Capitulo 1 pt 7: Muertos están

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Los rayos del sol traspasan las ventanas que yacen destapadas de las cortinas, y su calor nos calienta en esta habitación gélida, no era la frialdad del aire acondicionado, era el tiempo en que no habíamos pasado tiempo juntos. Y que solo la unión existía en momentos como estos donde debemos "escapar".

 Y que solo la unión existía en momentos como estos donde debemos "escapar"

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—Beatrice, ¿hay una barrera que no deseas romper? —calmada la mire directamente a los ojos, y vire la mirada hacia la luz de la ventana.

—Sissi, nunca he deseado romper la barrera que tú y yo tenemos —poso mi mirada en la suya —puede que ahora estés vulnerable por lo que acaba de ocurrir, pero yo no seré una madre para aconsejarte —resoplo mirando a mi padre que sin darme cuenta ya estaba ocupado atendiendo otra llamada—.

—Si, ya entendí. No hay que explicar mucho.

—Denme cinco minutos —Hank levanta su brazo para que notáramos su presencia— Hank Irazoky... —escucho— sí, el de esta mañana, quisiera confirmar el pago. Queremos tomar el vuelo a otra hora... lo más pronto posible, por favor —Beatrice y yo permanecimos calladas mirando a Hank— ¿para el de las 12:20? —da señales de abandonar el cuarto. Hank le acomoda el abrigo a Beatrice, coge la cartera, su maletín y me da el bulto— muchas gracias —cuelga.

—¿Ya? —Beatrice pide respuesta.

—Debemos irnos, el vuelo sale en 40 minutos.

Perseguía a Hank y a Beatrice por el pasillo hasta bajar por las escaleras y llegar a la recepción. Beatrice se despide de unas amigas que había hecho en estos días. Permanecí junto a Hank para darles una gratificación.

—La policía ya tiene una orden para verificar unas habitaciones en específico. Incluyendo la de Sissi. Un hombre fue asesinado, Hank —Richard lo menciona cuando entregamos la llave del cuarto— si descubren...

—No lo harán —afirma con seguridad— ya sabes lo que debes hacer en nuestro caso.

—Más vale que se marchen ahora —noto su interés en la entrada del hotel.

Un grupo de policías entran con autoridad llamando a la gerente Lauren que se muestra cooperativa con ellos.

Richard me saca aparte para hablar.

—Sissi, no sé si tu padre te ha hablado sobre el nombre que me dio esta mañana.

—Richard, lo juro. Se quien es Garret, lleva tiempo aquí, desde que he llegado lo he visto atender a las personas. Se encarga de algunas áreas y gracias a él, se moverme por el hotel.

—Sissi, no. El nombre que me diste no está en la lista de trabajadores de este hotel. Lo siento. No está.

—Revise nuevamente —ordeno.

—Hace siete años que trabajo aquí. Conozco cada rincón, y se quienes son los nuevos, los más antiguos, y Garret no está aquí. Tal vez te has confundido de nombre. ¿Cómo era?

El último cuerpo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora