CAPITULO 32

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Al fin la fiesta estaba lista, todos los invitados estaban en el gran salón que las madres de los ahora esposos habían arreglado para un día especial para sus hijos. Ahora solo esperaban la llegada de los esposos para felicitarles, la gente platicando de muchas cosas, la abuela de Yoongi felicitando a su nuera y a la abuela de ____ dándole las gracias por dejar que su nieta se casara con Yoongi, las risas y el murmullo cesaron cuando anunciaron que Yoongi y ____ habían llegado.

No sería una boda como todas las demás puesto que ambos ya tenían un año de casados y esto era por el civil a lo que solo sería como un aniversario pero algo para recordar siempre o al menos esos esperaban los padres de ambos chicos.
Yoongi fue el primero en bajar de la gran limosina negra, afuera lo esperaban algunos fotógrafos y varias prensas de la ciudad pues al ser hijo de una familia prestigiosa todos querían acaparar a este chico y chica ricos.
Vestido con un traje completamente negro metálico, con una camisa elegante en rojo ceda la cual resaltaba con la corbata en negro y una rosa roja en la pequeña bolsa del saco de adorno, unos elegantes zapatos de charol negro y ese peinado un poco alborotado y su cabello negro, sin duda robo varios suspiros de aquellas mujeres que estaban presentes sonrió a los fotógrafos, la limosina se fue y no tardó en llegar una más esta era en color rojo muy brillante. Yoongi sonrió nervioso mientras esperaban que abrieran la puerta para al fin ver a su esposa pues desde la mañana que no sabía nada de ella y estar parado solo frente a esa gente lo estaba poniendo muy pero muy nervios. Un hombre abrió la puerta y dando la mano a la mujer que iba a bajar las cámaras se enfocaron a esta.
Unas zapatillas de color rojo fue lo primero que vio Yoongi y después sintió como su corazón se paró por algunos segundos cuando la vio al fin.

_____, también estaba nerviosa pero más que nada feliz de la vida pues siempre supuso que nunca podría vivir feliz, pero ahora supo que la vida siempre tienen caminos difíciles pero tal como dicen algunos "después de la tormenta viene la calma" y así era ahora.
Feliz porque estaría por fin con el hombre al que ama con todo su ser y por el cual supo superar pruebas y sufrir con tal de estar con él aunque llegará a pensar lo contrario.

«Ya estas aquí _____, no seas cobarde ahora. Ve con él y amalo como si fuera el último día de tu vida» se dijo a sí misma, dio un suspiro y dando la mano al hombre bajo por completo de la limosina.

El flash de las cámaras la cegó por unos segundos, dio una leve reverencia hacia las personas y camino un poco hasta verse cara a cara con Yoongi. Ella sonrió al verlo ahí parado inmóvil ante ella.
Pero este reaccionó al verla como estaba vestida y como todo hombre posesivo frunció el ceño y los celos lo embargaron por completo.
____ vestía un arrebatado vestido en rojo vivo sin mangas y con un escote muy revelador tanto de sus pechos como de su espalda, llegando cinco centímetros arriba de la rodilla, su cabello negro recogido en una coleta alta, sus rostro ligeramente maquillado resaltando más sus grandes y carnosos labios en un rojo oscuro y sus ojos más brillantes que nunca, sus zapatilla de piso con unos cinco centímetros de tacón.

- No me piensas saludar cariño... - susurro _____ apenas audible para ambos, Yoongi reaccionó y rápido rodeo su cintura muy posesivo y la apego a él, fue ahí donde casi pierde el control al darse cuenta que su escote de la espalda era muy pero muy revelador.

- Acaso quieres hacer que mate a los hombre que te están mirando.. - dijo en tono enojado. _____ sonrió y con mucha sutileza dejó un beso en su mejilla.

- No seas así... - hizo un puchero causando un latido rápido en el corazón de Yoongi apaciguando su enojo pero no sus celos. - Ni siquiera te quites el saco, tengo mucho calor oíste.. - advirtió ella cuando vio sus intenciones.

- Eres una... - _____ no lo dejo hablar pues jalo de su corbata hacia ella para juntar sus labios con los de él en un beso casto, y causando reír a las personas que los rodean por lo atrevida que era ella. - Esto no perdonan nada.. - advirtió Yoongi, pasó su brazo derecho por su espalda para hacerla caminar y así los dos entrar a salón donde los estaban esperando.

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