Anónimo.
–Entonces dime, ¿de que me perdí?– Madison sonrío, era la pregunta que hacia Kaitlyn cuando realmente sabía lo que pasaba.
–¿Por que tengo un sentimiento de que lo sabes todo?– Kaitlyn sonrío.
–Charles me lo dijo todo.
–Entonces Charles– Madison respondió juguetona– ¿es por el por quien has vuelto?– preguntó sonriendo, mientras colocaba sus codos sobre la mesa y unía sus manos para colocar su barbilla sobre ellas.
–Conocí un par de gente en Francia y digamos que la pase bien– dio un bocadillo a su comida– pero extrañaba a mi familia, y a ti– sonrió un poco– no te voy a mentir, los franceses están guapísimos y su acento derrite– ambas rieron– pero Charles es otra cosa.
–¿Será que Kaitlyn Johnson, la chica inalcanzable sin sentimientos, se está enamorando?– bromeo Madison, repitiendo las palabras que su amiga alguna vez dijo.
–No lo se Madison, me siento diferente– Kaitlyn sonrío– y quiero sentirme así por mucho más tiempo.
Por otra parte, Charles le ayudaba a su compañero y amigo Joey a terminar un par de negocios.
–¿Y qué pasó ayer después de la carrera?– preguntó Charles.
–Nada– contestó Joey tratando de evitar esa plática. Por supuesto que había pasado algo. La había besado, llevaba tiempo con la intención de hacerlo.
–¿Y porque te pierdes en tus pensamientos?– se burló Charles. Joey lo miró, casi matándolo con la mirada.
–Ya déjalo. No voy a decirte qué pasó.
–Bueno– río charles por última vez– ¿es todo?– Joey asintió– nos vemos luego.
–¿A donde vas?
–No es tu negocio– Joey arqueo una ceja al escuchar eso, después soltó una pequeña risa.
–Dile hola a Kaitlyn de mi parte.
–¿Como sabes que...
–Madison me dijo que ella había vuelto, ¿crees que se me olvidó que te perdiste con ella en la última fiesta que estuvimos? – Joey sonrió pícaro– Regresó en cinco días, quiero ver mi casa justo como la dejé– Joey negó burlándose. Tomó sus cosas, tenía que ir directo a con su jefe.
Había recibido un mensaje esa mañana. Era su jefe Scooter, algo raro, el jamás se dirigía directamente con el a menos de que fuera algo urgente. Comenzó a conducir, algo decepcionado de que no pudo ver a Madison; para el, ella ya era su adición. No podía vivir sin verla tan solo un par de segundos.
Condujo hasta Toronto, donde su jefe se encontraba. Entro al gran edificio, tenía años sin haber venido. Tomo la puerta dos veces, y la puerta se abrió.
–¡Joseph Birlem! Mi favorito– dijo dejando salir el humo.
–¿Quería verme?– hablo firme. No caería de nuevo.
–Ven aquí muchacho, toma asiento– dijo sonriendo.
–¿Que quieres que haga?
–¿Por que tan serio muchacho? ¿No te da gusto verme?
–Tengo cosas que hacer– pregunto desesperado.
–Oh lo siento– rió un poco– olvide que tienes una noviecita– lo miro enojado– Por cierto, ¿como se llama?
–No es de tu incumbencia.
–Oh oh, cuidado birlem– Scooter advirtió– quieres a la pequeña birlem viva, ¿verdad?
–No estoy para juegos Scooter, dime que jodidos quieres.
–No quiero que ninguna mujer te cambie la estúpida mente birlem, quiero trabajo bien hecho. El cabrón de Edwards está más cerca de encontrarme, no nos conviene.
–Nadie va a arruinar mi manera de pensar si es lo que tanto te preocupa, y ademas, las cosas con Edwards ya están calmadas.
–Me alegra, solo quiero que las cosas entre Cameron y tu se arreglen, no quiero tener que estar soportando sus estúpidos desacuerdos.
Joey se levanto de su asiento, así como Scooter.
–Y es mejor que ya dejes a esa muchachita, vamos a comenzar a hacer más cosas y no quiero que estés distraído y quieras volver a la ciudad solo porque quieres ir a verla, te necesitaré aquí por unos meses.
–¿Cuando me quieres aquí?
–Empezando en cuatro semanas– Joey asintió– puedes retirarte.
Mientras Joey lidiaba con Scooter y sus nuevo trabajo, también se preocupaba por Madison, ¿que le iba a decir ahora? Solo tenía cuatro semanas para estar con ella. Por otra parte, Madison cocinaba con su mamá, hoy se sentía de muy buen humor.
–¿Como se llama?– preguntó su mamá.
–Ma...ma– dijo lento, mientras trataba de ocultar una sonrisa.
–Vamos Madison, no trates de ocultarlo. Se muy bien cuando te gusta alguien.
–Se llama Joey– su mamá sonrió.
–¿Va a la escuela contigo?
–No.
–¿Es lindo?
–Muy, muy lindo– sonrió– tiene unos ojos preciosos, deberías ver su sonrisa, es tan encantadora.
–¿Como lo conociste?
–Es complicado.
–Bueno, quiero conocer al chico que se tono el corazón de mi pequeña– Madison sonrió negando.
–Pronto mamá, pronto.
–No Anderson, necesito a los chicos esta noche– Madison escucho detenidamente a su padre, quien venía hablando por teléfono– en el mismo lugar, acabo de descubrir un nuevo escondite– su padre volvió a su despacho. Madison miró a su mamá.
–Mamá, Kaitlyn volvió a la ciudad anoche. Olvide totalmente que habíamos quedado que tendría una pijamada con ella.
–¿No están un poco grande para eso?
–No mamá. De verdad, tengo que irme ya– Madison le dio un pequeño beso a su mamá en la mejilla. Después corrió hacia el despacho de su papá.
–El puede estar ahí, y no quiero arriesgarme a perderlo– escucho a su padre decir– si no quieres ir solo dime Anderson, no te vuelvo a pedir un favor. Eso es lo que pensé, los veo en cinco– al escuchar eso Madison corrió hacia su recámara y tomó su ropa negra y una pequeña mochila en la que puso cosas personales.
Y entonces Madison salió después de su padre. Lo había seguido hasta un lugar nuevo, y entonces escuchó un disparo, quedándose helada. Se quedo en su carro, sin querer moverse. Estaba asustada, y tres disparos más volvieron a escucharse.
Y miró a quien no se esperaba, Joey. El venía saliendo de la bodega, ¿Pero que rayos el ahí?
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2U/Joey Birlem
Fanfiction-Mírame Madison, mírame como hablo desde mi corazón, cuando es sobre ti- tomó mis manos- es sobre ti... Publicada el 31/Agosto/2017