Es inmenso el dolor que me alberga es estos momentos.
Mi corazón se oprime cada vez más y mi respiración está muy agitada. Estoy consciente que mi llanto es ruidoso porque escucho el eco de la sala de estar pero no me importa. Mi cuerpo está temblando y por más que quiero contenerme, las lágrimas no dejan de fluir incesantes de mis ojos. No tengo control sobre mis manos que se encuentran en mi rostro para intentar darme un poco de protección, los temblores involuntarios las hacen crisparse y no tienen fuerzas.
Debí haberle dado mi corazón...
Deseo estar con él...
Escucho movimientos a lado mío y siento un brazo cálido que recorre mis hombros. No sé porque, pero sentir el calor de alguien más me ayudo a tranquilizarme, fue como una pequeña anestesia que me hizo relajar y recobrar la cordura.
Pararon los minutos antes de que controlara completamente las lágrimas y mi cuerpo dejara de temblar. En todo ese tiempo, el extraño espero tranquilamente a mi lado y no retiro su brazo de mis hombros.
—Gracias... —alcanzo a musitar—, pero no era necesario..
—Era necesario, yo hubiera deseado que alguien estuviera conmigo cuando pase por el momento más doloroso de mi vida —su voz era algo gruesa y algo ronca, pude reconocer el dolor en cada palabra.
—Lo lamento —me removí un poco alejándome se su calor, sé que hubiera lastimado al ser que amo si me viera con otra persona. Sequé todo rastro de lágrimas de mi rostro, pero no serviría porque mis ojos estarían rojos e hinchados. Levante mi mirada para conocer a mi extraño consuelo.
—No tienes porque, yo decidí alejarme de las personas y encapsularme, supongo que después de una buena dosis de gritos, golpes y de romper cosas, me he desahogado —dio una pequeña risita y sonrió de lado. Sus ojos marrones tenían aspecto de sueño y se mostraban muy cansados.
—Mi nombre es Harry Styles —estiré la mano para saludarlo.
—Nick Grimshaw, mucho gusto —tomó el saludo y le dio un ligero apretón en respuesta. Unos segundos después, nuestras manos se separaron— ¿Quisieras decir lo que sucede? Hablar siempre es bueno —me mostró una suave sonrisa.
Hablar... ¿realmente quisiera hablar de ello cuando el solo recordarlo me martilla el corazón?
—Lou... mi Lou me ha mentido... no cumplió su promesa y me dejara.. —parecía un niño pequeño reprochando, mis ojos se acuaron de nuevo y yo los cerré fuertemente para evitar llorar.
—Oh... —alcancé a escuchar—. A ti también...
Le mire a ver y lo encontré con la vista en sus manos enlazadas y perdido en sus pensamientos, noté como algo brillaba del borde de sus ojos y cayó rodando por su mejilla.
Sí que era estúpido, como se me pudo olvidar que estoy en un hospital y todos aquí de cierta forma están sufriendo.
—Mi novio... tenía problemas del corazón, ya estaba muy desgastado y no pudo continuar —dije bajando la cabeza, recordaba los pitidos de la máquina, a los doctores intentando reanimarlo... era doloroso.
—Te entiendo... duele recordar —secó la lágrima delatora y volvió a mirarme—. A pesar de tanto, a mí también me sigue doliendo como el primer día —yo también le mire, tenía duda sobre que estaba sufriendo y pareciese que leyó mi mente porque suspiro y siguió hablando, perdiendo su vista en algún punto de la sala.
—Hace cuatro meses, me casé con el amor de mi vida. La boda fue maravillosa, fue todo lo que pude haber soñado, pero que él estuviera a mi lado, todo lo volvía perfecto. Regresábamos de nuestra luna de miel, había cielo despejado y el sol se mostraba cálido. La carretera por la cual conducíamos era tranquila. No esperábamos que en una intersección, un auto saliera a toda velocidad impactándose directamente del lado del conductor, yo era el copiloto.
Al recordar, Nick se estremeció un poco. Pero siguió hablando.
—El accidente fue terrible, pero mi pareja logró divisar el otro carro antes del choque, se quitó su cinturón y me envolvió con su cuerpo protegiéndome. El auto cayó por un pequeño barranco. No recuerdo todo lo que pasó, todo se volvió oscuro. Cuando por fin abrí los ojos, tenía su cuerpo encima de mí, aún me abrazaba. Como puede, le busque la cara. Su expresión era de total preocupación y por su rostro corrían líneas de sangre. Le acomode para verlo, abrió un poco los ojos y me mostró una sonrisa, a pesar de todo me sonreía.
Nick sonrió de lado sin ganas.
Comenzó a llorar, pero después de unos minutos se repuso y habló tranquilamente.
—No despertó. Los múltiples golpes que recibió en la cabeza cuando caía el coche, le causaron traumas graves en el cerebro y ha estado en coma desde ese entonces. Yo salí completamente ileso, sin rasguños ni nada, todo lo recibió el cuerpo de Alan.
Le entendía perfectamente, yo también había pasado por un accidente automovilístico en donde mis padres murieron, siendo yo el único sobreviviente. Ahora comprendo aquel brillo en sus ojos, aun esperaba que su pareja despertara.
El silencio se hizo, solo se escuchaba el sonido de nuestras respiraciones. Una enfermera se acercó.
—Grimshaw
—Soy yo —contestó Nick, levantándose— ¿Sucedió algo? —se encontraba nervioso.
—El doctor quiere verlo, está en la misma habitación —y sin más, se marchó.
Nick se debatía en si ir o no.
—¿Podrías acompañarme? —me preguntó con voz temblorosa.
—No creo que yo deba...
—¿Por favor? —Nick parecía desmoronarse en aquel momento, yo solo asentí y nos dirigimos entre los pasillos hasta llegar a una puerta marcada con el número 205. Nick dudo en abrir, pero luego de respirar un par de veces, entramos.
La habitación era idéntica a la de Louis, paredes blancas, una sola ventana con cortinas del mismo color que las paredes, una cama y sobre ella, un hombre de rasgos marcados y cabellos rubios. Estaba conectado a una máquina que dibujaba picos y otra que le proporcionaba oxígeno a través de un tubo que se conectaba a una mascarilla sobre su nariz y boca, al igual que las intravenosas en su muñeca izquierda. Solo que en él había una diferencia, en la cabeza tenía vendas y pequeños parches circulares conectados a cables, algo que reconocí para medir los procesos de su cerebro.
Nick no dejó de ver en ningún momento al sujeto en la cama, se le acercó y comenzó a acomodarle los cabellos rubios despeinados. Enseguida, un hombre de bata blanca atravesó la puerta y se dirigió a Nick.
—Señor Grimshaw, han llegado nuevos resultados sobre la condición del paciente Alan Valencia y no son para nada buenas. Lamento decírselo, pero el paciente no tiene ninguna esperanza de mejora, solo estamos posponiendo lo inevitable. Lo lamento.
Nick no se inmutó a un lado de Alan, apretaba los puños a sus costados y tenía la cabeza baja.
—¿Me está diciendo que lo desconecte? —preguntó. Su voz parecía rota y en cualquier momento, las lágrimas se harían presentes.
—Lo lamento, pero es lo mejor
Nick salió de la habitación y yo le seguí dejando al doctor solo con Alan. Caminaba rápidamente sin rumbo fijo y paro bruscamente. Se llevó las manos al rostro y comenzó a sollozar. Intente consolarlo como él lo hizo conmigo y le pase un brazo por los hombros. Caminamos de esa forma hasta llegar a la sala de espera, cuando un enfermero agitado llego a nuestras espaldas.
—Señor Styles... los doctores lograron reanimar el corazón del paciente Louis...
No terminé de escucharlo, porque inmediatamente me fui corriendo a la habitación de Louis, marcada con el número 144 y sin aviso, entré en ella. Ahí había una enfermera acomodando las sabanas de Lou y un doctor que escribía en una tabla con papeles.
—¿Cómo está? —me encontraba agitado por la corta carrera.
—Estable, pudimos hacer que el corazón vuelva en marcha, pero como le dije anteriormente, ya está muy desgastado y necesita un trasplante, de lo contrario...
—No se preocupe, ya tiene a su donador
Continuará...
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Bajo la lluvia [Fic Larry]
RomancePara él, conocerlo fue lo más lindo que le ha pasado en su vida, y aún más, cuando todo comenzó en una noche de lluvia.