Capítulo 8: "Un gran susto"

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Después de calmar solo por el momento a su esposa, Héctor el padre de Elena decidió no regresar a su trabajo y permanecer en casa cuidando de su esposa a la que sentía algo tensa.
Héctor: Mi amor quiero que me prometas que nunca más vas a volver a pensar en ese asunto que tanto nos afecta, de acuerdo?

Silvia: Pero es que..

Héctor: Pero es que nada, somos una familia feliz, amamos a Elena por encima de todo, somos sus padres y eso es más que suficiente. Estás de acuerdo conmigo de que este tema queda enterrado?

Silvia: De acuerdo, tú ganas.

Héctor: Te Amo

Silvia: Yo más a ti.

Por otro lado Daniela, estaba bien cabreada por la actitud de Alex al dejarla sola la noche anterior, algo que jamás él rechazaba, solamente cuando se acercaban las vacaciones escolares. Su familia era una de las de mejor posición social por ser adinerada. Por este motivo Daniela por su carácter y su poder podía convertirse en la piedra del zapato de cualquier persona que le estorbara en su camino y más si se tratara de algo tan importante como su relación de pareja, llegando a ser muy peligrosa. Alex tenía conocimiento de esto pero él creyendo que con ella podría tener algo duradero porque era muy bella sin jamás imaginar que se encontraría con una joven muchacha que se encargaría de moverle el tapete como un terremoto y que pondría su mundo de cabeza.

Sin esperar mucho más, Daniela decidió ir a ver a Alex a su trabajo, tomó su coche último modelo y se dirigió a la universidad y demoraría en llegar por terrible tráfico en la ciudad.
Era casi la hora del almuerzo y a Elena le rugía el estómago pues se levantó temprano y se lamentaba por no haber tomado su desayuno. Sonado el timbre recogió rápido sus cosas y salió disparada a guardarlas en el armario de su salón y después dirigirse al comedor. Cuando llegó dispuesta a guardar sus cosas Isabella la esperaba para acompañarla.

Isa: Hola Elena, esta mañana no te vi, cómo te fue hoy?

Elena: Bien como siempre...

Isa: Ah!, y que me cuentas de tu profesor?

Elena: Isa en serio no quiero hablar de eso ahora, estoy muriéndome de hambre porque ni siquiera tomé desayuno en la mañana...

Isa: Por cierto hay unos amigos que van a salir de la universidad para comprar algo fuera... No se te antoja algo?

Elena: Sabes que las reglas de esta universidad no permiten salir a la hora de almuerzo, además no se me ofrece nada, aunque tenga ganas de comerme un jabalí completo con lo que se ofrece aquí es suficiente para mí...

En eso se aparece en el salón una chica en busca de Isabella...

Chica: Isa puedes venir, necesito contarte algo...

Isa: Ahora no puedo, lo siento pero acompaño a mi prima a almorzar...

Elena; Isa no te preocupes que estoy bien, tu ve con tu amiga...

Isa: Segura?

Elena: Si, acaso eres mi guardaespaldas?

Isabella rió y después de darle un beso a su prima la dejó sola.

Elena veía como su prima salía del lugar sin apartar la vista y acto seguido quedó un poco distraída con la lejanía y de pronto pasa frente a la puerta el profesor Alex acompañado de su profesor de Matemáticas. Hubo un leve contacto de miradas en el cual fuertes sensaciones sacudieron a ambos. Elena de inmediato se volteó y terminó de cerrar su armario. Luego se dirigió a la salida incorporándose al ancho pasillo. Una vez que llegó a la planta del comedor se dirigió a él. Se moría de hambre pero cuando casi llegaba a la entrada divisó allí nuevamente a su profesor de Física, a simple vista podía decirse que estaba esperando su llegada y estaba pocisionado de tal forma que no la dejaría entrar.

"Entre Dos Amores"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora