Piano

288 60 7
                                    

    Mi madre había muerto cuando solo tenía cinco años, así que nunca pude conocer una figura materna. Las sirvientas para mi eran eso, sirvientas, no me apetecía hablar nunca con los criados de la casa. Aquel niño castaño en cambio se divertía con ellos jugando juegos tan infantiles para mi gusto. 

    El jardinero era un dragón mientras el cocinero se dedicaba a hacerla de caballero. Obviamente el príncipe Seok siempre resultaba ser el héroe que nadie pidió a la historia. 

    —¡Ven a jugar Suga! —. Odiaba ese tonto apodo. ¿Quién se creía para llamarme como le daba su fregada gana? Yo también era un príncipe, el heredero al trono, hijo del rey de las tierras donde estas posando tus sucios pies

     —Será en otra ocasión Jinnie, tengo que terminar de leer este libro para la clase de mañana, tú también deberías hacerlo—. Sonreí falsamente, el infante me miro por unos segundos, los sirvientes se habían marchado al ser llamados por una criada. 

     —Yo lo termine anoche, quería hacerlo para poder jugar el día de hoy—. ¿Cómo que ese imbécil ya lo termino? Ni siquiera podía creer que supiera leer

    —En ese caso, me apresuraré para poder jugar un poco contigo en la tarde—. Jin sonrió ampliamente y se fue feliz al escuchar el llamado de su madre. ¡Como si lo fuera a hacer! ¡Idiota! ¡Seok-Idiota! 

     Seok Jin siempre era mejor que yo en todo. ¿Cómo lo hacía? No lo entendía. Siempre, en las materias obtenía mayor calificación que yo, en equitación controlaba a los caballos de una manera increíble, en esgrima siempre era el ganador y la lista seguía, caligrafía, canto, guitarra, violín, natación, etc, etc.

     Pero había una cosa en la que nadie me superaba, ni él mismo y era mi preciado piano, pero era porque nunca lo quiso intentar, prefirió las clases de defensa personal, mi padre me pidió que también las tomará, pero el único día que tenía libre se lo dedicaba a él, mi amado piano. 

     —¿Puedes tocar esa melodía otra vez? 

     —¿Por que te gusta esa canción? 

     —Me hace querer llorar

     Cuando ese niño alto de ojos oscuros me hizo esa confesión por primera vez, no pude pensar otra cosa más que era un estúpido. No había entendido el significado de sus palabras en ese momento. Coloque mis dedos en el piano y volví a tocar. 

    —¿Cuando me dejarás escucharla completa? 

    —Cuando la termine de componer 

     —¿¡Tú la escribiste?!Giré a ver al niño gritón y asentí —. ¡Eres increíble Suga!

     Al menos era consciente de que yo era el mejor. Sonreí satisfecho por su emoción. Este niño no era la escoria que creía. Eso fue lo que pensé en ese momento. Quizás, solo si trataba un poco, podría intentar ser más amable y menos hipócrita con él.

     Quizas lo hubiera hecho si mi padre no hubiera tenido la fantástica idea de llamarme esa noche a su estudio y sorprenderme con semejante noticia.

     —Me casaré con la madre de Seok Jin 

     

Protocolo realDonde viven las historias. Descúbrelo ahora