El ver de nuevo los rostros de mís hermanos, me lleno el corazón.
Sus ojitos cristalizados y las sonrisas en sus caras me provocó abrazarlos con mucha fuerza.Ellos eran mi "levanta ánimos" cuando peleaba con mis padres.
Sus cálidos abrazos, mí mayor escape a otro mundo.
Son un gramo de luz en mi oscuridad.
El recibimiento de todos fue tan cálido, que parecía un sueño.
Tantos abrazos, lágrimas y frases como: "al fín volviste", "te extrañamos mucho", "no vuelvas a abandonarnos" entre más cosas.
Me tenían maravillado y conmovido.
Las pláticas con mis hermanos y primos al relatarles que hice en mís "improvisadas vacaciones" los asombraba.
Así pasaron las horas hasta que llegó mi padre del trabajo, su expresión al verme aún provoca que sonría.
Sus ojos acuosos y una sonrisa extraña en sus labios, sus brazos abiertos para mí.
El suave y varonil perfume de mi padre invadio mí nariz, seguia usando el mismo desde que recuerdo era un niño.
-Te extrañe tanto, mi campeón...- susurró con cariño mientras enterrada su rostro en mi hombro.Una escena conmovedora, ¿no?
Los maravillosos días fueron así por 2 meses.
En donde se mostraba el cambio en su actitud conmigo, sus abrazos más constantes se volvieron, las palabras de cariño, las risas por mis chistes tontos.
Todo volvía a ser como hace 5 años, tan alegre y bello.
Pero todo eso se fue disolviendo poco a poco.
Con la primer noche que sufrí de nuevo el insomnio.
Escuchando algo que no debía ser oído.
"Es la decepción de la família Chulanont, sí se hubiese esforzado más... La medalla de oro colgaria en su cuello y no en aquel rubio"
"Tienes razón pero...él dice que si se esforzó, aunque lo dudo mucho la verdad"
"¿Que hicimos mal? Le hemos dado todo ¿y así nos agradece? "
"No lo se...pero debe de enmendar su error"
-"Vamos a cambiar para no herirte"- le susurre al aire con el pecho presionado y una sonrisa triste en el rostro.
Subí las escaleras a mi habitación y al estar dentro de mi "pequeño escondite" dejé salir las lágrimas que retenian mis ojos.
Un "flashback" surco mi mente al hacer lo mismo que hace unos cuantos meses atrás, abrazar mis rodillas contra el pecho mientras el corazón latía adolorido.
Tenía varios días ya sin llorar, y en aquel viaje me había prometido no llorar de nuevo, ahora veo que ni mis propias promesas cumplo.
Eres un asco, Phichit.
Habló mi consciencia mientras el corazón gritaba con la voz entrecortada que dejará de pensar asi, que era maravilloso tal y como le decían sus amigos más cercanos.
Pero no podía.
Porque había un problema conmigo, que no me dejaba aceptarme del todo.
"Si no cumples con todo, eres un mediocre que no logrará nada"
No me quería.
Y ahí empezaba la enorme lista de todo lo que odiaba de mi, mi actitud, mis defectos, mis miedos.
Todo.
La noche pasaba como si de agua se tratará, las lágrimas se secaron en mís mejillas, mis nudillos dolian de tanto apretar la almohada entre mis dedos pero sentía un poquito de confort en el corazón al liberar un poco de mi mierda.
Aunque, tal vez sea para lo único que sirvo.
Para llorar y lamentarme.
Para valer un enorme y gigantesco cero...
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Tears...
Short StoryAveces las sonrisas más brillantes, ocultan los tormentos más desastrosos...