Jace
Cuando le hice la prueba a Layla, sabia que lo haría bien, pero no me esperaba lo que sucedió.
La vi que estaba agitada, no sabia que sueños le había tocado, porque cada uno tenia sus sueños y eran diferentes. Estaba sudando no paraba de moverse, me empecé a preocupar, así que la sujete para que no se cayera.
Cuando se despertó parecía ida, mire el resultado y no me podía creer lo que salia en la hoja.
Antes en la hoja del resultado salia que poder tenia, pero ahora el consejo, ha cambiado la forma de organizar a nuestros enemigos, los que tienen súper poderes.
Ahora los separamos por colores. El color rojo, es el poder de la energía, dentro de este poder puedes controlar el agua, el fuego, el aire, la electricidad entre otros tipos de energía. El color azul, es el poder de las mentes, se caracteriza en que puedes controlar cosas con la mente. Dentro de este tipo de energía, hay como diferentes apartados, en uno hay la telequinesis, la capacidad de mover objetos con la mente, uno diferente es la persuasión, capacidad de hacer que otras personas realicen acciones sin poderse negar, en otro hay la cronoquinesis, la habilidad de controlar el tiempo, el siguiente apartado es la telepatía, habilidad para comunicarse con otros con los pensamientos. Entre otros.
El color gris, es el poder de desaparecer, uno muy conocido es el poder de la invisibilidad, la metamorfosis, poder de cambiar de forma o aspecto, o la teletransportacion, también una cosa que no sale muy a menudo pero esta dentro de este color es la adaptación reactiva, es la habilidad de adaptarse a cualquier ambiente en cuestión de segundos. El color verde, es todo lo que tiene que ver con la vida. Uno de estos es el factor curativo, es el poder de sanar de cualquier herida menos cuando estas muerto, otro bastante conocido es darle vida a objetos que no se mueven, como las plantas, los muñecos entre otros. También esta la eternidad pero no es muy popular. El color blanco, un poder muy conocido en este color es el de volar, hay dos tipos, unos son los que pueden volar con alas y los otros son los que pueden volar sin alas. En este color aunque no tenga nada que ver con volar es la omnilinguistica, es el poder de hablar todos los idiomas existentes o por inventar.
El último color es el negro, el consejo no nos ha dicho que poderes hay en este color pero nos han avisado de que es muy peligroso y que se tiene que avisar a los superiores sino puede haber consecuencias.
Y justamente en la hoja de Layla salía el color negro y no sabia que hacer. Estuve pensando que hacer y no conseguía pensar en una buena solución , levante la vista y la vi que estaba abriendo la puerta con miedo pero a la vez segura, y salio corriendo, fui detrás de ella y no tarde mucho en alcanzarla, le di lo suficiente fuerte en la cabeza para que se desmayara pero sin llegar hacerle mas daño, así tendría mas tiempo para pensar.
La lleve a mi dormitorio, que tenia dentro del laboratorio, sin que nadie nos pudiera ver y la deje recostada en la cama.
Mientras esperaba que se despertara estuve pensando un plan, era peligroso, me podían descubrir y matarme, pero necesitaba mi ayuda. Mientras me decantaba entre que hacer, me distraje viéndola dormir tranquila como si estuviera en paz, una paz que ella solo comprendía. Era preciosa, su pelo rojizo largo estaba por su rostro, sus ojos azules que tanto me fascinaban no los podía contemplar porque estaban cerrados, su boca estaba entreabierta y tenia un color muy característico. Solo tenia una bata blanca, donde se podía notar que su pecho subía y bajaba, señal de que respiraba. Cuando estaba cerca de ella era como si la conociera de toda la vida, pero si la hubiera visto antes me acordaría perfectamente, aparté esta idea y me acerqué para apartarle los cabellos que tenía por la cara. Cuando estaba lo suficiente cerca, con un solo movimiento que me cogió por sorpresa, sujeto mi muñeca con mucha fuerza y no me dijo nada, sus ojos lo decían todo. Quería una explicación, una que no obtendría.
-¿Que pasa aquí? -me dijo con una furia que me desconcertó.
-Tenemos que volver -conteste yo, mi voz no salía ningún tipo de sentimiento.
No contesto solo se levanto y me dijo: detrás de ti.
Sabia que tramaba algo pero yo no era nadie para decirle lo que debía hacer, así que me hice el loco.
-Cuando te lleve en tu habitación, debes hacer ver que estas desanimada -le dije sin mirarla.
-¿Y eso? -me pregunto seria, también mirando hacia delante.
-Tu prueba no ha salido muy bien, así que diremos que no había tinta y que por la tarde se tiene que repetir.
-Vale. Se que estas haciendo algo que no deberías así que no hace falta que me digas nada más -cuando me lo dijo no pude mirarla sorprendido -. Pero, ¿que debo hacer?
-De momento nada, ya me encargo yo.
-Perfecto.
Andamos en silencio, hasta que llegamos en su puerta.
-Recuerda lo que hemos dicho -dije yo.
-No te preocupes de nada por mi parte -me dijo con orgullo lo cual me hizo salir una sonrisa que de inmediato desapareció.
Abrí la puerta y Juan no estaba, y me acorde que tenia que pedir el caso de Layla porque no le gustaba su "tutor" por así decirlo.
-Ahora vuelvo, voy hablar con el supremo.
No espere ninguna contestación y me fui.
Sabia que el supremo se resistiría pero no perdía nada en intentarlo.
Estaba delante de la puerta, llame y espere una respuesta que no tardo mucho en llegar.
-Adelante
Entre y vi a mi madre, Hanna.
-Hola- dijo mi madre levantándose y dirigiéndose hacia mi. Nuestra relación nunca fue la mejor, a mi nunca me gusto eso de hacer de cazador, encerrar niños y adolescentes y sin ningún motivo por mi parte. Mi madre en cambio disfrutaba viéndolos sufrir y por eso hoy en día es el supremo, pero cuando acepto ese día para mi era como si ya no tuviera madre.
-¿Como estas? - le dije cordialmente y sin ninguna expresión en mi rostro.
-Muy estresada, cada vez tenemos mas indeseados y ya casi no tenemos lugar aquí -me contesto.
Los indeseados son nuestros enemigos, los que tienen súper poderes claramente, pero a mi nunca me gusto como los llamábamos. Mi mejor amigo, que también quiere ser el supremo, y yo, nos inventamos un nombre para ellos y los decíamos los jinetes.
-Pos que mal -dije, en verdad no me parecía mal, creía que todo el mundo podía estar en libertad y no encerrados para estúpidos experimentos.
-¿Por cierto para que viniste?
-Necesito un favor -dije yo, intentando convencerme de que pudiera concedérmelo.
-¿Que tipo favor? -me dijo, no muy satisfecha.
-Hoy he ido hacerle una prueba a una nueva indeseada y su tutor estaba intentando abusar de ella. Y he pensado si podía ser yo su tutor.
No contesto solo se sentó en su silla y me señalo con la cabeza una silla para que me sentara. Me senté y seguía pensando su respuesta, al final levanto la vista y me la dijo.
-Esta bien, pero necesito que me digas el nombre de su tutor.
-Su tutor era Juan.
-¿Juan que más?
-Juan Rodríguez -dije yo, no muy seguro de su apellido.
-Ha, el extranjero.
-Si, el mismo.
-Perfecto, ahora mismo hablare con él y ahora tu eres su tutor - me dijo mirando unas hojas, seguramente estaría mirando a quien tendría de indeseado -. Por cierto, que te parece ir mañana a comer algo en el restaurante, necesito recuperar a mi hijo -todo esto me lo dijo mirando con una gran sonrisa de felicidad en su rostro.
-No puedo, lo siento, he quedado con Axel que hace mucho que no nos vemos.
Y tal como entre salí.NOTA DE AUTOR
Espero que os guste y no olvidéis de votar y comentar.
Si no entendéis algún poder que he explicado, me lo podéis preguntar.
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LAYLA
Teen Fiction¿Que pasa cuando la descubren? Una chica normal, con unas habilidades que ni ella sabe que existen, es traicionada. Se la llevan y le borran la memoria. ¿Pero, y si ella es inmune? Sigue su historia y sus propios pasos, para resolver su pasado y s...