Narra Malú
Después de cantar El Patio, me pidió cantar 2 canciones más con él.
-¡Claro!-dije ilusionada- no puedo decir que no...
-Vale, cielo, cantaremos El Patio, Ángel Caído y Te Espero Aquí. ¿Te parece bien?-pregunta.
-¿Ángel Caído? Ayyy, ¡te amo! Me parece genial...-sonríe.
-Yo también, mi vida.
Hemos acabado todos la prueba de sonido, y salimos a tomar un café. No queda nada para que empiece el concierto. Salimos como podemos de aquella multitud de gente que nos estaba esperando fuera y nos dirigimos a la cafetería. Por suerte allí nadie nos conocía, y podíamos estar allí tranquilamente.
Nos sentamos en una mesa grande y mi Pablo fue a pedir los cafés, allí estábamos todos sentados y hablando de la prueba de sonido. La verdad es que todos estábamos nerviosos...
Cuando Pablo se acercó con todos los cafés en una bandeja no pudimos evitar reír, parecía un camarero de verdad. Después de dejar la bandeja en la mesa y sentarse, me dio un pico en los labios. ¡Qué bonito era!
-¡Belén!- chilló una voz de hombre desde la puerta. Ella se dio la vuelta.
-¿Marco?-chilló Yara-¿no te quedó claro que eran unas vacaciones de chicas?-remarcó la última palabra.
-Sí, hermanita. Tenía ganas de ver a mi amor... -dice abrazándola.
-¡Ayy!¡Marco!-dijo Belén saliendo del baño. Corre hacia él y le besa, un beso apasionado.
Marco saludó a todos, y después de terminar el café volvimos a La Malagueta.
-Qué recuerdos me trae esto...-dijo Vane.
-Es que las del trío lechuga siempre reinaran-dije riendo.
-Somos unas Diosas-contestó Pastora mientras entrábamos al camerino- las diosas lechugas. Hablemos de amor.
Teníamos un camerino para cada 3 personas, yo quería uno con Pablo, pero no pudo ser...
-¿De qué amor quieres hablar, Amparo?-pregunta Vane.
-Siempre hablamos de ti, hablemos de Palú. Me han dicho que cantáis 3 canciones juntos ¿no?-pregunta Pili.
-Uy, eso es una declaración de amor en toda regla- contesta Vanesa.
-¡Ay, no seáis pesadas! Le quiero muchísimo y siento que esto va a durar... pero... no se.
-¿Tienes dudas?-pregunta Amparo. Vane solo escucha, no dice nada hasta el final, quiere saberlo todo antes de dar un buen consejo.
-No lo sé, Pili. Siento que no hemos empezado las cosas bien, que no hemos hablado con Alborán... pasó todo tan rápido. Es muy confuso, y a veces pienso que no está pasando y que sigo prometida con aquel Pablo del que me enamoré una vez-hice un silencio-sé que es pasado... que estoy con López, que le quiero más que a nada, que le amo... y siempre lo he hecho. Siempre he amado aquel niño que jugaba en los patios... porque sé que los zapatos saben muchas cosas. Y los míos me dicen que voy a brillar esta noche.
-Amiga... cálmate. Las cosas pasan por una sencilla razón, el amor no se explica y es cuestión de piel. Las cosas nunca salen como tú esperas, como tú lo piensas. Siempre salen al revés, si tú le quieres, si le amas... si darías todo por él, y lo dejarías todo... eso es amor, Lula. Y creo que lo que estás viviendo con Pablito es exactamente lo que yo definiría como amor. Tendrías que hablar con Alborán y contarle lo ocurrido, o arreglar algo. Pero recuerda, el amor no se explica... todo es cuestión de piel-termina Vanesa mirándome. Oímos unos aplausos desde la puerta del camerino, están Yara y Ana escuchando atentamente el discurso de Vane. Me hace gracia ver a las dos apoyadas mirándonos y sonriendo, tenían la misma postura. Estaban para una foto.
-¡Ya no podemos hablar tranquilamente!-se queja Amparo riendo.
-¿Qué hacéis vosotras aquí?-pregunta Vane.
-Pues no sabia que hacer porque Belensio está making off en nuestra sala o camerino o lo que sea-dice Yara riéndose.
-Pero... ¿cómo Belensio?-pregunto.
-Belén y Marco. Belensio-contesta.
-Belensio... bonito shippeo-dijo Ana.
-Yara...-dijo Vane acercándose a ella-¿estás mejor?
-Sí, tranquila-sonríe.
-Sabes que puedes contar con el trío lechuga para lo que quieras-Amparo.
-¡Claro! ¿Con todas, verdad?-dije.Narra Belén
-Te echaba de menos-dijo Marco sonriendo. Me besó, un beso largo, romántico... me encantaban.
-¿Y a qué se debe está sorpresa?-pregunto abrazándolo.
-Pues no estaba nada planeado... -me contesta riendo.
-Eres increíble. No me lo esperaba...
-He hablado con mi hermana, está siempre enfadada.
-Aparenta estarlo. Pero ella te quiere. Se nota.
-Sí, en el fondo...-ríe-en el muy fondo.
-Te digo yo a ti que sí...-dije. Llamaron a la puerta, dentro de poco empezaba el concierto.
-¡Chicos en 15 minutos empezamos!-dijeron. Abrimos la puerta y vemos cómo en el camerino de los chicos están todos nerviosos moviéndose de una esquina a otra, con cara de pánico.
-Venga, que sólo es un concierto más...-dice Marco.
-No, es el concierto...-contesta Pablo sin parar de moverse. Pasamos por el camerino de las chicas, que se estaban preparando y maquillándose.
-¿Dónde está Sole?-pregunta Ana nerviosa-¡tiene que estar aquí ya!
-Ya las maquillamos nosotras-digo guiñando un ojo a Yara- en menos de cinco minutos están listas.
-Belén...-me llama Malú-tú... das un poco de miedo.
-¡No hombre, que yo maquillo muy bien!-digo riendo. Yara no decía nada, hasta que le señalo a Vane para que le maquillara, Ana se ocupaba de Pili y yo de Malú.
-¡Cuidado no me saques un ojo!-dice Pili mientras Ana se sienta en sus muslos. Nosotras hacemos lo mismo.
-¡Madre!-oímos una voz- me da que aquí no me necesitáis... así que me voy a por los chicos.
-Lo sentimos, Sole...-dice Vane riendo.
-¡Vaya dos... cómo se nota que es mi hermana!-suelta Marco desde la puerta. Solo él y yo sabíamos de lo que hablaba. Alguna vez que otra se sentaba en mis muslos y me maquillaba como él quería. No pude evitar reír ante el comentario...
-A veces me das miedo, hermanito-dice Yara- ¡de qué estará hablando!
-Belenzuela me entiende...
-Ya estáis chicas-decimos las tres a la vez.
-Somos unas profesionales. ¡Team Putu manda!-digo mientras nos levantamos de los muslos de las chicas.
-Cinco minutos...-dicen por ahí.
-Estoy nerviosa y ni siquiera es mi concierto...-dice Vane-¡madre, cómo estoy hoy!
-¡Vamos a coger sitio en primera fila!-digo cogiendo a Yara de la muñeca.
-¡Suerte chicas!-dice Yara saliendo de la puerta.
Nos sentamos en el sitio que estábamos antes, donde se veía perfectamente el escenario desde allí dentro. Estamos sentadas en una caja, y no podía callármelo. Tenía que preguntarle...
-¿Qué ha pasado, Yara?-pregunto. Un largo silencio nos rodeó. Miro todo aquello, había tanta gente detrás del escenario... y en una esquina escuchándonos, estaba Vanesa. Me mira y hace el gesto de silencio. Le digo con la mano que venga.
-Hola...-dice acercándose.
-Siéntate, anda-digo, se sienta al lado de Yara.
-No se, Belén-empieza a hablar Yara-tenías razón en todo lo que me dijiste, no se porqué no te hice caso. Yo...
-Tía, ¿qué caso me tienes que hacer a mí? Si estoy loca. Tenías que hacer caso a tu corazón, y así lo hiciste-contesté acariciando su espalda.
-Yo... sé que hice mal en confiar en él. Tenía que quererme a mí misma antes que a él, y nos queríamos a matar, pero las cosas se acaban...como todo.
-Todo se acaba de un momento a otro... no siempre tienes que vivir con lo mismo, las cosas cambian...-dice Vanesa apoyando la mano en su muslo- confía en ti más que en los demás. "Qué raro se hace el camino de vuelta, que injusta la batalla de decir adiós..."
-Lo plasmas todo en tus canciones. Haces magia, gracias por ello-dice Yara mirándole a los ojos.
-Vaya dos... ¡yo he venido a ver el concierto eh!-digo riendo. Se que hay algo entre ellas, tienen aquella complicidad que tanto se busca.
-¡Málaga!- la voz de Pablo se oye, empieza a sonar la música- ¡mi tierra querida!