Capítulo 7: "Algo que hizo que mi estómago se retuerza por sí mismo."

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“Ten cuidado.” Una voz angelical fue cantando suavemente una y otra vez en mi cabeza.

Al principio era apenas un susurro. Una repetición calmante, pacífica, que me ayudó a aliviar de la inconsciencia. Sin embargo, las luces comenzaron a apagarse y la voz comenzó a aumentar. Se tamborileó una y otra vez en mi cabeza, causando un dolor palpitante. TEN CUIDADO se escuchó últimamente antes de volver a la realidad.

Mirando alrededor, me sorprendió estar viva. Esperaba estar desierta en algún lugar, secuestrada o abandonada en el callejón (si es que tenía suerte).

Era mi habitación.

Todo estaba en su lugar habitual: Mi macbook en el extremo de la cama donde siempre lo dejo, mi escritorio estaba aún lleno de libros y revistas, mi atrapa sueños seguía en la misma posición en la cabecera de mi cama y mi puerta cerrada completamente como la dejé anoche. ¿Cómo demonios llegué aquí?

Sé que estaba borracha, vamos, apenas ponía mantenerme de pie y ni mucho menos caminar hacia mi casa. Pero a pesar de que el acohol me había afectado completamente, recordaba el incidente en el callejón como si hubiera sido hace 5 segundos. El tipo que se hacía llamar como Rutherford y sus diversas excusas fueron grabadas en mi memoria, repitiéndose como un disco rayado. La imagen del rostro pálido de Rutherford en el suelo frío del callejón apareció en mi mente, provocando lágrimas en mis párpados. Todo era muy confuso y abrumador en estos momentos. ¿Era yo o...? Froté mi cabeza y me levanté de la cama, todavía vestida con mi traje de anoche. Traté de respirar. Fue entonces cuando puse mis ojos en ello.

Había una nota en mi bolso de mano. El trozo de papel fue doblado. Con cautela, cogí el papel hacia arriba con las manos temblorosas. Al abrirlo, sentí que mi corazón se sacudía en mi pecho y corrí hacia la luz de la ventana. Escrito en una caligrafía perfecta:

Deberías tener más cuidado, ____. Hay cosas que no sabes. No se puede confiar en la gente. Borra de tu memoria lo que sucedió, de lo contrario, serás la siguiente. -FA

Tragué saliva, leyendo y releyendo el mensaje varias veces. ¿Fue FA el que me trajo devuelta a casa? ¿Y qué quiere decir con que sería la siguiente? ¿Los chicos del callejón no me conocen... verdad? No pude reconocer sus voces. Todo lo que sé hasta ahora es que estoy muy agradecida por el que me sacó con vida de allí y me trajo a casa. Solo hay un problema. ¿Cómo sabía el tío Dom y Alex que llegué a casa a salvo?

Me puse la primera bata que pude encontrar, y abriendo la puerta, me precipité hacia la habitación de Alex. Ella estaba sentada en su cama hablando con alguien en el teléfono, riendo y tecleando en su computador animadamente.

“Alex.” Le susurré, ya que no me atrevía a interrumpir en su habitación. Ella giró la cabeza y musitó un “sale” con una severa mirada pegada en su cara. Me burlé, eso no ocurriría.

“Lo siento, Nate, me tengo que ir. Mi hermana me está acosando. ¿Puedo llamarte más tarde?” Hubo una pequeña pausa, el sonido de alguien hablando en el otro extremo de la línea llenó la habitación. “Está bien, adiós.” Ella sonrió, hablando con la voz más dulce que pudo reunir. Tan pronto como colgó el teléfono, era como si el diablo la hubiera poseído. No era broma.

“¿Qué demonios te pasa?” Ella gritó. Dios, si las miradas mataran… Como sea, yo necesitaba respuestas.

“¿A qué hora el tío Dom te recogió de la fiesta anoche?” Le pregunté casualmente, sentada cómodamente en su silla. Ella cruzó los brazos en respuesta, algo que solo hace cuando: A.- Está molesta. B.- Está a punto de matarme.

“Oh, ¿qué? ¿Te refieres a la fiesta en la que me dejaste abandonada anoche?” Ella negó con la cabeza, y se sentó en el borde de la cama, tomando su lima para las uñas.

Signed Anonymous [נusтιnвιeвeя&тú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora