Cuidados

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Uno de los chicos del equipo de lucha se acercó a Kyu –parece que tenemos un soplón aquí- el menor trató de ignorarlo, pero el otro comenzó a darle empujones con la mano, Jessi sintió a Wook tensarse a su lado, Kyu trató de apartar la mano del chico –déjame...yo no te hice nada a ti- el joven seguía empujando al maknae cuando sintió un baño de jugo mojarle la cara y la ropa –que lo dejes, te lo está diciendo- Ryeo acababa de tirarle el jugo encima y sostenía la botella semivacía, el contrario se molestó -¿acaso quieres meterte en otra pelea enano? ¿no te bastaron los golpes que ya tienes?- el pequeño se molestó, golpeando la botella contra la mesa con tal fuerza que la rompió, apretando el trozo más grande de cristal en la mano hiriéndose la palma –no me importará enterrarte uno de éstos cristales...así que no molestes- el joven luchador lo miró con los ojos muy abiertos –vale...me voy ahora, pero esto lo arreglaremos algún día- se marchó de ahí con el resto del equipo.

-tu..tu...mano- Jessi balbuceaba mirando la sangre que escurría a través de los dedos cerrados de Wookie, el castaño reaccionó entonces soltando el vidrio y mirándose atentamente la mano herida –no es nada SooYeon, no te asustes- JongWoon se quitó la corbata que llevaba y trató de vendar la mano del menor –esto servirá hasta que llegues a casa y alguien pueda curarte- el castaño asintió comenzando a caminar hacia la salida y Kyu caminó detrás de él.

-No puedo dejarte ir así- Kyu caminaba a pocos pasos de su mayor, el bajito le sonrió –estoy bien, no te asustes- el pelinegro tomó la mano no herida de su hyung, jalándolo suavemente –vamos, antes de que vayas a casa debo curarte- el castaño se resistió un poco, pero al final cedió, dejando que el otro lo guiara hasta su auto, en el cual lo ayudo a subir y lo llevo a su propia casa.

Wook se sorprendió al ver la enorme propiedad en la que vivía el joven maknae –sabía que tus padres eran empresarios, pero jamás había venido a tu casa- Kyu rió suavemente –en realidad pocas personas conocen realmente mi vida, no me gusta que sepan que mis padres son ricos...de hecho en la escuela, tú serás el primero-

-¡Ah!- Ryeo dejó escapar un quejido al sentir el desinfectante tocar su piel –arde...arde mucho- el menor asintió –lo sé...lo sé...pero debes aguantar o el asunto puede ponerse realmente feo, no quiero que vayas a coger una infección- el castaño recargó la cabeza en la mesa sobre la cual tenía la mano soltando un suspiro y cerrando los ojos –ok...entiendo, aguantaré- Kyu siguió limpiando la mano de su hyung -¿en verdad era necesario esto?...estoy muy seguro de que recordabas perfectamente quien eras en ese momento- el bajito abrió los ojos –no fue por eso que lo hice ésta vez...en realidad yo, estaba demasiado molesto porque ese chico no te dejaba en paz- el menor le sonrió –gracias- Wook se incorporó –no agradezcas...es de las pocas cosas que puedo hacer por ti- el pelinegro no contestó, simplemente terminó de poner una venda en la mano de RyeoWook, sonriéndole de nuevo.

Vida prestadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora