Hoseok, mejor conocido como JHope, era reconocido por ser increíblemente accesible. Demasiado radiante y de charla fácil. La clase de persona con la que puedes tener una conversación casual.
Así que, ¿por qué le costaba hablar tanto con el chico nue...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El chico nuevo era todo un misterio. No lograba entender su personalidad. Y debo admitir también, que me desconcertaba su falta de interés en entablar una charla conmigo.
La gente, al ver lo agradable que podía ser, se acercaban con el propósito de distraerse un rato con conversaciones triviales. Sacaba muchas sonrisas durante eso. Pero ese chico no se acercó en ningún momento, y no era algo a lo que estaba acostumbrado. Desde la secundaria los chicos nuevos se acercaban a mí cuando tenían inquietudes, o querían pasar un rato agradable. Estaba acostumbrado al buen trato de la gente. A llamarles la atención. Que se acercaran a mí. Que se rieran conmigo. Pero eso no pasó con Seokjin.
Pero no tardaría. Ya se acercaría. Solo necesitaba mostrarle que era de confíar.
Eso era lo que me repetí dos semanas seguidas. Y empezaba a ponerme ansioso. ¡Solo quería una charla amistosa! Para demostrarle quién era y cómo era. Pero el nuevo parecía más interesado en Suga que en voltear a mirarme.
Solía almorzar con nosotros muy a menudo, y a veces lo cruzabamos por los pasillos. Durante la única clase que compartíamos se sentaba junto a Suga, dejándome a mí con Namjoon. Y no es que eso sea malo, pero siempre había preferido molestar al peliblanco por la poca paciencia que portaba. Namjoon era más comprensivo, y mi actitud ruidosa y dramática no le molestaba en absoluto. ¡Era aburrido durante las clases así! Mucho más si eran de historia, que si bien eran de música, no dejaba de ser tedioso.
¡El punto! El chico no se despegaba de Suga, y mi gruñón amigo parecía encantado de la vida, aunque no lo admitiera. Solía comentar lo tonto y gracioso que era Seokjin. ¿Tonto y gracioso? Cuando yo estaba presente él se mostraba aburrido y serio. Suga estaba mintiendo o el chico en serio tenía un problema conmigo.
—Jin dice que sí puede el viernes.— confirmó Suga a Namjoon a su invitación a una de sus tantas fiestas dónde se autoinvitaba.
Gruñí, irritado. Yoongi tampoco se despegaba del pelinegro. ¿Jin? ¿Desde cuándo tanta confianza? Solo se conocían desde hace tres semanas
—¿Y por qué debe ir? Podemos ir solo los tres— murmuré con la cabeza baja, casi avergonzado de mi comentario mezquino. Estaba enojado por la falta de interés por parte de Seokjin hacia mi persona. Aunque admito que yo no sé la brindé al principio, ¡pero había sido amable! En cambio, él me ignoraba olímpicamente.
Suga me miró con sus ojos entrecerrados. Namjoon se apresuró a hablar.
—Necesitamos un chico guapo en el grupo. Y Seokjin-hyung es lo suficientemente atractivo como para que las chicas se nos acerquen, siquiera para pedirnos su número.
Rodé los ojos. ¡A nadie le gustaban esas chicas interesadas! Solo Namjoon que caía en la desesperación y estaba dispuesto a recibir migajas. Además, ¡solo a él le gustaban las mujeres! Yoongi y yo éramos homosexuales declarados, y Seokjin... No lo había observado lo suficiente como para decir algo.
