Mashu y Gudao continuaron con su camino, tras esa pronunciada interrupción, ya no era el ánimo lo que los movía al comedor de Emiya. Ahora era el hambre que tenían, pasaron de querer llegar temprano para que fuera más simple hablar con los caballeros de la mesa, a meramente tener tiempo de si quiera conversar. Su rápida marcha dio sus frutos y rápidamente vislumbraron la puerta, de la cual salían cuatro servants conversando.
—Te digo, si apuntas con más precisión hacia la zona del hombro, es más probable que des en el blanco —Hablaba el peliverde con un tono de confianza.
—Para ti es muy sencillo decirlo tu puntería la guía la luz divina de dios —Reclamó Arash siguiéndole el paso.
—Archers, siempre hablando de cómo mejorar vuestros tiros —Suspiró la pelirroja poniéndose delante de ellos.
—Oye no te burles de nosotros Rama, no todos tenemos la suerte de ser la clase más valorada de todas —Criticó David con los brazos cruzados.
—Pues en su caso no, es la Saber que el master menos usa —Burló el hombre musculoso que cargaba consigo un enorme barril.
Entre las burlas ninguno noto la presencia del azabache quien los miro a todos con deshonra, al notarlo, ya era demasiado tarde para disculparse.
—Oiga... Solo fue un —Las palabras del sujeto fueron interrumpidas.
—Rama... Te prometo que te llevare para la siguiente Quest —Comentó el azabache ante el sonrojo de la pelirroja —En cuanto a ti... Supongo que dices esas cosas porque hace mucho que no te llevo a ningún lado cierto ¿Tawara Tota? En ese caso, le diré a mi hermana que te animas a una quest de una semana y que se lleve a David y a Arash con ella —Retó el hombre viendo como los demás se asustaban.
—¡Por favor Fujimaru no nos hagas esto! —Se inclinaron los tres Archers con lamentos.
—Muy tarde, pero les diré algo. Yo iré con ustedes —Se ofreció Mashu calmando a los hombres.
—Oye no tienes que reducir su castigo de esa forma —Replicó Gudao tomándola de la mano.
—No... Yo también voy, ya que es una misión de ese estilo. Necesitaran a un Saber —Sonrió la pelirroja con energía —¿Qué acaso no somos un equipo?
—¡Rama-sama! —Exclamaron los guerreros ante las palabras de su amiga.
—Eso significa ser Chaldea... —Pensó el Master agarrando la mano de su novia.
Dejando al cuarteto atrás, la pareja abrió la puerta del comedor central. En horas del almuerzo, era de esperarse que el sitio estuviera repleto, lleno de una gran cantidad de Servants que se daban toda clases de banquetes, unidos y separados como ellos más querían en las distintas mesas. Pero una en concreto, casi al final del corredor resaltaba por encima del resto. Enorme, la mesa redonda de los caballeros de Camelot era el lugar donde estos dos deseaban comer. Pero fue inevitable que al entrar todos les saludaran cordialmente.
—¡Master! ¡Mashu! ¿¡Quieren lo de siempre!? ¿O desean un plato especial? —Preguntó desde lo lejos el hombre de cabellos grises y piel marrón.
—¡Sorpréndenos mama Emiya! —Respondieron al unísono los dos jóvenes, sonrojando violentamente al cocinero.
—¡Si me lo piden con tantas ganas! Les preparare algo que los deje con la boca abierta —Sonrió el Archer regresando a la cocina.
No habían dado los primeros pasos, cuando las distintas mesas comenzaron a invitar a Gudao a que comiera junto a él. El hombre negaba las solicitudes, pero al acercarse a cada una las invitaciones eran directas, en concreto una le llamo la atención pues tenía a una nueva servant que parecía estarse adaptando bien.
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Un lugar llamado Chaldea
Fiksi PenggemarExiste un lugar que esta mas allá del tiempo, en donde las lineas cronológicas de todas las eras convergen en singularidades y se entrelazan. Donde héroes y villanos de todas las épocas se encuentran, por azares del destino este es el hogar de dos j...