Me desperté al medio día, la fiebre había bajado gracias a mi enfermero personal. Bajé para buscar algo de comer, traía un hambre horrible, no había comido en casi todo un día y mi estómago se encargaba de reclamarme. Al bajar, encontré a Lou hablando con alguien.
—Mira, tal vez no me agrades mucho, pero pondré de mi parte para que nos llevemos bien, ¿qué dices?
—Miau~
—Tú te portarás bien y no ensuciarás la casa
—Miau~
—Y si ves a un ratón, ¡Lo matas!
—Miau~
—Perfecto, ¿tienes hambre, Tigre?
—Miaaauu~
—Como aún eres un gatito, tomarás leche
Louis se volteó para ir a la cocina, el gatito que se encontraba encima de la mesita de la sala, se bajó y lo siguió. Yo también les seguí. Ví como Lou le servía al gatito leche en un pequeño plato y se agachó para dárselo, cuando este sintió el aroma de la leche, se acercó enseguida y comenzó a beber, Louis al tenerlo cerca, le acariciaba sus orejitas.
—Creo que esta vez sí estoy alucinando —al escucharme, Louis se asustó pero no dejó de acariciar al gatito.
—Puta madre que te parió, me asustaste, idiota
—Que palabras tan amorosas, Lou —le dije sarcásticamente.
—Lo siento —miró al gatito—. No es tan malo...
—¿Y qué fue esa plática en la sala? —le pregunté mientras levantaba un ceja.
—Se podría decir que fue un acuerdo de paz —se sonrojó al saber que había escuchado su pequeña conversación.
—¿Y por qué "Tigre"? —le interrogué al recordar el nombre que le puso.
— Porque... en parte es tu culpa, tú dijiste que era un tigre y al verlo bien, parece un tigre, y no se me ocurrió ningún nombre para ponerle, así que.. Tigre me gusta —me explicó.
—Fue una historia muy conmovedora, Lou -hice como que limpiaba lágrimas falsas—. No puedo dejar de llorar
—Eres un imbécil, Harry —se comenzó a reír, se detuvo cuando escuchó un ruido proveniente de mi puto estómago—¿Tienes hambre? te prepararé algo.
Minutos después y como si fuera arte de magia, me puso en frente un plato de espaguetis recién hechos. Apenas los acentó a la barra, me los fui devorando, él no se sirvió y se mantuvo muy silencioso y algo distante.
—¿No tienes hambre? —le pregunté.
—Ya desayuné.
—Entonces.. ¿qué te pasa?
—Tengo algo que decirte, te espero en la sala cuando termines.
Se levantó de la barra y salió de la cocina, me dejó intrigado, ¿sobre qué querrá hablarme?
Apenas terminé, dejé los platos en el lavabo y fui a la sala, ahí se encontraba él sentado en el sillón jugueteando con sus dedos.. oh, mierda, eso no es bueno.
—Terminé —me acomodé en el sillón junto a él— ¿Qué querías decirme?
—Harry.. no sé como decirlo, pero espero que entiendas, lo que te diré es algo que me ha estado consumiendo, literalmente, y es un poco.. malo —intentó explicarse.
—No te preocupes Lou, escucharé todo lo que tengas que decir y no hablaré hasta que termines —le dije serio.
—Aquí voy... —tomó aire—. Cuándo me encontraste en la calle, regresaba de un chequeo regular. Resulta que padezco de problemas del corazón desde que era un niño, siempre estaba en tratamientos, mis padres me trataban como si fuera de cristal, lo cual me irritaba mucho, no me dejaban hacer lo que quería, como jugar, salir con amigos, viajes escolares, practicar deportes, etcétera. Me cuidaron mucho y no me puedo quejar, me aman, siempre me explicaron que la condición que tengo es especial y no debo tomarla a la ligera. Desde que tengo memoria, he estado tomando medicamentos para controlar los latidos de mi corazón y los ataques que tenga, tú no lo has notado porque siempre fui cuidadoso de ocultártelo, tenía miedo de cómo lo tomarías cuando te enteraras. Bueno, aquella noche cuando nos conocimos, como te dije, regresaba de un chequeo regular, ese día recibí la peor noticia que me pudieran haber dado, lo cual me hizo caer en un abismo, estaba completamente en shock, solo salí del hospital y caminé sin rumbo, no regresé a mi casa porque probablemente me preguntarían como me fue y se enterarían, conociéndolos me hubieran encerrado y nunca me dejarían salir... ayer por poco lo lograron —rió, suspiró y después de unos segundos, siguió—. Aquel día, el diagnóstico fue que mi corazón ya se encontraba muy débil, los tratamientos y medicamentos solo estuvieron retrasando lo inevitable, si no recibía un trasplante de corazón, entraría en coma y luego, sufriría un paro cardíaco fulminante... Me dieron solo un año de vida.
Sentí como algo tibio recorría mis mejillas y bajaba hasta mi mandíbula para luego perderse en la tela de mi camisa.
¿Escuché bien? ¿Tal vez esté soñando? No, más bien sería una pesadilla. ¿Podrá ser cierto? ¿Lo perderé así nomás? ¿Esta vez se irá para siempre? Pero aún no le dicho que..
lo amo.
Y solo tengo un año.
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Bajo la lluvia [Fic Larry]
RomancePara él, conocerlo fue lo más lindo que le ha pasado en su vida, y aún más, cuando todo comenzó en una noche de lluvia.