Capítulo 5: No vivas los problemas ajenos

23 2 2
                                    

Nuevo Twitter: @evabiebsss por cualquier cosilla.

(C): Love me like you do, Justin Bieber

→→→→

JUSTIN.

Me dejó allí plantado cómo un huevón. Pero de todas formas no dejé de sentirme afectado por sus palabras. ¿Acaso tanto podría dañarle una persona cómo para llegar a aquello? Qué poco debía de quererse. Moví la cabeza eliminando mis pensamientos y noté que ya todo el Instituto se había esfumado, me marché y bien antes de ser visto por Ema. En tal caso sí qué estaría perdido.

Con blasfemia me dirigí al aparcamiento y me dispuse a buscar mi coche. Subí rápidamente y sin darme cuenta comencé a apretar el manubrio y mis nudillos se tornaron blancos. Choqué mi cabeza contra el cabecero y cerré los ojos con frustración.

Minutos después sonó mi móvil:

-¿Qué?-pregunté al ver que se trataba de Ethan.

-Tío, el campo esta jodido, estamos rodeados por estos imbéciles-escupió. Gruñí en frustración.

-Joder, ¿os pensabais quedar allí como imbéciles en vez de avisarme? -Ethan bufó-Ya, quéjate bufón, pero esta no es otra de sus estupideces. Tu sabías que esto pasaría pronto y me lo has ocultado, cabrón. Y ahora estamos jodidos.

Silencio

-No te he pedido que te callaras.

-¿Qué rayos quieres qué te diga? Se que estamos jodidos, campeón. Podrías mover tú trasero, os quedaremos esperándote..

Finalice la llamada sin dejarlo terminar. Ahora también regresaría a mi apartamento con el tabique destrozado.

____

____:

Llegué a mi casa luego de esperar aproximadamente 700 horas al más próximo autobús. Estaba hecha una piltrafa, y cómo siempre, la gente comenzó a dar gestos de repugnancia, y hasta de lástima y pena. Rodé los ojos, agotada, y busqué un asiento. Caso perdido, y mis rodillas ardían. Entonces me apoyé contra la barandilla de la campana y cerré mis ojos, cuando un par de lágrimas traicioneras me jugaron una mala pasada, las limpié con la palma de mi mano, y miré hacia abajo. Una anciana me miraba raramente. Genial, le he hecho llover la cabeza con mis torrentes de mierda.

-Lo siento señora, yo.. -

-Descuida, niña. Puedes tomar mi asien-la interrumpí.

-Ni de broma, señora. Usted lo necesita, es mayor de edad, yo, yo tan solo soy una adolescente con cualquier problema normal de adolescente, y podré aguantar unos minutos de pié.

-No creo que tu pinta indique problemas normales, mi niña-cerró los ojos e hizo un gesto de pena, y aquí va..-Ni modo, tú te sientas, sabes ¿por qué? Tú eres tan joven, sólo mírate, eres bella, y no querrás llegar cansada a tu hogar dónde espera el príncipe.

A pesar de qué parecía que estaba un poco loca, le tomé un pequeño cariño. Le sonreí, e inesperadamente, le dí un abrazo. Tomé asiento, y me relajé un poco hasta que escuché a la señora hablar nuevamente:

-Otra cosa, mi niña. No vivas los problemas ajenos-fruncí el ceño-Me es imposible adivinar que te ha pasado, pero a pesar de todo, te digo, no los dejes. No dejes que invadan tú vida y te utilicen como una marioneta. No dejes que te dañes, porque luego te acostumbras al dolor, y te hundes tú solita. -«Viejita sabia, pensé»

10 minutos luego, me saludó con una sonrisa, y bajó del bus. Y fue entonces cuando mi corazón se encogió cuando la vi apoyarse en un barandal junto a la esquina, con un pequeño techito. Una lágrima resbalo de mi mejilla y entonces por primera y única vez valoré lo que tenía. Me deshice de mi ensangrentada camisola, y la coloqué más arriba de mis muslos, haciendo un nudo en mi cintura. A continuación, me até el cabello con una cintilla de elástico vieja. Pronto, el autobús frenó frente a mi casa, y, tomando un leve suspiro, llenando mis pulmones lo suficientemente de aire, bajé. Cerré los ojos y me preparé para lo que venía.

Without the loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora