Capítulo 22

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—Mami, ¿por qué esos dos hombres se están besando? —preguntó una vocecilla aguda a sus espaldas, rompiendo la magia del momento.

—No lo sé cariño, no los mires —respondió alguien.

—Hmm —Seongwu abrió los ojos haciendo un berrinche mientras pataleaba—, ¿de verdad te gustaría tener seis niños?

—Sólo si es contigo.

Daniel sonrió dejándose caer de espaldas en la arena.

—No bromees...

—No lo hago, ¿no crees que sería lindo?, un par de bebés con mis ojos y tu cabello, y tus lunares —dijo el menor picando su mejilla con un dedo.

—Eso ni siquiera es posible —habló Seongwu evadiendo su mirada.

—¿Por qué no? —insistió Daniel— La ciencia hace posible lo imposible estos días, créeme.

El mayor estaba a punto de replicar de nuevo pero Daniel lo impidió sentándose y besándolo de nuevo y Seongwu se dejó llevar otra vez, olvidando el lugar en el que estaban y las miradas incomodas de la gente en la playa.

—¿Quieres ir al agua? —preguntó Seongwu.

—¿Está bien para ti?

—Mientras no vayamos muy profundo si —dijo poniéndose de pie y ofreciéndole su mano.

Daniel se levantó y la tomó, caminaron de la mano por la orilla un largo rato, sintiendo como el agua tibia se paseaba entre sus pies y luego volvía al mar.

Esa tarde, cuando volvieron a casa después de la cena, la señora Kang los reunió a ambos en la sala de estar, con el resultado de los exámenes que había realizado dos días antes.

Daniel y Seongwu se sentaron juntos frente a ella, ambos nerviosos.

—Las imágenes que obtuvimos de tu cerebro, concuerdan con las de un paciente con esquizofrenia, sin embargo, además de las voces no presentas ningún otro síntoma y eso es algo bueno —habló la mujer—, debes saber que esta enfermedad no tiene cura, pero tampoco es degenerativa, y mientras sigas tu tratamiento serás capaz de llevar una vida completamente normal.

Seongwu no dijo nada, Daniel simplemente lo abrazó.

—No sé sabe a ciencia cierta qué es lo que origina la enfermedad, hay muchos factores que contribuyen, entre ellos el entorno familiar, la falta de algunas sustancias químicas en el cerebro, la genética... quiero que sepas que esto no es culpa tuya ni de nadie, una enfermedad como esta no es algo que se pueda evitar.

Seongwu asintió con la cabeza, demasiado aturdido como para decir cualquier cosa

—Yo voy a regresar con ustedes a Seúl mañana e iré a hablar con tu padre personalmente, y Daniel va a ayudarte a encontrar la dosis adecuada de medicamentos, es posible que tengamos que probar con varios distintos y en diferentes cantidades, pero una vez que encontremos la dosis correcta todo estará bien.

Seongwu asintió nuevamente y luego todos se retiraron a sus habitaciones en silencio.

Estaba acostado en su cama con la mirada fija en el techo cuando Daniel entró y se metió con él bajo la sabana sin decir una palabra, Seongwu no dijo nada tampoco, y luego sin poder evitarlo se echo a llorar en sus brazos, tenia tanto miedo que ni siquiera podía expresarlo en palabras, pero Daniel siempre era el consuelo que necesitaba, aun cuando no hacía mas que abrazarlo y acariciar su cabello cariñosamente.

No supo cuanto tiempo pasó, igual y fueron solamente minutos, tal vez fueron horas, pero aun cuando lloró todas sus lágrimas, había un sentimiento molesto que seguía atascado en su pecho.

—Creo... creo que ya no vamos a poder tener bebés —dijo en voz baja.

—¿Por qué no? —preguntó Daniel intentando que su voz no se quebrara.

—Porque esto es hereditario, ¿qué pasa si ellos nacen enfermos también? ¿qué pasa si les hago daño?

Daniel tomó una profunda respiración antes de responder, no podía ponerse a llorar él también.

—Tú nunca le harías daño a nadie —dijo con voz ronca—, además esto es algo que afecta a menos del 1% de la población.

—Pero-

—Pero nada —interrumpió Daniel—, vas a estar bien, nosotros vamos a estarlo, y nuestra familia también.

Seongwu sonrió y lo abrazó lo mas fuerte que pudo, nuestra familia, le encantaba como se escuchaba aquello.




🍑🍑🍑

De vuelta a Seúl todo fue un poco caótico para Seongwu, había empezado a probar medicamentos ese mismo día y a sufrir los efectos secundarios; ya no escuchaba voces, pero el vómito, los mareos y la somnolencia no lo hacían sentir muy animado que digamos.

Al menos la señora Kang había arreglado las cosas con su padre, así que esa era una preocupación menos para ambos.

—Me disculpo por mi comportamiento de hace unos días —dijo el señor Ong, aunque a pesar de sus palabras no lucía ni un poco apenado—, pero debe entenderlo, él es mi único hijo, pensar en que algo así le ocurra... me asusta.

—Seongwu también está asustado —dijo Daniel con molestia en su voz.

El señor Ong se aclaró la garganta y miró hacia otro lado.

—Hablé con la doctora Kang, ella me explicó todo lo que tengo que saber acerca de la enfermedad y el tratamiento, solo pasé a ver cómo estaba mi hijo.

—Él está bien.

—Entonces... se lo encargo —dijo el hombre con incomodidad y luego salió de la oficina.

Daniel suspiró relajando los músculos de su espalda y sus puños apretados, ese hombre realmente le desagradaba.

Salió de la oficina en busca de Seongwu, revisó en las habitaciones encontrándolas vacías, entonces mientras caminaba por el pasillo se detuvo en seco al escuchar a alguien sollozando en el cuarto de baño, y luego a Jisung intentando animarlo.

"Ya está, ya está, estarás bien ahora."

Respiró profundamente y se esforzó por mantener una expresión neutra antes de entrar, Jisung estaba ahí con Seongwu, dándole palmaditas en la espalda, cuando vio entrar a Daniel salió de la habitación en silencio, no sin antes dirigirle un gesto de apoyo.

—¿Cuánto tiempo tengo que seguir aguantando esto? —preguntó Ong sintiéndose patético mientras abrazaba la tapa del inodoro.

Después de casi una semana probando con los diferentes medicamentos, Seongwu estaba harto de no poder tener un solo día normal, sin vomitar o sentir que iba a desmayarse en cualquier momento por el dolor de cabeza o un vértigo especialmente violento.

—Ya sabemos cual es tu dosis —dijo Daniel ayudándolo a levantarse, lo acercó al lavamanos y sostuvo su cintura mientras él se lavaba los dientes—, ahora solo tienes que aguantar un poco más, los efectos secundarios disminuyen con el tiempo.

—¿Cuánto tiempo? —las palabras de Seongwu eran apenas entendibles debido a la espuma de la pasta dental en su boca.

—Un par de días —el menor tomó un pequeño vaso, lo llenó de agua y lo acercó a su boca para que se enjuagara—. Vamos, es hora de comer.

Seongwu voleó y le dirigió una mirada condescendiente, luego rodó los ojos.

Daniel rió y lo abrazó por la espalda recargando la barbilla en su hombro.

—Bueno, tú puedes comer algo ligero, pero yo si tengo hambre.

Y entonces Seongwu no pudo evitar reír también, Daniel era demasiado... Daniel, pero lo adoraba, se sentía realmente feliz y agradecido de tenerlo, y de que fuera capaz de hacerle reír incluso en esa situación.

Si tenía a Daniel, no tenía miedo del futuro.

Let me love you 🔞 [Wanna One] 《OngNiel》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora