Una voz conocida me hizo girarme, encontrándome con Nick en la puerta.
—¿Pero qué dices, Nick? —le pregunté.
—Explíquese —ordenó el doctor.
—El paciente del cuarto 205 tiene muerte cerebral, pero sus demás órganos están en condiciones para donarse... su corazón puede ir con el joven recostado en esta camilla —su voz fue serena y sus ojos mostraban ese brillo, pero no sé por que.
—Nick, ¿estas consiente lo que estás diciendo? No puedes dar el corazón de la persona que amas solo así... —por más que quisiera que Lou se salvara, no era justo para Nick hacerlo.
—Tú escuchaste al doctor, Harry, mi Alan ya no tiene esperanza, pero tu Louis sí... es lo mejor —terminó recitando las últimas palabras del doctor.
—Pero... —me encontraba incrédulo, ¿En verdad tenía una oportunidad Louis? ¿Volvería a abrir los ojos? Aunque me sentía feliz, la imagen de Nick llorando y Alan en una cama se hacían presentes—. No necesitas hacerlo..
Nick solo negó con la cabeza. —Soy esposo del paciente de la habitación 205 y doy mi consentimiento para desconectarlo, así como para que se donen sus órganos, pero el corazón será para el paciente de la habitación 144, de los demás, dispongan de ellos —dijo dirigiéndose al doctor, este, solo lo medito un segundo antes de hablar.
—Antes que nada, se necesitan hacer pruebas para saber si son compatibles, lo cual llevaría un par de días. Solo sería cuestión de esperar los resultados
—Haga todo lo que crea necesario, doctor —terminó Nick.
Yo me encontraba metido en mis pensamientos, no noté cuando me dejaron solo en la habitación. El pitido de la máquina me volvió a la realidad, reencontrándome nuevamente con el rostro apacible de Louis.
x.x.x.x.x.x.x.
Después de tres días, llegaron los resultados de las pruebas y las cuales decían que ambos eran compatibles. Los doctores me informaron que enseguida se llevaría a cabo la operación, sería una larga y solo tenía un 50% de probabilidad de que funcionara.
Ese día, me encontraba en la sala de espera con los padres de Lou. Fueron unas eternas 48 horas.
El doctor salió diciendo que la operación fue todo un éxito y era cuestión de tiempo para que el cuerpo de Louis se adaptara al nuevo órgano. No nos dejaron verlo ese día.
Al día siguiente, ya me encontraba a primera hora de visitas, pero no hubo respuesta.
Cuando conseguí el número de Nick, le llame diciendo que la operación fue exitosa y le di infinidad de gracias por la decisión que tomó, ya que no fue fácil para el elegir entre la vida de Alan para salvar a Louis. Él solo me decía que no me preocupara y lo último que dijo antes de cortar la llamada seguía en mi cabeza: "Solo te pido que hagas feliz a su corazón." Pude entender el sentido de sus palabras, a pesar de todo, Nick seguía preocupando por la felicidad de Alan.
Un nuevo mes transcurrió.
El doctor decía que las respuestas del cuerpo de Louis eran buenas, era normal que sea lento el proceso pero que estaba dando muy buenos resultados.
Una semana más.
Estaba como de costumbre en el cuarto de Lou leyéndole. Escuché un leve quejido proveniente de él y me hizo mirarlo inmediatamente.
Comenzó a removerse un poco, se estaba a despertando.
Me levanté de mi asiento y me acerque a él. Sus ojos comenzaron a abrirse con pesadez y se encontraron con los míos, intento decir algo pero tenía la boca seca. Le acerque un vaso con agua a sus labios, dio un largo trago y me miro. Dejé el vaso en su lugar y me acerqué de nuevo.
—Hola —su voz... mierda. Al fin la escucho de nuevo, sonó un poco áspera pero era la misma que guardaba en mis pensamientos, no había cambiado. Mi corazón dio un vuelco ante tanta felicidad y no pude evitar sonreír como estúpido.
— Hola Lou, ¿Cómo estás?
— He estado mejor —sonrió. Esa sonrisa, joder, cuanto la he extrañado. Al igual que ver de nuevo esos ojos azules hermosos — ¿Qué fecha es? —preguntó desconcertado.
Cierto, ¿qué fecha era? Desde el día de la operación, dejé de contar los días. Chequé el calendario en mi celular y me empecé a reír una vez que vi la fecha. Me reí, con que así se escuchaba mi risa, ya lo había olvidado.
—¿A que no adivinas? —le dije mientras reía de nuevo.
— No lo sé, dime —sonó curioso.
— Es 22 de febrero —le sonreí.
Los ojos de Louis se abrieron enormemente y su boca formo una perfecta "O".
— Eso significa...
— Que cumplimos un año de habernos conocido —sonreí nuevamente todo lo que pude.
— De que me rescataste —él también sonrió y sus ojos se acuaron un poco.
— No, no, no, no... no llores.. —intenté consolarlo.
— Pero no tengo nada para regalarte... —se tallaba los ojos torpemente con la mano derecha.
— Claro que sí... el que abrieras los ojos de nuevo es el mejor regalo que me hayas dado... —le miré con ternura—. Pero también me cobraré mi regalo.
Acuné su rostro con mis manos y me acerqué lentamente.
Le besé.
Aquél contacto fue casto, pero explotaron en mí, miles de sensaciones y sentimientos.
Estaba de nuevo completo.
Mi corazón se agitaba por la cercanía que volvía a tener con Lou y un ruidoso pitido me hizo alejarme de nuevo.
Miramos a ver la máquina que dibujaba rápidamente picos arriba y abajo.
— Al parecer ese corazón funciona bien —le dije en tono burlesco mientras le sonreía. Lou se ruborizo hasta las orejas e intento esconderse debajo de las sabanas. Me pareció muy tierna su acción y comencé a reír. Le quité las sábanas del rostro y le di un beso en la mejilla izquierda. Pegué mi frente a la suya y cerré mis ojos.
— Tengamos un nuevo comienzo, Hazz —dijo suavemente. Me alejé para mirarlo y no pude evitar sonreír.
— Por supuesto que sí, Lou
Nos unimos nuevamente en un beso, esta vez un poco más profundo.
No me di cuenta en que momento las lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas.
Será un nuevo 22 de febrero.
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Bajo la lluvia [Fic Larry]
RomancePara él, conocerlo fue lo más lindo que le ha pasado en su vida, y aún más, cuando todo comenzó en una noche de lluvia.