor para que actualice más rápido ♡.
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ᵃʳᵗᶤᶠᶤᶜᶤᵃˡ ˡᵒᵛᵉ ||| ᵈᵉᵗʳᵒᶤᵗ: ᵇᵉᶜᵒᵐᵉ ʰᵘᵐᵃᶰ ((en pausa)) ((editando))
Fanfiction❝Hay veces en las que un androide puede ser más humano que los verdaderos humanos.❞ Sentir algo por un androide no es algo fácil con lo que lidiar. Es sentir algo por alguien que no siente nada, es sentir algo por alguien que no está vivo, es sentir...