Narra Pablo L.
Llegó el día tan esperado, habíamos quedado para ir todos juntos hasta La Malagueta. Belén y Yara nos acompañaron también, y se veía que nos estábamos haciendo buenos amigos. Estábamos en el hall del hotel, como siempre esperando a mi Malú y a Pastora, que se estaban preparando para el ensayo.
-Yarita, ¿qué tal con ya sabes quien?-pregunta Orozco, a lo que Vanesa le mira con mala cara.
-¿No ves que nadie se entera de lo que estás hablando?-pregunta Yara mirándole.
-Oye, ¿y vosotros de qué os conocéis?-me atrevo a hablar.
-Todos estamos deseando saberlo...-dice Belén- esta niña no me cuenta nada...
Yara y Antonio se miraron, sin saber cómo explicarlo. Él rodeó su cintura con el brazo, y cerca del oído susurró algo que nadie logró oír.
-Bueno...-empieza a hablar Yara- nos encontramos hace años en Barcelona.
-Ahh, entonces él es el chico de Barcelona del que tanto me hablaste, ya decía yo que era muy raro de ti no decirme su nombre.
-Es que si te lo decía te daría un patatús, y sabes perfectamente que me es imposible vivir sin ti-contesta Yara sonriendo.
-Qué cosas más bonitas me dices, que pena que tu hermano no diga lo mismo...- dice Belén con media sonrisa.
- Ya sabes cómo es...- el sonido del teléfono le interrumpe en medio de la frase. Lo coge, y va a una esquina a hablar. Belén y Vanesa no paraban de mirarla, estaban preocupadas porque le cambió la cara rápidamente, intentaba no llorar pero le salió más de una lágrima. Vane fue detrás de ella, y pidió permiso para acompañarla, ella aceptó. Y allí estaban las dos sentadas en la esquina de un sofá de aquella recepción.
-¿Y a qué se debe eso de "marido"?-pregunta Alborán cogiéndole de la cintura a Belén, cosa que hace que ella se pusiera roja como un tomate.
-Apodos...-dice Orozco rodeando los ojos.
-Ya... oye ¿cuándo vienen estas?- pregunta Jenny incómoda.
-Por ahí vienen...- una sonrisa me iluminó la cara, que chica tan guapa. Por estas cosas si esperaría toda la vida- guau, que bonita estás, reina...
-Y ¿cómo es eso de reina? Tú sí que estás guapo, cariño- me contesta besando mi mejilla.Narra Yara
Noté como alguien me seguía, y me di la vuelta para ver quien.
-Lo siento... no quería...no quería dejarte sola...-dijo sonriendo.
-Tranquila-le dije secando mis lágrimas. Me senté en un sofá y ella lo hizo a mi lado.
-Sí, claro...-contesté al teléfono. Un largo silencio mientras él hablaba desde la otra línea.
-Pero... yo te entiendo, no me puedes hacer esto...- otro silencio.
-Mira, ya me cansas, tendría que haber hecho caso a Belén, no a ti ni a tus promesas falsas. Adiós, vete de mi casa, y no vuelvas a buscarme en tu vida...-silencio- ni pero ni nada, hasta siempre, Alex.Colgué, y vi que Belén también estaba allí, nos íbamos ya a la prueba de sonido. Me apoyé en el hombro de Vanesa y mis lágrimas empezaron a caer sobre mis mejillas.
-Yaris...te lo dije...-noté cómo se sentaba a mi lado.
-Y no supe escucharte- dije- lo sabías perfectamente.
-Cuenta, ¿qué ha hecho ahora?- pregunta impaciente.
No pude levantarme de allí, ¡joder, qué bien olía! Se notaba que se había echado colonia, pero sólo un poco. Su voz me sacó de mis pensamientos.
-Ya tendrá tiempo para hacerlo-dijo sonriendo y mirando hacia Belén- cuando estés preparada...-me levantó la cabeza con su mano en mi barbilla, y con la otra secó mis lágrimas- puedes contar conmigo... o con nosotras.
-Gracias, Vanesa...-qué mirada más bonita tenía, que ojos. Ella no tardó en quitar la mano de mi barbilla, y pudo quitarme el pelo de la cara. Nos quedamos mirándonos un tiempo, hasta que Belenzuela nos interrumpió, cómo no...
-Oye, que nos están esperando...¿Os dejamos aquí y vais mas tarde, o cómo hacemos?
-A nosotras creo que no nos han invitado...- dije.
-Ya. Bueno yo me autoinvito a mi misma. A ti te pueden invitar-dijo mirando a Vanesa.
-Claro... os invito yo a mi Malagueta...- dijo sonriéndome y marcando su acento andaluz que a mi me encantaba.Nos levantamos y fuimos con los demás.
-¿En qué coches vamos?- preguntó Belén. Los demás miraron con ojos abiertos- ¿qué? Yo, con mis 35 años que tengo, soy apta para autoinvitarme y a Yara le han invitado...
-Vale, cogemos los coches y que cada uno lleve a alguien- dijo Pablo sin quitar la mirada de Lula... me encantaba esa complicidad que tenían.
-Vale- dicen todos a la vez.Vi cómo Antonio me miraba, y seguramente esperaba a que me subiera a su coche para hablar de lo que me ha pasado con Alex. Pero no, no iba a hacerlo. Belén e India se montaron en el coche de Alboran, los Antonios y Melendi fueron en otro, y Malú, Pastora y Pablo en el último. Solo quedaba uno, el de Vanesa; y solo quedábamos nosotras dos. Me abrió la puerta del coche y entré, el viaje fue incómodo, no hablábamos... hasta que...
-Yara...-rompió el silencio- lo siento...
-¿De qué estás hablando, Vanesa?- pregunté girando la cabeza para mirarla. Ella no dejaba de mirar a la carretera.
-No tendría que haber ido detrás tuyo, no me incumbe... yo...-dijo.
-Has hecho bien, tranquila. Y sí que te incumbe, ¿somos amigas, no?-giró la cabeza para mirarme. Se notaba me miraba con otros ojos.
-Gracias por confiar en mí.
-Gracias a ti por preocuparte-sonreí, y ella sonrió. Me perdía en su mirada, me perdía en sus ojos brillando para mí.Narra Malú
No pude dejar de mirarle, qué guapo estaba. Llegamos en 10 minutos aproximadamente, y todos los managers estaban allí, esperándonos. Miré por la ventanilla, había una cola increíble, llena de fans esperando para entrar. Después de sacarnos fotos con ellos, entramos para la prueba de sonido.
-Oye... últimamente el trío lechuga está dividido eh...- dije dando codazos a Vane, que estaba al lado mío esperando para salir a cantar.
-Uyy, Vane... ¿qué no me cuentas?- dice Ana apareciendo por allí.
-Nada, ya te contaré...-contesta sonrojada.
-No tendrá que ver con las chicas que están allí-dice señalando el otro lado del escenario. Sitio en el que Vane no paraba de mirar.
-Te contesto yo, Anita... sí, aquella chica de pelo negro y ondulado, con una blusa blanca y pantalón largo-dije riendo.
-¡No!-mira a Vane- la vas a desgastar, mujer.
Río. Empiezan a sonar los primeros acordes de la canción que me tocaba cantar con mi...¿novio? Qué bien suena... Salí a cantar, miré a la izquierda, allí estaba Belén con la boca abierta, y Yara mirando de reojo a Vane. La canción que me tocaba cantar era una que me llegaba al corazón, El Patio... nuestro patio, donde pasábamos tardes infinitas riendo... y me emocioné al acabar de cantarla con él, me emocioné al verle ahí tocando el piano. Me sentía pequeñita a su lado, pero a la vez me llenaba, era una sensación extraña.