28

2.9K 251 257
                                    

Manuel y Arthur habían pasado todo lo que quedó del día juntos, ambos adolescentes estaban en la casa de Arthur viendo películas de terror. Manuel se asustaba con cada screamer que observaba gritando su típico "CONCHETUMAREE", mientras que por otro lado, el inglés se reía por las reacciones del chileno y sus groserías que no lograba entender bien.

-Que conste que grité y me hice el asustado para que no te sintieras solito - Manuel se roba una papa frita del plato.

-Pero yo no me asusté - El chileno lo interrumpe con un "shh".

Ambos quedan en la habitación de Arthur en silencio, la película había finalizado y sólo se escuchaban los autos de la calle. Manuel observa un punto fijo de la habitación y se queda pensativo.

El inglés se queda mirando al contrario con una leve sonrisa, estaba asimilando el gesto tan amable del chileno al acompañarlo luego de su pelea con Alfred. Poco tiempo le tomó Manuel darse cuenta que el otro lo miraba y frunció levemente el ceño.

-Que mirai.

-Nothing, it's just... -Arthur se queda anonadado en sus pensamientos buscando las palabras para decirle al chileno lo agradecido que estaba, mientras que éste pensaba en su interior "por la chucha espero que no me comience a hablar en inglich que no entiendo niuna wea" -No sé cómo agradecer todo lo que has hecho por mí.

-No he hecho nada, sólo te acompañé, de todas formas eso es lo que hacen los amigos -Se traga una papa.

El rubio mira cabizbajo el piso en el que ambos estaban sentados, realmente quería cruzar ese límite entre amistad y amor.

Antes de que el argentino lo hiciera.

Quizás de esta forma, pueda olvidar a Francis.

-Manuel, te tengo que confesar algo.

-Claro wacho, dime -A estas alturas, Manuel ya se estaba comiendo todas las papas.

Arthur aprieta sus manos y toma un gran sorbo de aire, controlando su corazón que latía descontroladamente, suspira finalmente, decidido a pronunciar palabras.

-Sé que va a ser sorpresivo para ti, pero si no lo digo, creo que me quedaré intranquilo por el resto de la semana... -Hace una pausa, el chileno lo escuchaba atentamente, con curiosidad -Manuel... I love you.

¿Había escuchado bien el chileno? ¿El inglés se le había declarado? No podía evitar pensar en que esa confesión de amor era como el de las telenovelas, se sentía extraño. Vio al contrario, sin embargo, éste estaba mirando el piso increíblemente rojo.

No sabía que hacer en ese momento, si hubiera sido con otra persona lo hubiera mandado a la chucha, pero Arthur era especial para él. No obstante, no sentía lo mismo.

Creo que ahora se sentía más confundido con sus sentimientos, no podía procesar bien todo.

-Arthur, yo... -Manuel no sabía qué decir para no hacer sentir mal al contrario, ya habían sido muchas cosas hoy como para decirle que sus sentimientos no son correspondidos -Déjame pensarlo, ¿Sí? -Se levantó del suelo, dispuesto a irse.

El rubio lo miró a los ojos y sonrió tenuemente.

En ese momento supo perfectamente que la había cagado.

...

El inglés estaba esperanzado por esa respuesta del chileno, se acostó en su cama y miró el techo.

Muchas cosas habían pasado ese día como para procesarlo todo.

Se sentía mal por el argentino, pero suponía que lo iba a superar pronto, al fin iba a ganar esa patética apuesta de Las Malvinas.

No evita sonreir, pero pronto esa sonrisa se borró al sentir que su celular vibraba, alertando de una llamada entrante.

Toma el celular, le causó extrañeza que fuera un número desconocido, contestó.

- ¿Hola?

- ¿Arthur? -Reconoció esa voz, la cual lo hizo helarse de pies a cabeza -Necesitamos hablar.

WhatsApp | ArgChi ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora