Capitulo 4

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–Deja de molestarme– le dije a kaitlyn tapándome la cara.

–Pero si se te queda viendo– empezó a reír– está sexy– se mordió el labio.

Mire a la dirección de Joey, estaba parado justo enfrente de mi, al otro lado del restaurante, al lado de un chico, el mismo de ayer, supongo que es su mejor amigo.

–¿Ya viste a su amigo?– le moleste ahora yo– te mira mucho.

–Lo se, le he guiñado un ojo– negué riendo, no cambia, es tan coqueta.

–No cambias por dios– comenzó a reír– tengo que trabajar hoy, ¿podrías dejarme en el trabajo?

–¿Y me iré yo sola a despedirme de mi ciudad?

–Es mi trabajo, la señora Thompson cuenta conmigo.

–Esa señora te quiere como a si fueras su nieta– sonreí.

–Tengo tres años trabajando ahí Kay, nos tenemos mucha confianza, la considero mi abuela.

–¿Que hay de tus abuelos?

–Los padres de mi papá ya murieron– dije algo triste– y los de mi mama en Italia, tengo años sin verlos.

–¿Nos vamos entonces?– asentí tomando mis cosas y sin querer, choque con alguien.

La risa de Kay me hizo darme cuenta de quién era, giré mis ojos.

–Se te hace costumbre toparte con esta hermosura– dijo Kay, fulmine a mi amiga con la mirada mientras ella reía, Joey sonrío al comentario de mi loca amiga.

–¿Crees que soy una hermosura Madison?– pregunto Joey, sonreí un poco.

–Nos vemos luego Joey– camine rodeándolo e ignorando su pregunta.

Sin decir nada nos subimos al auto, sonríe cuando noté que Kay no mencionó a Joey para nada, yo sabía que había escuchado todo.

–Te veré más tarde– dijo sonriendo, me baje del auto y le di una sonrisa en respuesta.

Me dejo justo enfrente del trabajo, son dos horas por día, tres veces a la semana, es en una librería, tome ese trabajo porque me gusta ayudar y esta librería es de una anciana, ella necesita mucha ayuda, para leerle a los pequeños que van a la librería, para acomodar los libros y asear la librería, creo que es un buen pasatiempo.

Complete las dos horas de trabajo y una hora y media extra, tome algunos nuevos libros para leer en estos días.

–Muchas gracias señora Thomson, nos vemos el lunes– la señora me sonrió y me hizo una seña de adiós con la mano.

–Cuídate mucho Madison, toma aquellos libros, son un regalo de mi parte– sonreí tomándolos.

–Muchas gracias señora Thomson– volví a decir y salí directo a casa.

Cuando llegue Kaitlyn ya estaba lista y esperándome, está muy loca.

–No me digas que estabas con el Bad Boy.

–No seas tonta– le conteste– me tocó trabajo extra.

Pasamos a mi habitación y me lave los dientes viendo cómo termina con su maquillaje.

Hice mi maquillaje rápido y sencillo, me puse el vestido negro que me presto Kaitlyn, yo no soy muy fan de comprar vestidos para fiestas, soy más de vestidos largos para una verdadera fiesta elegante, soy más de shorts y pantalones.

Ondule mi cabello y tome una mochila en la que tenía ropa para después de la fiesta.

Si quedaron que a la misma hora, será más o menos a las 10:30 pm, así que... más vale llegar pronto a la fiesta y que kaitlyn no me diga nada.

–Lista– ella asintió y bajamos directamente hasta su auto.

Fueron algunas 8 cuadras de mi casa al bar, Kaitlyn bajo primero y yo le seguí, el ambiente ya estaba lleno, mucho alcohol, muchas personas bailando, ambiente de fiesta.

–¡Fiesta! ¡Fiesta!– dijo Kaitlyn emocionada.

Se fue a bailar con los chicos dejándome en la barra, la conozco, siempre me invita para que al final, yo sea la que maneje.

Media hora aquí, y yo sin ánimos de bailar.

–Una cerveza– le pedí al de la barra, creo que debo comenzar más a divertirme.

El muchacho asintió dándome la cerveza que no duró mucho, agria al principio pero me acostumbro.

Fui hasta donde Kaitlyn quien me animo a bailar.

–Déjate llevar– me dijo al oído.

La mire coqueteando hacia la barra... yo sé que bailo bien, y si me lo propongo podría provocar a algún hombre, sin embargo yo no soy así, Kaitlyn es así.

Mire hacia la barra, Kaitlyn le coqueteaba al amigo de Joey ya que el le aventaba besos, reí un poco y luego me conecte con la mirada de Joey, se ve tan guapo, tiene unos pantalones de mezclilla y una camisa roja, sencillo pero guapo, su mano estaba en la bolsa del pantalón y con la otra sostiene una cerveza, me sonrió de lado, me sonroje al instante y seguí bailando sin importar quién me viera. Volví a mirar hacia el y no lo encontré, que raro.

–No sabía que te encontraría aquí– me estremecí al oír la voz de Joey en mi oído.

Sonreí inconscientemente, Joey, Joey, ¿que voy a hacer contigo?

2U/Joey BirlemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora