El grito resonó en toda la noche.
Justin volvió un poco la cabeza, aún cerca de él, mirando en dirección al bosque. Estableciéndose suavemente, tomó mi muñeca estrechándome contra él. Me sentía protegida. Como, lo que sea que estuviéramos a punto de ver, no importaba. Porque estaba segura con Justin a mi lado.
No había palabras para intercambiar entre nosotros dos. Incluso si hubiese querido decir algo, no habría podido hacerlo. Se sentía como si me hubieran arrebatado la lengua, y fue incluso peor que esa sensación de martilleo en mi pecho. Cuando llegamos, una multitud de personas se pusieron de pie alrededor de los árboles. Sus rostros llenos de preocupación y sus ojos frenéticos. ¿Qué estaba ocurriendo?
Justin abrió paso entre el mar de jóvenes, adolescentes asustados. Finalmente, encontramos una apertura, que fue el tronco del árbol en el cual me había sentado hace un rato. Alex, tenía las manos en su boca y las lágrimas corrían por sus mejillas sin dar señales de detenerse. El pálido rostro de Nate estaba detrás de ella, entregándole un pañuelo de papel. Ambos le daban la espalda a algo. Miré alrededor de sus cuerpos, asustada de lo que podía ver, en un intento de averiguar qué era eso tan horrible.
Fue entonces cuando vi el cuerpo.
Era una chica rubia.
No cualquier chica rubia, la que me había servido una copa en el bar esta noche.
Miré más de cerca. Reconocí su cara bonita, ahora pálida, y la marca de un cuchillo evidente en su garganta. Líquido rojo agrupado alrededor de su cuerpo. Su mano tenía apretado un cuchillo, manchado todo de sangre. De repente, me sentí más sobria que nunca. Los sollozos estallaron detrás de mí, ya la gente gritaba unos a otros. Miré a Justin y su expresión era fría y dura, como una piedra. Ninguna emoción brilló en sus ojos, cuando vio mi expresión de horror.
Me encontré con mi hermana, envuelta en sus mismos brazos apretados. Ella se echó a llorar en mis hombros, su cuerpo temblaba violentamente. Susurré una serie de palabras de consuelo en su oído, frotando suavemente su espalda.
"No-nosotros la encontramos." Nate tartamudeó. Ahora que estaba más cerca de él, me di cuenta que estaba temblando también.
"¿Dónde está tu hermano?" Le pregunté, tocando su hombro.
Su rostro arrugado con lágrimas que comenzaron a caer de sus ojos. Pasando las manos por su pelo, se asomó de nuevo a mí. "No sé."
"Lo encontraré por ti, ¿de acuerdo?" Le sonreí, acariciando el pelo de Alex. Apartándose, Alex me tomó, llorando incontrolable mente.
"Alex, quédate con Nate, ¿está bien? Volveré en un minuto." La miré a los ojos, besando su frente. "¿Podrías llevarla lejos del cuerpo?" Añadí, en dirección a Nate, antes de caminar a través del mar de gente con rostros devastados y confundidos. Miré frenéticamente alrededor, tratando de ver a Justin. Cuando puse los ojos en él, en la parte de atrás de toda la multitud, su cuerpo miraba hacia otro lado.
"¿No crees que fue...?" Mi voz se apagó, sin aliento mientras lo alcancé, tocando su espalda a la ligera. Dándose la vuelta, se metió las manos en los bolsillos del jean, retrocediendo a mi toque.
"Sé que fueron ellos." Él respondió, tomando un respiro. Asentí con la cabeza, instando a que continuara. "Mira, esa chica... Su nombre era Sophia. Solía salir con Nick." Hizo una pausa, como preguntándose si yo iba a soportar digerir esta información.
"¿Qué pasó?"
"Cuando yo trabajaba para ellos, solía escuchar sus argumentos. Él estaba saliendo con otra persona en ese momento, y quería a Sophia como su pequeño y sucio secreto. Recibió patadas fuera de él o algo. Las cosas solían ponerse... violentas." Él frunció los labios juntos.
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Signed Anonymous [נusтιnвιeвeя&тú]
Fanfic¿Alguna vez haz recibido un mensaje de texto o una llamada perdida desde un número desconocido? Ya sabes, una persona que va dando vueltas de manera anónima sin revelar su verdadera identidad... En circunstancias normales, los mensajes anónimos está...