»Epílogo

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4 meses después

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4 meses después

La primavera era mi estación favorita, lo sabía. Simplemente estaba enamorado de ella cuando llegaba. Pero por alguna razón, la de este año me parecía más hermosa que nunca. Quizá se debía a lo que había pasado. Quizá era mi recompensa. Quizás se debía a Seokjin. No lo sabía, pero estaba más radiante.

Salí del establecimiento donde ahora me encontraba, casi dando saltitos. La alegría que cargaba ya no era forzada, ya no formaba parte de una lucha contra la tristeza, no era para otros; era mía, era puramente sincera. Yo brillaba y el sol me acompañaba, me dí cuenta. Siempre dije que controlaba el clima.

La audición de JYP Entertainment, para aprendiz, no la había conseguido. Sin embargo, yo había sido de los pocos que se habían presentado a la audición con una coreografía propia, y eso había fascinado al jurado. La coreografía, es decir, y que fuese una original. Semanas después de la fecha cuando recién acababa mis exámenes en la universidad, sorprendentemente, me llamaron para preguntarme si quería formar parte de la línea de coreógrafos de la empresa. No pensé dos veces antes en decir que sí, obviamente. Bien, no era lo que esperaba (ni siquiera se me pasó por la cabeza que existiera para mí esa posibilidad), después de todo yo quería ser bailarín, pero estaba más que satisfecho y orgulloso conmigo mismo. Iba a ser coreógrafo en una de las empresas de entretenimiento más grandes de Corea del Sur, para artistas famosos: no pediría más. Mi nombre sería reconocido de una buena forma. Además, también me dejaban participar de bailarín extra en algunas presentaciones. ¡Y pagaban tan bien! El horario era desde la mañana hasta el mediodía trabajando con grupos aprendices y bailarines extras, y por la tarde con grupos experimentados, famosos y con años desde su debut, junto con otros coreógrafos. Del mediodía hasta las cinco de la tarde estaba libre y lo dedicaba a mi baile, que nunca abandonaría, y a seguir haciendo lo que me gustaba.

No fue nada sencillo al principio. Fue parecido a una tortura llena de ansias y agonía por la espera. Las primeras semanas estaba a prueba, para ver si realmente servía para el trabajo, lo que implicaba trabajar sin cobrar. Por el horario complicado, había abandonado lamentablemente la universidad y había tenido que renunciar a mi trabajo de mesero, quedándome sin dinero por un buen tiempo, ya que hasta para trabajos de medio tiempo era complicado conseguir. Tuve que irme al departamento de Namjoon, porque mis padres no podían pagar el mío o cualquier otro lugar en Seúl, y el departamento de Suga era como una caja de zapatos. Como ya no iba a la universidad y no tenía dinero ni tiempo para tomar clases de danza, me dedicaba a ser mi propio maestro en el departamento de Namjoon, consiguiendo muchos golpes y moretones por bailar en un espacio tan reducido. Fueron semanas donde yo me dedicaba a esforzarme, sin dejar caer mis esperanzas, y donde mis padres rezaban para que consiguiera el trabajo, al igual que mis amigos. Sabían que era una oportunidad única. También sabían que ellos no podían hacer nada más que observar y rezar para que consiguiera el puesto. Lo sufrían, sufrían verme sin dormir, por la angustia que pasaba por crear coreografías lo suficientemente buenas para los demás, por la presión que odiaba y los nervios que sentía por primera vez en mucho tiempo. Además de que yo había renunciado a todo para decicarme totalmente a eso, con la posibilidad de que al final me dijeran que no tenía el trabajo, era algo demasiado arriesgado. Las posibilidades de volver a la universidad con beca eran pocas después de abandonar.

Pero después de casi un mes de torturosa espera, de trabajo y de prueba, lo había conseguido. Era un coreógrafo en JYP Entertainment. Igualmente tuve que quedarme un tiempo más con Namjoon hasta que consiguiera lo suficiente para un departamente propio, pero él decía que no importaba. Por suerte, hacía un mes que me había mudado a un departamento propio, con vecinos agradables.

Ahora las cosas estaban bien. Suga había pasado casi lo mismo que yo, con la diferencia que él tomó menos tiempo y a él no lo habían echado de su edificio porque tenía un arreglo con el dueño. Ahora era un productor musical de JYP Entertainment. La música que producía tenía tanto éxito que hasta otras empresas lo contactaban para que trabajara con ciertos artistas. No era un Idol, pero era un músico, artista. Hasta anunció que trabajaría con un reconocido cantante masculino prontamente.

Yo, por mientras, había recibido la noticia que me presentaría en un gran evento, junto con otra chica, como bailarines con un cantante famoso. Me presentaría como "J-Hope, bailarín y coreógrafo de JYP Entertainment". ¡Yo era coreógrafo! Era algo increíble de pensar, y ni siquiera tenía 25 años. Mis hombros se sentían demasiado grandes.

Al llegar a la esquina, me encontré con la hermosa sorpresa-no-tan-sorpresa de Seokjin esperándome al otro lado de la calle. Había adquirido esa costumbre. Sonreí aún más grande si fuera posible al ver sus pantalones rasgados, un buzo colgando de sus hombros y sus raros ojos ocultos por lentes de sol. Era un modelo.

—¡Hey!— yo no sabía decir "hola" como los mundanos. Jin levantó la vista de su celular y sonrió como solo él sabía hacerlo. Hasta sonriendo me recordaba a una ardilla, y las ardillas no sonreían.

—Hola, Hobi— se había hecho otra costumbre llamarme así, como si tuviera cinco años. Pero, admito, no me desagradaba.

Dejé un beso en sus labios cuando lo tuve cerca.

—¿Vamos?— pregunté. Él asintió mientras tomaba mi mano, y nos dirigimos a casa.

¿Mencioné que vivíamos en el mismo edificio? Oh, ¿y qué éramos novios hace dos meses? ¿No?

Bueno; vivíamos en el mismo edificio (no juntos, porque era demasiado temprano para eso) y éramos novios hacía dos meses.

Mientras tenía toda esa crisis que estaba acabando conmigo, el plan de ganar el corazón de Seokjin había pasado a segundo plano, quizá hasta tercero. Cierto, yo no podía distraerme. Debía trabajar.

Sin embargo, pareciera como si él hubiera aprovechado la oportunidad para seguir atormentando mi corazón. Él era tan egoísta que no le daba un respiro a mi corazón. Él me apoyó, y me ayudó en gran parte a seguir luchando. Me ayudó tanto, tanto. Eventualmente, ganó mi corazón por segunda vez. Y para una tregua, me dió el suyo.

Qué tétrico sonaba eso.

Como fuese, no importaba. Yo estaba feliz, y mis amigos también. Era una buena vida.

No voy a decir que vivimos felices para siempre, pero si tenía a Seokjin a mi lado, es exactamente lo mismo.

No voy a decir que vivimos felices para siempre, pero si tenía a Seokjin a mi lado, es exactamente lo mismo

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N/A:

La saga tendrá dos libros más. Los shipps serán:

TaeGi (porque ví muchos comentarios pidiendo por ello)

Nammin (porque lo amo)

Nunca shipps comunes porque va en contra de mí, porque ya hay muchos y porque no xD. Espero lean los libros. El siguiente libro será narrado por mi lindo Yoongi y publicaré por aquí la introducción

¡Muchas gracias por leer y espero seguir viéndolos!

El cómo ganaste mi corazón « 2SeokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora