Capítulo 25

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Voy a mi habitación, piscina o como se supone que debo llamarla y me pongo cómoda.
Cuando me traigan mi maleta no voy a saber dónde demonios ponerla.
La verdad es que no sé porque le gusta tanto esta habitación a la tal Nicolette, vale, tiene piscina ¿Y a mi qué? También hay una piscina fuera... ¿Dónde se supone que voy a poner mi ropa? Que yo sepa este sitio no tiene armarios...
Me siento en la cama, me quito los zapatos y los calcetines y pongo los pies en el agua. Alfred tiene razón, el agua está calentita, dan ganas de tirarse de cabeza y darse un chapuzón, pero no, no lo haré.
Me pregunto cómo seran mis días en este hogar, porque yo no conozco nada de U.S.A y por lo que sé este es el barrio más caro de todos.
Al cabo de unos minutos tocan a la puerta.
Xxx: El almuerzo se servirá en unos minutos.
Y se marcha. Nuevamente tengo que volver a usar mis zapatos y para mi desgracia tengo varias heridas en los pies...
Salgo y bajo por las escaleras hasta llegar al final. Llego a la cocina y no puedo creer lo que veo... Es hombre que dice ser mi padre está sentado en la mesa con la dueña.
Catalina: Daniela...tu padre ha venido para hablar contigo...Será mejor que me marche...
Catalina se marcha sin darme tiempo a decirle nada y me quedo sola con este hombre.
Yo: Márchate, no eres bienvenido en esta casa.
Joseph: No he venido aquí por gusto, la verdad es que hay algo que debes saber...
Yo: Continúa...
Joseph: El juez ha ordenado una orden de detención contra tu madre por un delito de sustracción de menores, está condenada a cárcel de 3 a 5 meses
Yo: ¡¿Cómo?!
Joseph: La policía ha venido al apartamento cuando a ti te llevaban para esta casa. Mira, sé que tu madre no se ha portado muy bien ocultándoos mi identidad pero lo que le está pasando no es nada bueno...
Yo: Yo tampoco sé quién ha podido denunciar pero ten por seguro que yo no.
Joseph: No digo que te estoy echando la culpa a ti, te pregunto si sabes quién ha podido hacer algo tan grave.
Yo: Seguramente mi padre, haría lo imposible por arruinar la vida de mi madre.
Joseph: En realidad tu padre verdadero soy yo, pero supongo que te refieres a su padre adoptivo.
Yo: Me refiero a mi padre, que fue el que me cuido durante 17 años.
Joseph: Y también te maltrató, no lo olvides.
Yo: Tú no eres nadie para venir aquí a hablarme de lo que me hizo mi padre. Padre se puede llamar a una persona que te cuida, te protege y demás cosas pero tú no hiciste nada de eso, así que lo siento, pero tú eres mi padre.
Joseph: Sabes que siento haber perdido tanto tiempo alejado de vosotros, de mis hijos, pero ya sabeis que vuestra madre me tenía amenazado...
Yo: Y mucho menos puedes venir aquí a hablar hablar mal de mi madre. Así que ya que has dicho lo que tenías que decir ahora vete.
Joseph: Me parece muy mal esto qué estás haciendo...
Yo: Vete si no quieres que llame a seguridad, y no vuelvas a aparecer por aquí si no quieres acabar igual que mi madre, porque te juro que te pondré una denuncia como vuelvas a aparecer por mi vida, que ni eres padre ni eres nada.
Joseph: Sí eso es lo que quieres está bien, me iré. Que sepas que siempre te quise y te querré hasta el fin de mis días.
Yo: Ahora largate.
Joseph se marchó por la puerta, y yo no pude evitar llorar, Catalina se acerca a mí y me dice...
Catalina: ¿Estas bien? ¿Ese hombre te agredido?
Yo: No, por favor acompáñame a comisaria.
Catalina: Ok, esta bien, vamos.
Catalina aviso al chófer y jamás me imaginé que hablaría de un avión puesto que pensé que nos íbamos a ir en coche, pues de Nueva York a Texas hay una distancia de 26 horas en coche y 3 horas en avión. Al llegar a la comisaría de Nueva York no puedo evitar sorprenderme al ver a mi padre adoptivo hablando con uno de los policías. ¿Qué mentiras les estará contando ahora?
Catalina me lleva a hablar con un policía y a su vez el policía me lleva una sala donde solo estamos él y yo.
Policia: Cuénteme señorita, ¿Que le trae de por aquí?
Yo: Quiero poner una denuncia contra Antonio Camilo Diaz Gil por un dos delitos, uno de violencia de genero y otro de violencia domestica.
Policía: ¿Puede decirme quién es ese hombre?
Yo: Ese hombre es mi padre adoptivo.
Policía: Está bien acompáñame...
El policía me lleva otra sala donde hay más policías. La verdad es que en ningún momento pensé en denunciar a mi padre, pero jamás creí que fuera capaz de hacer una cosa como esa no sé en qué estaba pensando ya se había divorciado que más quería.
Yo: Un momento quiero hacer otras dos cosa más... (le dije a un policía que estaba escribiendo rápidamente en su ordenador)
Policía: ¿Que desea?
Yo: Quiero poner una orden de alejamiento contra Antonio Camilo Diaz Gil y deseo saber de cuánto es la fianza de María del Carmen Vega Suárez...
Policía: ¿Acaso pretende usted pagar su fianza?
Yo: Por favor esa señora es mi madre dígame de cuánto es...
Policía: La fianza total asciende a unos $2457
Yo: Nos veremos para la semana...
Policía: ¿Va a pagar usted sola tanta cantidad de dinero?
Yo: Haría lo que fuera por salvar a mi madre.
Policía: Como desee, nos veremos la semana que viene...
No quería que se hombre se volviera a acercar a mí así que pensé que lo mejor era eso, ese hombre había arruinado la vida de mi madre y no iba a permitir que arruinar a la mía también.
Ibamos a coger otra vez ese avión privado blanco que parecía de cuento de hadas hasta que frené en seco antes de subir.
Catalina: Querida...¿Ocurre algo?
Yo: Quiero ir al apartamento, tengo que hablar con alguien...
Catalina: ¿Queda muy lejos?
Yo: Solo a media hora andando. Usted puede ir a Texas si quiere...
Catalina: No voy a ir yo sola. Esperaré en The Tipple hasta que termines.
Yo: ¿En dónde?
Catalina: Es un bar que está ahí al lado. 
En ese momento saca una pequeña hoja de un pos-it y me la dá. 
Catalina: Si ocurre algo no dudes en llamarme, nos vemos en una hora. 
Me fuí andando para el supuesto apartamento, sabía muy bien lo que iba a decirle. Llegué al edificio pero como no tenía llaves tuve que llamar al telefonillo...
Joseph cogió el telefonillo y dijo:
Joseph: ¿Diga?
Yo: Soy Daniela, ¿Puedes abrirme?
En ese momento el portal se abrió, subí en el ascensor hasta el cuarto piso y ví que la puerta estaba abierta.
Joseph: ¿Se ha perdido usted? (sonaba demasiado sarcástico)
Yo: No he venido para discutir, quiero hablar contigo.
Joseph: ¿Cómo? ¿Estás borracha?
Yo: Acabo de venir de el departamento de policía.
Joseph me invitó a pasar a la sala.
Joseph: ¿Quieres beber o comer algo?
Yo: No, gracias, en un rato iremos a casa a comer.
Joseph: Puedes quedarte aquí si quieres...
Yo: Quizá en otro momento...
Joseph: ¿Que es lo que me querías contar?
Yo: He denunciado a mi padre adoptivo...
Joseph: Vaya, a estas alturas no sé que me sorprende más, que lo hayas denunciado o que le llames padre adoptivo.
Yo: Lo quiera o no tú eres mi padre verdadero.
Lo dije muy bajito, por un lado lo odiaba por no pasar tiempo con nosotros, pero por otro quería quererlo y que se comportara como se tiene que comportar un padre. Él me miró y se quedó callado, creo que ninguno de los dos sabía que decir en ese momento.
Joseph: Gracias...
Yo: Bueno, total que te quería decir que quiero pagar la fianza de mi madre.
Joseph: No voy a dejar que pages tanto dinero tu sola. 
Yo: No es mucho dinero, puedo pagarlo perfectamente. Además no quiero que pierdas dinero de la empresa.
Joseph: Entonces lo pagaremos a medias.
Yo: Te estoy diciendo que no.
Joseph: Me da igual, lo vamos a pagar a medias y punto, que son ganas de discutir a lo tonto.
Yo: Está bien, mañana me paso por aquí con el dinero y vamos a la comisaría.
Joseph: ¿Cuánto es?
Yo: $2457
Joseph: Okey. 
Yo: Nos veremos mañana.
Joseph: Hasta luego (me estaba yendo por la puerta cuando dice)
Joseph: Ah, y gracias por la visita.
Yo: (Lo miré por última vez y dije) De nada, papá...
Quería correr y abrazarlo, quería quedarme con él, pero no, obviamente no lo hice...
Llamé a Catalina, fuí hasta el bar en el que estaba, tomamos algo, charlamos, nos reímos mucho y después volvimos a Texas para el almuerzo. Pensaba que a la hora de la comida me iba a encontrar con su marido o su hija, pero al parecer la niña estaba en casa de una amiga y el padre pues no sabíamos, así que comeríamos nosotras dos tan ricamente. A la tarde fuimos a ver el "Parque Watkins Glen State" en Nueva York, era un lugar precioso. 

 

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Pasamos una tarde maravillosa, me ha encantado pasar tiempo con ella

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Pasamos una tarde maravillosa, me ha encantado pasar tiempo con ella. Como era muy tarde nos fuimos de vuelta para casa, mañana más y mejor.

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