Signed Anonymous [נusтιnвιeвeя&тú]

Capítulo 8: "Sí, y eso es una pequeña fracción de lo que me viene."

Me saltó una sensación de seguridad cuando me senté en el asiento de copiloto y cerré la puerta. Él pisó el acelerador con fuerza, disparando al auto por la carretera. Miré hacia abajo para darme cuenta de que estaba agarrando el extremo del asiento con ambas manos, todavía temblando por la crisis que había tenido hace unos minutos en el lado de la carretera.

“Cinturón de seguridad.” Justin ordenó, con los ojos todavía plenamente centrados en el camino. Obedeciéndole, puse el cinturón de seguridad en lugar de tomar una respiración profunda para calmarme. Ni en un millón de años esperaba que Justin me recogiera en la autopista. Un trueno y un relámpago atravesaron el cielo exterior, la lluvia seguía martillando en filamentos largos y delgados. Salté al ruido repentino, abrazando mi cuerpo frío y húmedo. No tenía ni idea de dónde íbamos, y con su peligrosa conducción, dudaba que llegáramos al final de nuestro destino.

“____.” Su voz era firma y controlada.

“¿Sí?” Dije con voz áspera, en silencio tratando de aclarar mi garganta. Estaba caminando por la cuerda floja de nuevo, todavía aferrándome a la orilla del asiento de cuero.

“¿Estás bien?” Evitó mi mirada confusa, sin embargo, la preocupación fue plasmada en su rostro. Extraño. Nunca lo había visto preocupado por nada antes. De hecho, cada conversación que había tenido con él, estaba molesto o muy cabreado.

“Estoy bien.” Mentí. Después de un minuto de silencio, volví a hablar. “¿Cómo me encontraste?” Él exhaló bruscamente, apretando su agarre en el volante con tanta fuerza que sus nudillos estaban blancos. Ni siquiera estoy segura si él está prestando atención a la carretera.

“¿Eso importa?” Sus ojos ardientes me miraron, y luego dispararon a la calle nuevamente, tan rápido que no alcancé ni a parpadear.

“Sí, no hay manera de que haya sido una coincidencia.” Me sorprendí por la repentina confianza en mí voz, yo seguía mirándolo fijamente. La comisura de su labio se torció ligeramente.

“Yo creo en las coincidencias.” Dijo bruscamente.

Rodé mis ojos, suspirando profundamente. Nunca podía tener una respuesta simple por parte de él, sin evitar un problema completamente.

“Bien, ¿a dónde vamos?” Suspiré, cayendo de nuevo en la piel de felpa. A pesar de que nunca había visto a Justin fuera de la escuela, sentí esa abrumadora sensación de estar a salvo con él. Ni siquiera me importaba a dónde íbamos, a menos que fuera…

“Te voy a llevar a casa.”

¿Casa? Ese es el último al que quería ir ahora mismo. Prefiero competir en los juegos del hambre antes que volver a casa y fingir que todo estaba bien.

“No quiero ir a casa. Por favor, solo para el auto y déjame caminar o algo así.”

“No vas a caminar a cualquier lugar. Se está haciendo tarde.” Justin se movió incómodo en su asiento, mirando por la ventana con atención.

“¿Desde cuánto te preocupas por mí?” Le pregunté bruscamente. Estaba harta de jugar bien si todo lo que hizo fue darme órdenes sin explicación alguna.

“Desde que me di cuenta que te aterrizaron un montón de problemas.” Mi corazón empezó a latir con fuerza en mi pecho. No podía estar refiriéndose a… lo que ocurrió anoche, ¿o sí? Ni siquiera estaba en la fiesta, así que, ¿cómo sabía que yo había estado con Nick y Liam? O que yo había estado en el callejón cuando… ya sabes, lo que pasó. Detente, ____. Estas exagerando. Él obviamente solo se refiere a la confrontación con Liam en la escuela el otro día.

“Yo puedo cuidar de mí misma.” Murmuré con enojo. 

Se burló, una enorme sonrisa se extendía por su cara.