UNO

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Cuando desperté un dolor inundo mis pensamientos. Abrí el ojo derecho y vi una habitación blanca, nada conocida, era extraña. Me invadió un sentimiento extraño, algo o alguien me estaban observando. Intente levantarme pero no pude, algo estaba sujetando mis brazos e igual con mis piernas.
La persona misteriosa, rompió el silencio.
-Hola Layla -dijo este. Su voz sonaba apagada y lejana.
No entendía nada, era una voz de hombre. Me dolía mucho la cabeza, era como unos golpecitos que nunca cesaban, se repetían continuamente.
Intenté no pensar mucho en el dolor y conteste.
-¿Quien eres? -no fue la mejor pregunta que le podía haber hecho, como, ¿que ha pasado? O ¿por que estoy aquí? Pero era la única que mi cerebro había encontrado sin parecer estúpida.
-¿Recuerdas algo? -pregunto este, su voz no me daba muy buena espina, no me transmitía mucha tranquilidad y yo soy de fiarme mucho por la voz de los demás.
-No -dije sin rodeos. No quería mentir, porque mi cabeza no estaba en las mejores así que quería terminar pronto esta charla, poderme irme y finalizar esto.
-¿Segura? -insistió, abrí los dos ojos, no me di cuenta que los tenía cerrados. Cuando los abrí vislumbre a un señor, no muy grande tendría como unos 40 años, llevaba una bata blanca, y en un intento rápido, quería esconder una cosa que parecía unas agujas.
Mi don de captar todo lo que había, no me fallaba, podía retener toda la información y podía memorizar esa habitación, pero algo no cuadraba. Yo nunca olvido lo que me ha pasado, no suelo ser distraída y aun menos no recordar nada del día anterior.
-Si -dije, quería parecer fuerte pero mi voz no sonó muy bien - ¿que hago aquí?
-Has tenido un accidente en un restaurante -sonaba a mentira segura, quería parecer tan convencido que olvido por completo que tenía un tic, era un movimiento leve no me hubiera dado cuenta si no me hubiera fijado en él, cuando decía la verdad pestañeaba normal, pero cuando decía una mentira, pestañeaba una sola vez y cuando finalizaba volvía a pestañear. Lo capte muy rápido, porque mi amigo Luke tenía el mismo tic, y todos no reíamos de él.
LUKE, un breve recuerdo me vino en la mente.
(FLASHBACK)
Estaba en un bosque apartado del colegio, practicaba tiro con arco, y al lado tenía la pistola para luego practicar con esta.
-¡Layla! -grito alguien, no reconocí la voz. Parecía muy lejana aún tenía tiempo de esconder mi arco y la pistola, que nadie sabía que tenía.
-¡Layla! -volvió este a gritar, pero esta vez si que reconocí, su voz, era Luke.
Fui hasta a él y lo espante.
-¡¡Aaaaaaa!! -grito mi muy buen amigo.
No podía parar de reír, hasta estaba llorando de la risa.
-Muy graciosa -dijo con la mano en el corazón -tenemos que ir rápido al colegio, por el camino te cuento.
(FLASHBACK END)
Daba mucha rabia no poder recordar nada, parecía estar en shoc, me venían viejos recuerdos pero no del día anterior sino de hace una semana.

NOTA DE AUTOR

Es mi primera historia, espero que os haya gustado la primera parte.
Intentare subir cada semana o dos semanas.
Perdón por las faltas de ortografía, intentare no tener muchas.
Por favor no olvidéis de votar y comentar, que eso me ayudara muchísimo.
Gracias

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