Narra Malú
Después de aquella parte del día en la piscina decidimos acabar el día en la playa. Mañana teníamos un concierto increíble y teníamos que pasarlo bien, ya que nos quedaban pocos días de relax. Tenía tantas ganas de ir a ver el mar... quedaba poco para el atardecer, así que dimos un paseo a petición de Vane. Pablo y yo íbamos delante, y detrás iban Pili y Vane hablando de sus cosas; los demás se habían quedado tumbados en la arena, se les notaba cansados de tanta piscina.
-Cariño...-dice Pablo- tenemos que hablar con Alborán.
-Pablo, no creo que sea buena idea... mejor dejar las cosas como están.
-Creo que Pablo tiene razón, tendríais que hablar con él, y al menos aclarar las cosas-interviene Pastora.
Vanesa me mira admitiendo. Confío plenamente en ellas, y Pablo lo sabe perfectamente.
-Vale... pero por favor, no me metáis presión.
-Tranquila, amiga. Vamos a estar aquí para todo... pero no te tranquilices tanto que te conocemos...-dice Pastora.
-Ves que buenas amigas tienes... ¡si es que pa quejarse!-escandaliza Vanesa mirando al horizonte.
-¡Illa, no la líes... no escandalices tanto que ya te vale!-ríe Pili.
-Ay, Piluca... déjala, ¡ella está en su mundo!-exclama Pablo.
-Ejem...Vane, guapa...-digo mirándola- deja de mirar a esa chica y estate a lo nuestro.
-Ehhh... sí, sí. Claro, estoy de acuerdo contigo.-dice empanada.
-Ya se nos ha enamorao-dice Pili con su acento andaluz que tanto me gusta.
-¡No digas tonterías!- se defiende.
-Pablo... estás calladito ehh-digo rozando su mejilla con mi pulgar.
-Es que el trío lechuga me hace perder la voz...-reímos todos.
-Vamos-decimos Pastora y yo a la vez, y mirando a la chica.
-¡No, por favor os lo pido!-roga Vanesa.
-Venga mujer, que tú no eres nada vergonzosa-comenta Pablito- y el trío lechuga se acerca a ellas y ataca.Nos vamos acercando poco a poco, no sabemos que excusa poner, así que decidimos preguntar la hora. Vemos que son dos chicas, sentadas observando el poco sol que queda.
Narra Vanesa
-¡Hola, chicas!-dice Pili con poca vergüenza.
-¡Ay, no puede ser!-dice su amiga, mirándonos- Yara, ¡las lechugas!
-No exageres, anda-dice ella.
-Quítate las gafas y lo comprenderás, señora.
-Señorita.-corrige sonriendo.
-Ay, pensábamos que no nos íbais a reconocer...-comenta Malú, cómo no, mirando a Pablo que estaba detrás.
-¿Pablito López?-dice mirándolo, está sorprendida, se le nota en la mirada. Pero ella no dice nada, me mira, me sonríe...
-Sí, soy yo, pero tranquila que no te dé algo...
-Mujer, relájate... y no te mueras que no quiero soportar a mi hermano sola...
-Tú lo soportas, a mí me encanta- no sabemos qué decir, hablan ellas solas.
-Vale, veníamos a preguntar la hora, pero me da que no os importa si nos sentamos aquí con vosotras-me atrevo a hablar.
-Para nada, Vanesa-dice mirándome y sonriendo.
-Como vosotras sabéis nuestros nombres, ¿qué os parece si nos decís los vuestros?-pregunta Malú.
-Sí, yo soy Belén-dice mientras se levantan- más conocida como Belenzuela la cazuela.
-Yo me llamo Yara, y Yaris o Payara son mis dos nombres artísticos-reímos ante las gracias.
-Vaya dos locas... ¡y luego dicen del trío lechuga!-digo sarcástica.
Belén se abalanza sobre cada uno y nos abraza, a Yara no le queda más remedio que hacerlo también, pero se notaba en su cara que al llegar a mí se emocionó bastante. Nos sentamos, y un incómodo silencio vino a nosotros. No sabía si hablar o no, encima que me había sentado al lado de Yara. Pablo interrumpe mis pensamientos.
-Sé que esto es complicado, y menos porque os acabamos de conocer... pero visto lo visto...
-¿Me vas a pedir matrimonio?-suelta Belén de repente.
-¡Claro, y me quedo yo con mi hermano!-dice Yara riendo y quitándose las gafas. Sus ojos color miel me fascinaron, brillaban con la poca luz que quedaba del sol.
-Lo siento guapa, pero él es mío-dice Malú.
-No... ¿Palú existe?-pregunta, pero Yara le interrumpe.
-Es el mejor día de mi vida, Yara. Voy a dejar a tu hermano y voy a vivir la vida loca contigo. Menos mal que lo hemos dejado en Madrid y te he hecho caso para venir aquí y bajar a estas horas a la playa-dice imitando a Belén.
-También, también-dice Belén-pero a tu hermano no lo voy a dejar ni de coña, bueno quién sabe, en un futuro...
-No puedo con estas dos-digo riendo. Me mira sonriendo, tiene la sonrisa más bonita que he visto en mi vida.
-¿Me vais a dejar hablar?-pregunta Pablo con los ojos en blanco-¿queréis ver mi concierto en primicia, en el backstage?
-¡Sí, sí, sí!-chilla Belén emocionada-mi sueño...
-¡Qué ilusión!-dice Yara-muchísimas gracias, Pablo.
-Oye, y estos chicos... ¿seguirán allí?-pregunta Pili.
-No nos hemos movido demasiado...-digo mirando para allí-se ven sus siluetas a lo lejos.
-Estamos deseando saber de quiénes habláis...-me mira Yara, abriendo bien los ojos.
-Venid con nosotros y lo adivinaréis...-digo levantándome.Llegamos a donde estaban y Yara y Belén corren hacia ellos. Yara abraza a Orozco, y Belén a Alborán, todos reímos al ver las caras de los demás al verlas allí.
-¡Marido mío!-dice Yara abrazándole y llorando, cosa que no me hace mucha gracia.
-¡Ay, que bonita que eres!-le contesta-¡Cuánto tiempo!
-Hola, soy Belén...
-Más conocida como Belenzuela la Cazuela-decimos todos a la vez.
-También, ya me vais conociendo profundamente-ríe Belén.