Signed Anonymous [נusтιnвιeвeя&тú]

Capítulo 21: "Juega con la carne antes de alimentar a los leones."

Me desperté en una cama fría, me encontraba acurrucada en posición fetal. Apenas había conseguido conciliar el sueño debido a todos los recuerdos de la cara herida de Justin que torturaban mi mente. Nunca tuve la intención de hacerlo sufrir de esa manera, eso era de hecho lo que trataba de evitar. Quizás mintiéndole acerca de -FA no era una muy buena idea. Cerré los ojos con fuerza. ¿Por qué todo lo que intento hacer inflige dolor a alguien que me importa?

Azotando las sábanas, hice mi pelo en un moño desordenado. No estaba de humor como para preocuparme de mi apariencia, a pesar de haber un Dios del sexo en la misma casa. Jugando con la cinta de mi camisa de dormir, un aroma dulce y mantecoso llenó mi nariz cuando llegué a la puerta de mi habitación. El olor al instante me recordó a un domingo por la mañana donde mi madre siempre me despertaba a mí y a Alex para hacer panqueques. Dios, extraño a papá y a mamá. Ni siquiera han estado en contacto con nosotras como lo habían prometido, el mundo debe estar tratándolos bien. No es que los culpe. Cualquier cosa era mejor que esta mi*rda.

"¡Bueeeeeeenos días, hermana!" Mi hermana gritó alegremente desde la cocina, con una gran taza azul en sus manos cuando se dio cuenta que venía por las escaleras. Estaba inclinada contra la pared, su atención en otro lugar. Como me acercaba, me di cuenta de lo que estaba mirando. Justin estaba haciendo panqueques perfectamente con la sartén, y sólo llevaba calzoncillos. Ahora entendía por qué mi hermana estaba tan interesada en la cocina.

"Justin, ¿cómo te las arreglas para voltear tan perfectamente los panqueques?" Ella preguntó distraída mente, con los ojos fijos en su culo. Mi hermana es la más pervertida de todas.

"Bueno, es bastante simple, todo lo que hay que hacer es tener un agarre firme en la sartén, agitarlo de ida y vuelta y luego..." Se detuvo con el fin de dar otra perfecta vuelta al panqueque, "darle la vuelta."

Alex se mordió el labio, agarrando un plato del armario cercano."Por lo tanto, ¿ese es mi panqueque?" Ella se rió, como Justin sonrió en respuesta.

"Claro, aquí tienes, mi amor." Él dijo, sacando el panqueque de la sartén y colocándolo cuidadosamente en el plato. Alex se sonrojó, espolvoreando un poco de azúcar en el antes de salir de la cocina.

Dudé en el marco de la puerta, sin saber qué hacer conmigo. Justin parecía muy bien, como si anoche no hubiera sucedido nada. ¿Estaba tratando de olvidarlo?

"¿Quieres algo, ____?" Preguntó inocentemente, frotando su pecho desnudo distraídamente. Estaba tomando todo en mi poder para no correr e ir a besarlo, él es tan perfecto. Desde su abdomen, a sus pequeños tatuajes, a su pelo y su voz por la mañana.

"Estoy bien, gracias." Tragué saliva, metiendo la mano en la nevera por un poco de jugo de naranja. El aire fresco soplaba en mi cara sonrojada mientras intentaba refrescarme.

La cocina estaba llena de un largo silencio incómodo mientras tomaba asiento en la mesa y cogía un panecillo que había encontrado en el armario. Justin se sentó al frente, tomando pequeños bocados de su panqueque.

"Siento lo de anoche." Solté, mordiéndome las uñas. Justin me miró por un segundo antes de volver a su panqueque.

"____, no tienes que amarme. No te disculpes." Habló con calma, dándome una pequeña sonrisa.

"No me dejaste explicar -"

"Porque no hay nada que explicar." Él se apresuró a decir ahora frunciendo las cejas.

"Sólo necesito más tiempo."

"Te voy a dar más tiempo." Justin levantó su voz, golpeando sobre la mesa con tanta fuerza que el vaso se sacudió. Salté muy ligeramente. Supongo que hice enojar a Justin.