La fiesta más extravagante daría inicio en punto de las veinte horas en el castillo donde había vivido el pequeño príncipe durante doce años. Los empleados estaban por doquier acomodando todo para la gran noche. Yoongi se encontraba entusiasmado, sería la primera navidad que pasaría al lado del rey, su padre y no estaría Lady Marianne ni su pequeño y molesto hijo para arruinar su noche.
En realidad, no había visto a Seok Jin desde el inicio de diciembre, se entero por Hoseok que era su cumpleaños un cuatro de diciembre, por esa razón, madre e hijo habían decidido pasar unos días con la abuela del menor, nunca se imaginaría que sería casi un mes. Como Jin se había llevado a Juanga, el pequeño Min se sentía algo solo.
Que extraño pensar así, él siempre había estado solo.
—¿Quiere una galleta, joven Min?—. Aquella sirvienta le ofreció una galleta de jengibre, no pudo evitar recordar sus pasadas navidades lejos de su padre. Pero este año sería diferente, después de la fiesta de navidad, su papá le dijo que le daría un regalo muy especial. No le importaba el obsequio, en realidad, él solo quería estar cerca de su padre y hablar, como lo hacían normalmente Hoseok y el duque.
—Gracias— . Tomo con una pequeña sonrisa una galleta en forma de estrella. La empleada se fue luego de hacer su reverencia y el menor subió por las escaleras directo a su cuarto, iba a empezar a alistarse.
Un mensaje había llegado desde Francia, donde el Rey cerraba unos contratos hasta el castillo del hombre. El mayordomo suspiro después de cortar la llamada. Aquella noticia sería difícil anunciarla, no a las personas a las cuales debía cancelar, sino al pequeño príncipe que todo el día había estado de buen humor. Los sirvientes del castillo le tenían mucho cariño a pesar de su temperamento y cuando el rumor empezó a esparcirse, Sebastian sabía que tendría que ir con el joven para anunciarle que su padre no llegaría y por ende, no habría fiesta.
—Excelente —. Fue lo único que salió de su boca, el mayordomo esperaba otro tipo de reacción, pero sabía de antemano que aquel albino era un chico que usualmente ocultaba sus sentimientos, sin más que decir, se retiro del lugar, no sin antes avisarle que podía abrir sus regalos al anochecer. Cualquier niño amaba recibir regalos, solo si sus padres o alguien estaba ahí para mirarlo hacerlo, Yoongi odiaba esas fechas, odiaba tener que ver como todos se marchaban para ir con sus familias mientras él se quedaba ahí solo en ese enorme castillo que siempre parecía estar frió.
Ser el hijo de un rey, apesta
Cuando Lady Marianne y su hijo llegaron al anochecer, pudieron apreciar como el castillo lucía sombrío. La madre de Seok Jin había recibido el aviso del Rey Min Siwon sobre una gran noche a la cual no debía faltar, estaba algo confundida y preocupada. Si su prometido no había llegado aún, podría pensar que su hijo estaba en ese lugar solo.
—Yoongi debe sentirse triste—. Las palabras de su madre resonaron fuertemente en su cabeza. Jin odiaba ver así a su futuro hermano. Era arrogante, egoísta y algo narcisista, pero a pesar de tener los peores defectos del mundo, le quería.
—Quizás debas preparar tu famosa cena navideña, seguro eso lo animará—. El pequeño hizo una sugerencia muy interesante. Lady Marianne era una excelente cocinera, eso quizás animaría a ese pequeño de mirada desafiante, luego se ocuparía de regañar a ese rey que no tenía noción de lo triste que hizo sentir a su hijo.
Al llegar, el lugar estaba en completo silencio. Solo habían tres empleados que no irían a casa porque no tenían otro hogar. Lady Marianne pidió que la ayudaran en la cocina y prepararán el lugar, la navidad era para celebrar en familia y Yoongi sería su familia, por más odioso que se haya portado con ella en un pasado. Era comprensiva y atenta, Yoongi necesitaba a alguien así en su vida.
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Protocolo real
FanfictionMin Yoon Gi es un principe Seok Jin también lo es.. era obvio que entre ellos surgiera rivalidad, era obvio que también se empezarán a odiar, entonces ¿por qué de repente Yoongi comenzó a sentirse mal?