- ¿Así que habéis vuelto?- Soltó Pidge con una sonrisa de medio lado en cuanto Lance les comunicó que Keith y él estaban juntos de nuevo.
Era obvio, al fin y al cabo, pues habían llegado al restaurante de comida rápida en el que habían quedado cogidos de la mano, pero a Lance le hacía una ilusión especial comunicarlo verbalmente a sus mejores amigos del alma.
- Sí, desde el jueves.- Sonrió Lance arrimándose a Keith, quien se apartó presa de una vergüenza repentina. No se le daba bien mostrarse cariñoso en público, mucho había avanzado ya siendo más amoroso en privado.- Me lo pidió él.
- Se veía venir desde el principio.- Dijo la chica con voz repelente mientras enseñaba todos sus dientes en una radiante sonrisa.
- Voy a pedir algo...- Respondió Lance yendo al mostrador.
- ¡Hoy invitas tú para celebrarlo!- Canturreó ella en respuesta.- Qué menos, ¿no?
Lance asintió feliz unos metros más allá, mirando si encontraba algún combo o descuento entre la lista de productos y precios que había en las paredes.
- Me alegro de que estéis juntos de nuevo, pero...- Pronunció Hunk, alarmando a Keith con la palabra final. ¿Pero...? ¡Si justo pensaba que el bonachón de Hunk sería quien más les apoyaría y se alegraría de la noticia!- Si le vuelves a hacer daño, te parto las piernas.- Un escalofrío recorrió la espalda de Keith. No creía que bromease, no por su tono ni por su mirada amenazante.
- Y yo los brazos.- Añadió Pidge cruzándose de brazos, intentando parecer fiera pero fracasando en ello. Simplemente, aquella adolescente escuálida seguía siendo demasiado adorable con sus ropas anchas y sus enormes gafas.
- ¿De qué hablaban?- Intervino Lance un minuto después, trayendo una bandeja con patatas fritas, nuggets de pollo, fingers de queso y refrescos.
- Oh, de nada.- Respondió Hunk, volviendo a su expresión afable de siempre.- De qué haríamos en vacaciones. Dentro de nada se acaba el curso.
- Vaya... ¿Y qué vais a hacer?- Preguntó Lance, creyendo como siempre a Hunk.- Yo no lo he decidido aún, supongo que quedarme en casa y visitar más a menudo a Shiro, que este curso lo he tenido más abandonado con la universidad y todo. Y no tengo pasta para irme a ningún lado igualmente, aunque me gustaría ir a la playa o hacer algo especial... ¿Porqué no hacemos algún tipo de excursión juntos, los 5? Incluyo a Shay, por supuesto, que por cierto, ¿porqué no está aquí?
- Tiene exámenes y entregas.- Justificó Hunk encogiéndose de hombros.
- Volviendo al tema...- Prosiguió Lance, empezando a divagar de nuevo.
- ¿Tú no tienes exámenes ni trabajos que entregar?- Le interrumpió Keith frunciendo el ceño.
- Ehm... Sí, alguna práctica.- Reconoció Lance rascándose el rostro con el índice.
- No te veo estudiando.- Le regañó Keith.
- Lo hago en la facultad, y los proyectos también.- Se justificó él, empezando a inclinar las cejas.
- ¿En serio? Tampoco es que estés llegando más tarde ni nada.
- ¡Santo Dios, Keith! ¡No seas controlador! ¿Y a ti que más te da?- Soltó Lance, perdiendo la paciencia.
- ¡Sólo me preocupo por ti, idiota!- Soltó el otro, quien no soportaba que le chillasen.
- Pues ahórratelo.- Sentenció Lance, girando la cara para no ver más a Keith.
- Me piro de aquí.- Murmuró Keith, levantándose de la silla y yéndose indignado.
Un silencio incómodo cruzó la mesa, dejando a Pidge y Hunk a cuadros.
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Inefable Idiota
FanfictionCuando el padre de Keith lo abandona, Keith no tiene más remedio que trasladarse a la casa de acogida de Shiro. Allí conocerá a Lance, un joven inmigrante cubano y a Pidge, una incomprendida y excéntrica genio. FINALIZADA