*Narra Emily*
Ya son las 4 y después de haber recogido y descansado en casa de David y Dani, Tomás decide darnos una sorpresa y llevarnos a un sitio que al parecer sólo los adultos sabían cuál sería.
Nos montamos todos en una camioneta que tenían ellos, bueno, todos menos mi madre que tuvo que irse a las 3 por causas laborales.
Tomás y Alba estaban delante en la cabina del conductor y los demás nos quedamos en la parte de atrás hablando y jugando a cualquier tontería que se nos ocurriera.
Después de 1 hora paramos en medio de la nada y Tomás y Alba nos obligaron a vendarnos los ojos y eso hicimos.
El resto del viaje lo aprovechamos para dormir y para cuando desperté, me quité la venda y observé que aún seguíamos en carretera, ya era de noche y la imagen que ofrecíamos dormidos era adorable.
Dani me tenía rodeada con sus brazos y yo estuve apoyada en su pecho, mientras que David estaba dormido en el regazo de Sam y Sam estaba apollada en un cojín apollado en una de las esquinas de la camioneta.
Poco a poco la camioneta frenaba y yo me volví a poner la venda y a hacerme la dormida. Cinco minutos después paramos y despertamos todos y al quitarnos la venda vimos que estábamos en un pequeño pueblo marítimo frente a una encantadira casa de playa que supuse que sería de Tomás y Alba o que la habrían alquilado.
Tomás:- Bueno chicos ya llegamos. ¿Qué os parece?
David:-¡Wow! Papá, esta vez os superasteis.-Dijo con una gran fascinación.
Sam:-Espera, ¿que vamos a estar aquí, los 6, juntos?
Mi hermana no se lo creía, y yo tampoco. Todo es tan bonito, las vistas al mar, la casa, el pueblo que parecía sacado de la costa griega... Era simplemente... Genial.
Alba:-Sí, nos quedaremos aquí dos días. Pasado mañana después de comer empezaremos a recoger todo y volveremos a Londres.
Estaba encantada con todo lo que Alba acababa de decir pero luego caí en que, ni Sam ni yo traíamos nada.
Emily:-Pero... Ni Sam ni yo traemos equipaje, ¿qué vamos a hacer?
Alba:-Tranquilas, vuestra madre se ocupó de darme vuestro equipaje ayer por la noche, y mientras vosotras esteis aquí, Miranda se encargará de preparar todo lo que necesiteis para el instituto.
Tomás:-Sí, vosotras ahora solo teneís que relajaros y olvidaros de todo. Solamente, disfrutad.
David:-Mamá, os repito, ¡esta vez os superasteis!
Dijo antes de darles un abrazo al que enseguida se unió Dani y al que no tardaron en llamarnos para que nos uniésemos formando una piña.
Cada uno cogió sus cosas y fuimos entrando detrás de Alba y Tomás. Nos enseñaron la casa entera y nos fueron diciendo que habitación nos correspondía.
Nos organizamos de tal forma que David y Dani tuvieran una habitación parecida a la que compartíamos Sam y yo; una litera una cómoda con espejo y un armario doble, de color blanco.
La única diferencia era que el color de su habitación era azul casi blanco y el de la nuestra lila. Ambas habitaciones tenian también una salida a una terraza que conectaba las dos habitaciones. Entre ambas habitaciones se encontraba el baño que compartiríamos los cuatro. Y todo esto en la planta superior.
Luego estaba la habitación de Alba y Tomás, en la planta de abajo, que era una habitación de matrimonio con las paredes color crema, un pequeño vestidor y un baño propio.
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Las gemelas atacan.
ЮморSamira -Sam para los amigos- y Emily Salhora son dos gemelas irlandesas de 17 años para 18. Ambas llegaron con su madre Miranda hace unos dias a Londres, desde Dublín, para poder empezar dentro de dos semanas las clases en su último curso de Bachill...