"Reliquias rotas"

"Séptimo acto: Descubrimiento"

El número de preguntas a las que tendría acceso era exageradamente limitado, pero sorprendentemente el castaño no protestó, ya era un avance que el médico aceptara refrescar su incertidumbre con un poco de información — Ah, por supuesto, será una "romántica" chara en el suelo — Levantó sus manos a la altura de sus hombros y sonrió con ironía, protestando la "descortesía" de alguien aparentemente refinado como Strange — ¡Espera! Tal vez mantelito pueda extenderse en el piso y por ... Caballerosidad, nos deje sentar sobre él ¿Acaso esa era tu idea? Oh, doctor... — parloteó con su natural burla, aquella que para su sorpresa fue rota de golpe.

Tony había dado algunos pasos en trayecto al mago, cuando repentinamente el escenario cambió con tan poco tacto que provocó un mareo en su persona. El playboy flexionó sus rodillas y encorvándose, posó sus extremidades superiores en las mismas, en un intento por recobrar el sentido de bienestar. Con sus orbes cerrados, levantó una de sus manos en señal de alto ante el diálogo iniciado por el más alto, exigiendo que le diera un momento.

—¿Qué rayos? ... Bien, estoy bien ... — Inhaló  un poco más de aire, recobrando su postura y abriendo sus orbes acaramelados, con esa apariencia que tenía cada vez que "humildemente" presentaba uno de sus adorados juguetes — No, espera... Quiero vomitar —  La pose que denotaba su alter ego se transformó a un corto tambaleo.

Su atención intrigada regresó al genio tras el ademán realizado, seguido de la expresión tan directa en su rostro >> No es cierto...<< ¿Acaso estaba bromeando? — Sí ensucias la alfombra juro que te envío al desierto — Reprendió con dureza en su mirada al millonario, no era difícil para él cumplir con plena satisfacción la amenaza de la que hablaba. 

— Ah, falsa alarma — Respiró profundamente, aún no le encontraba sentido pero tarde o temprano lo haría — Claro, preocúpate por tu amada alfombra — Refunfuñó al sacar de su frágil cautiverio una de las pastillas para el dolor de cabeza y consumirla  — Bien, entonces aquí va la primera ... — Tomó asiento en el sofá restante y lo pensó un momento, no quería ser lanzado a un vacío interminable otra vez, así que debía ser preciso —  ¿Cómo fue que terminaste pasando de "un doctor prodigio" a  ... Un hechicero? El lugar es grande, sí, pero comparado con una casa actual, es humilde. Ejerciendo tu carrera al ritmo con el que sostenías pudiste obtener algo mucho mejor, pero desapareciste y ahora estás aquí, la pregunta es ¿Por qué? — Un ademán digno de interrogante fue realizado con su mano.

Stephen cogió una de las tazas de té caliente y tomó un sorbo de ella, la cuestión fue hecha, Strange retiró el utensilio de porcelana — Opté por un bien mayor —  Sin titubeos dio la respuesta excesivamente general, no mencionaría algo tan ... Significativo como lo sucedido, mucho menos al Playboy. Un suspiro profundo fue dado por el hechicero antes de continuar — La última maestra del linaje de Agamotto murió, así que decidí tomar la responsabilidad que ella cargaba y aquí estoy, protegiendo tu realidad — Excluyó toda mención del temblor en sus manos que tanto tiempo le frustró, aquél al cual se había acostumbrado, aunque a veces solía colocarse los guantes cuando un imprevisto invitado era llevado al santuario — Eso es todo lo que necesitas saber, ahora, continúa para que podamos retirarnos a dormir — Habló sin agregar algo más, era extraño, era la primera vez que ambos mantenían un diálogo "civilizado" o decente desde que se conocieron.

El filántropo cogió una de las tazas y la llevó a sus labios, habían dos, así que quería pensar que una era para él, bebió algo del té, bebida que casi escupía ante la ausencia de azúcar y encima caliente. Con disimulo aparento estar haciendo nada y dejo la tacita a un lado — Aw, qué linda manera de aceptar que estas sólo, solito, pasándote en soledad — Usó esa falsa conmoción y reluciente sarcasmo — Pero eso no explica porque lo dejaste todo ... Tus documentos de desaparecido actualmente continúan  vigentes, según el sistema, lo pocos datos que hay de tu persona  informan que desapareciste, otros que falleciste —Aquel suspiro le llamo un poco su atención ¿Qué afligia al hombre de mirada feroz y en ciertos momentos arrogante? Otra vez esa palabra Agamotto.