-¿Hola?- espero a que me contesten al otro lado de la línea telefónica.
-¿Hola, María Lucía?- me suena la voz, pero entre la gira y el nuevo disco no doy con quien puede ser- le llamamos de Antena 3, debido a que el programa La Voz de la que era coach se ha trasladado a nuestros estudios. En definitiva, queríamos saber si usted querría forma parte de los coaches de esta nueva edición del programa.
-¡Claro! Siempre me hace mucha ilusión el formar parte de este programa- en ese momento baja Alborán por la escalera y me da un pico, como de costumbre- ¿y quiénes serían los otros tres coaches?- me siento intrigada, nunca me lo han querido decir hasta el día de las reuniones de ejecutiva.
-Se supone que no se lo podemos decir, pero entre tú y yo, son Alejandro Sanz, Pablo López y Pablo Alborán
Estoy súper contenta porque voy a estar muy pero que muy bien acompañada, aunque no sé si a mi Pablo le hará gracia que este López...
-Perfecto, pues contad conmigo.
- Ya le mandaremos la información necesaria sobre el día y la hora de la reunión para aclarar todo.
- De acuerdo, adiós- y cuelgo.
Cuando me meto en la cocina para comer algo me doy cuenta de que Pablo ha hecho crêpes con nutella, ¡Dios cómo me conoce!
-¿Quién era cielo? Se te veía ilusionada - y otra vez su temporada de celos vuelve a resplandecer...
-Pablo, eran los de Antena 3, soy oficialmente coach de La Voz- digo contenta- Y creo, que tú, Pablo Moreno de Alborán, me has ocultado tu participación- le digo para que se le pasen sus celos.
Me sorprende cuando me abraza y empieza a besar mi cuello.
-Pablo, para o no saldremos de aquí hasta mañana- digo con dificultad.
-¿Y quién dijo que quiera salir hoy?- y con esa simple pregunta ya me tenía loca, besándole apasionadamente justo cuando llaman a la puerta.