Capítulo 6

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Vamos rápidamente al hospital. No puedo creer que me estuvieran ocultandome esto.
-¡Maldito tráfico! (Grita mi hermana mientas da un golpe al volante).
Después de varios coches acelera y llegamos al hospital. Nos bajamos del coche y corremos hacía la sala en la que está Rubén, pero por el pasillo nos para una señora.
-¿A dónde creen que van?
-Tenemos a nuestro hermano en esta habitación. (Dice Andrea)
-No se puede pasar.
-¿Cómo que no podemos entrar?
-No. No puede recibir visitas, solo pueden entrar de 10 a 1 y de 4 a 7. Y me temo que ya pasó la hora de las visitas.
-Mire señora, me acabo de enterar que mi hermano está enfermo. ¿Y me estás diciendo que no puedo verlo? (Le respondo totalmente alterada)
-Siento muchísimo que no le informaran pero son las normas.
-Me dan las normas, quiero verlo.
Entro en la habitación, veo a mi hermano tumbado en la camilla rodeado de cables. Se me para el corazón y me acerco a junto de él. Me agacho y le cojo la mano, no puedo dejar de llorar y además no soy capaz de expresar palabra alguna. Noto como alguien me coje de la cintura.
-¡Suélteme, quiero estar con él!
-Tranquila, puedes estar aquí hasta la 1 de la tarde.
-La enfermera que está fuera me dijo que no puedo pasar...
-No se preocupe.
-Gracias. ¿Le puedo hacer una pregunta?
-Por supuesto.
-¿Se va a morir? (Digo con lágrima en los ojos?
-No, claro que no.
-¿Y por qué está aquí?
-El sufrió un desmayó por falta de glucosa. Tuvo un bajo nivel de azúcar en la sangre debido a que se libera demasiada insulina en el torrente sanguíneo.
-Ah, no entendí muy bien pero bueno... ¿Qué tratamiento tiene que seguir?
-Pues le vamos a mandar inyectarse un glucagón. Este es un medicamento que eleva el azúcar en la sangre.
-Vale.
-Usted no se preocupe. Su hermano se pondrá bien.
En ese momento entra mi madre en la habitación.
-Les dijo a solas. (El doctor se marcha)
-¿Por qué motivo no me lo dijisteis?
-No era el momento... Además no sabíamos como te lo ibas a tomar.
-¡Es mi hermano, tengo derecho a saberlo!
-Cariño tranquilizate...
-¡No me pidas que me tranquilice si me estuvisteis ocultando esto dos meses!
-Lo sentimos mucho...
Me voy de la sala, bajo por el ascensor hasta la primera planta donde está la cafetería.
-Buenas días.
-Hola.
-¿Qué tal se encuentra su hermano?
-¿Quién es usted?
-Mm un amigo de la familia. Permitame que me presente. Mi nombre es....

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