Signed Anonymous [נusтιnвιeвeя&тú]

Capítulo 24: "Era estúpido, pero al mismo tiempo realmente romántico."

"Justin, tengo que decirte algo." Empecé, alejándome de él. Una mirada de preocupación envolvió su cara como él miró el reloj en la pared.

"Todavía tenemos aproximadamente 45 minutos de nuestra detención, así que..."

"No aquí." Dije bruscamente. No quiero correr el riesgo de que -SA escuche una más de nuestras conversaciones. Quien fuera probablemente sabía que estábamos aquí y ya estaba planeando el siguiente tortuoso texto o mensaje con el fin de asustarme terriblemente.

"Sé exactamente el lugar." Justin tomó mi mano y me tiró hacia la puerta.

"Espera, ¿y la señorita Ryder? ¡Estará de vuelta y nos encontrará fuera antes de que la hora aumente!" Protesté. No porque tuviera miedo de meterme en problemas con la señorita Ryder, sino porque aún no había planeado en mi cabeza cómo iba a decirle a Justin sobre este asunto de -SA. Sé que suena patético, pero ponte en mi lugar:

A) Hay alguien acechándote, observando todos tus movimientos. Podría decir o hacer cualquier cosa para lastimarte a ti o alguien que te importa.

B) Tienes un novio que sufre de algún tipo de trastorno bipolar de la ira. Él podría actuar de una manera impredecible que ambos podrían aterrizar en problemas.

C) Constantemente te sientes aterrorizada de los dos puntos anteriores.

"La señorita Ryder puede chuparme la polla..." Justin hizo una cara de asco antes de continuar. "...en realidad fue una imagen mental que realmente no quiero en mi cabeza."

"Justin..." Suspiré, riendo ligeramente mientras continuaba impulsándome fuera del aula.

"____, ven conmigo." Él me sacó por la puerta y guiándome por el pasillo hacia la salida. Todo el tiempo, su mano tuvo un firme agarre en la mía que me hacía sentir más segura que nunca. Lo que me hizo comprender...

No podría abandonar su lado otra vez.

__

Habíamos estado conduciendo kilómetros en una carretera ventosa, las melodías débiles de SafetySuit filtradas a través del auto. Miré detenidamente por la ventana, notando que estábamos ahora al lado del mar y algo arenoso, mitad de la playa guijarrosa. La oscuridad comenzaba a aparecer, la puesta de sol en la distancia, echando destellos brillantes que se reflejan en la superficie del océano. Descansé mi cabeza en la ventana, mirando hacia abajo la playa vacía. Nunca antes había visto esta parte de California. La mayoría de la gente siempre visitó la playa de un par de kilómetros abajo, del otro lado del acantilado. Que recientemente había sido apodada la playa "Loca" porque siempre estaba llena. Siempre se celebraban partidos mayoritarios o enormes familias planeaban salidas masivas allá abajo. Sin embargo, esta escena desierta ante mí era como una joya escondida. Hermosa y tranquila, sin fiestas ni niños apestosos a la vista.

Finalmente, Justin apagó el motor, ya que hemos llegado a una pequeña caravana escondida por unos cantos rodados y rocas gigantes. Me quedé sentada firmemente en mi asiento, confundida en cuanto a dónde exactamente nos encontrábamos. Justin sonrió para sí mismo, saliendo rápidamente del auto. Él se movió alrededor de modo que abrió mi puerta.

"¿Dónde diablos estamos?" Pregunté, cuando alcanzó y desabrochó mi cinturón de seguridad.

"Alguien es un poco impaciente, eh." Se burló, suavemente recogiéndome en sus brazos. Honestamente, no tenía idea de por qué me llevaba, pero realmente no importa en absoluto. Me reí tontamente cuando me empujó más cerca de su pecho, comenzando a andar hacia la caravana. Una vez que llegó a la puerta, me bajó suavemente, hurgando en el bolsillo de sus jeans para algo. El sonido de un metal se escuchó como él metió la llave en la cerradura, girándola una sola vez, por lo que la puerta hizo un ruido similar a un clic. Cuando abrió la puerta, le seguí adentro.

Una manera de explicar la caravana era como una de esas tiendas mágicas de Harry Potter. ¿Conoces la cuarta película, donde parecía pequeña en el exterior, sin embargo, cuando Harry entró, en realidad era extremadamente grande por dentro? Sí, eso fue una de esas veces. Observé la cocina moderna, un par de sofá alrededor de una pequeña pantalla plana, un baño y una pequeña y acogedora habitación llena de fotos en la pared.

"Wow." Exhalé jadeantemente, como Justin cerró la puerta detrás de nosotros. "¿Vives aquí?"

"Sí, no es sorprendente, pero algo es algo." Sonrió, entrando en la cocina.

¿Algo es algo? Diablos. ¡Este lugar era mejor que mi casa entera!

"Es hermoso." Justin comenzaron a hurgar en los armarios, sacando un poco de pan y algunos que otros ingredientes de la nevera.

"¿Qué quieres en tu sandwich?" Me preguntó, con una sonrisa en su cara.

"¿Tienes nutella?"

Él amplió sus ojos en mí en respuesta, sofocando su risa. "¿Quieres nutella en tu sandwich?"

"¿Hay algún problema con eso?"

"No, no, claro que no. La nutella hace que el mundo gire alrededor y mi*erda, ¿verdad?"

"En realidad sí... junto con Oreos."

"Bueno. ¡Estás de suerte hoy!" Justin sacó un paquete de galletas Oreos de la despensa, con un envase sin abrir de nutella. Empezó a preparar un sándwich, como tomé asiento en uno de los taburetes en la cocina. Dejé que mis ojos vagaran por abajo de su espalda y sus brazos musculosos. Finalmente, llegando a su cu*lo, sus vaqueros embolsados alrededor de él libremente.