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...Días después...
Chat entre Manuel y Martín.

Manuel: Oe rucio, ¿Teni' algo que hacer hoy?

Martín: No :(

Martín: Che estoy re aburrido, ¿Querés salir a algún lado?

Manuel: Bueno, bai.

Manuel se ha desconectado.

Martín: Creo que se le olvidó mi cumpleaños. :(

Martín se ha desconectado.

...

El chileno y el argentino habían acordado juntarse en una pequeña plaza cerca del centro de la ciudad, donde acostumbraban a perder el tiempo hablando weás.

Como era de costumbre, Martín llegó unos quince minutos antes por la emoción que siempre sentía al salir con el chileno, porque si fuese otra persona llegaría dos horas después. Manuel había llegado justo a la hora acordada y divisa al argentino a lo lejos sentado en una banca y con una mueca deprimida, no le toma importancia y se le acerca.

—Oe cambia la cara po —Le dice sentándose a su lado, Martín lo saluda con un abrazo que duró milisegundos ya que Manuel no era tan afectivo.

—Se supone que hoy sería un día copado —Suspira hondamente.

—Bueno, ¿Vamo'? —Se levanta y comienza a caminar.

—Esperate boludo —Le sigue atrás.

Fueron a dar un par de vueltas por la ciudad, realmente no había mucha interacción entre ambos latinoamericanos, pero generalmente era así a menos que el argento le sacara plática, sin embargo, no se sentía de ánimos para hablar.

"Hasta mis primos se olvidaron de la fecha", pensó con pena.

—Oye Tincho, parece que hoy hay algo —Al argentino le brillan los ojos y escucha atentamente al chileno —Hace pico años hubo un eclipse solar.

—No sé si reír o llorar... —Murmura bajito, el rostro de desilusión del rubio no se lo quitaba nadie.

Siguieron caminando y se detuvieron en un puesto de refrescos.

—Te invito un mate —Propone el chileno a lo cual Martín sonríe ampliamente y asiente.

—Que lindo sos, Manu —Bebe un sorbo de mate cuando ya estaba preparado, en cambio, el chileno toma tecito y niega con la cabeza.

—Cállate, no soy lindo.

—Si lo sos, pelotudo.~

—Fleto qliao.

Ahora la conversación entre ambos se había vuelto más divertida, y fue por la simple acción del chileno lo que hizo que Martín volviese a estar feliz. Estaba muy enamorado el pibe.

—Che, ¿No había nada más hoy?

Manuel lo mira incrédulo.

—¿Había algo hoy?

Eso sin duda hizo romper el pequeño corazoncito de Martín, vuelve a deprimirse.