Capítulo 5: Olvidar no es para cualquiera

216 27 2
                                    

No pude evitar contarle todo el episodio que viví con Gonzalo a Sofi, me escucho con toda la atención del mundo y de vez en cuando se le escapa un suspiro. Al igual que yo no tiene ni la más mínima idea de cual es el motivo que empaña su mirada pero me prometió ayudarme a descubrir que es.

Hoy empieza oficialmente mi entrenamiento para las regionales de saltos ornamentales. El entrenador Ramirez me recibe con una alegría imposible de disimular. Me presenta a todo el equipo y me pongo en acción, soy la más chica al menos por dos categorías, de todos los que compiten. Hace seis años que no piso una competencia pero el entrenador asegura que mi talento es natural. Durante el día me dijo pececito más de lo que puedo soportar, trato de hacer oídos sordos, la verdad es que me perturba y duele escuchar el apodo cariñoso que usaba mi mamá para darme aliento en un pasado que intento dejar atrás.
Al terminar la práctica vuelvo al hotel. Sofi está en la playa con las chicas, antes de ir a buscarlas decido tomar un descanso en la sala de lectura. El hotel está prácticamente desierto a esta hora y yo, no siento la mitad del cuerpo, me había olvidado el desgaste físico que produce luchar por tus sueños.

Mi sueño... eso me recuerda la charla con Gonzalo y toda la razón que tiene cuando dice que no podemos dejar algo que nos hace feliz solo para que el dolor duela menos ya que así no nos estaríamos lamentando por una cosa sino por dos. Definitivamente él no está contemplado en mi promesa de 'no más chicos' no voy a negar lo lindo que es y lo hipnótica que es su manera de cantar pero no podría mirarlo con esos ojos.

Gonzalo me recuerda a mi, a esos primeros años de vacío que me dejó la ausencia de mi mamá. Otra vez estoy pensando en ella - ¡¿es que nunca me voy a poder olvidar?! - exclamo en un tono alto, más fuerte de lo que creí. - Olvidar no es para cualquiera bebe - dijo una voz, que reconocí al instante a mi espalda, Fabri.
- Vos... Hola.
-¿Hola? ¿estás bien? ¿no me ladras, no gruñis ni gritas? - veo que acerca sus labios a mi frente como midiendo mi temperatura corporal, lo que me provoca escalofríos y me sobresalta en el sillón.
- ¿pero que haces? - termino gritando, es como si no me dejara otra opción.
- ¡Ahora si sos vos! No me vuelvas a asustar así, te hacía enferma y no me gustan los hospitales pero igual te hubiese acompañado y creeme no iría al hospital por cualquiera. Soy un amor, ni hace falta que me lo digas, de nada bebita - me guiña un ojo y sigo preguntándome cómo hace para entrar tanta arrogancia en un solo cuerpo, el tamaño de su ego necesita al menos dos o tres cuerpos más, lo único que llego a decir es:
- ¿Gracias? Supongo - lo cierto es que no sé que responderle a este engreído, insolente y hasta un poco gracioso personaje que se acomoda en el sillón al lado mío mientras dice:
- Entonces, ¿cómo es eso de que querés olvidar?
- ¿cómo es eso de que olvidar no es para cualquiera? - Retruque.
- No hablo de esas cosas bonita, contar mis mierdas no es lo mio.
- Bueno contar las mías tampoco es lo mío.
- Touche otra vez. ¿Por qué Del o Delfina?
- Porque me gusta así, punto final.
- Copiado. ¿Y que te parece Nina?
- ¿Nina? Jaja no tiene mucho que ver con mi nombre
- ¿como que no? Delfina: Del por un lado, Fina por el otro rima con Nina - me escogí de hombros - Nunca nadie me dijo así.
- Entonces a partir de hoy sos Nina para mi.
- Como quieras. - Y apuntando con el dedo en su pecho le aclare: Podes decirme como quieras porque aunque te diga que no, sé que lo vas a hacer igual. Pero quiero que te quede bien en claro que no me interesas en lo más mínimo, no me importa que seas una promesa del urban pop con tus amigos, ni tu carita de galán de feria, tu voz, tu sonrisita pícara y todas las miradas intensas que hagas no van a funcionar conmigo. No pienso caer en ninguna de tus trampas, no te idolatro, ni esta en mis planes convertirme en una de tus conquistas para un rato ¿fui clara?.
Plantándome un beso en la mejilla que me toma por sorpresa agrega: - Tranquila Nina, no vas a ser nada de eso, no me voy a burlar de vos o voy a pretender que me idolatres tampoco quiero que seas una conquista para un rato, no te veo como eso -- y acercándose más a mi oído me susurra: - no creo que sea suficiente para vos, me importas demasiado, es más creo que nadie sería lo suficientemente bueno para estar con vos. Y levantadose en un saltito, con una sonrisa que te contagia alegría por el resto del día, agregó
- Ahora move el culo de este sillón que van a servir la merienda, me muero de hambre y no pienso sentarme solo en ese comedor desierto, todavía hay muchas cosas que planeo saber de vos.
Tirándome del brazo, literalmente, llegamos al comedor y nos acomodamos al lado de un gran ventanal con vista al mar a la espera de nuestra merienda. Frutas y yogurt para mi y él se pidió de todo, parece que come por él y por sus cuatro amigos.
Retoma la conversación con una pregunta: - ¿cuál es tu historia Nina?
- No hay mucho por contar. 18 años, hija única, vivo con mi papá y no voy a seguir estudiando, el drama universitario no es lo mio.
- ¿Y la historia?
- No sé de qué historia me hablas.
- Lo que querés, lo que esperas de tu vida, lo que te llena de emoción.
- Así como a vos la música - Interrumpí
- Si, para mi la música es todo, vivir en el escenario es lo único que me interesa. ¿no sentís esa emoción con nada?
- Un triple Tuck hacia adelante - respondí con una sonrisa porque supuse que no iba entender de que estaba hablando, empecé a explicarle - es un...
- Un salto ornamental
- ¿Y vos cómo sabes?
- Mi mamá.
- ¿Tu mamá hace saltos?
- No, jajaja sería ridículo, no podría aguantar la risa. Mi mamá mira todos los deportes Olímpicos, desde chico me quemó el cerebro con eso.
- Tu mamá te quería deportista y te convertiste en artista.
- Nací para rebelarme ante el sistema, que me juzguen por eso.
- Tu rebeldía no intimida a nadie Fabri. - Abrió los ojos sorprendido.
- Es la primera vez que decís mi nombre justo ahora que casi me olvido de como me llamo, dijo con dramatismo y en forma de burla, continuó - En cuanto a mi rebeldía, no pretendo ser un revolucionario, lucho por lo que quiero, voy por mis sueños, es lo que cualquier ser humano sensato haría.
- ¿vos también crees que los sueños no se dejan de lado por nada en el mundo? Ni siquiera para que el dolor duela menos cuando sentís que no podes más? - examina mi cara pensativo pero no tarda mucho en contestar.
- Nina, el dolor es un estado en el que nosotros mismos nos posicionamos. Nadie te puede doler lo suficiente como para congelarte ahí. Es uno mismo quien decide hasta donde, cuando y cuanto te duele una situación. Es difícil, siempre cuesta, pero no se puede ser propenso al dolor constantemente. El dolor para, cuando decís basta. Cuando estás cansando de sentirte una mierda por algo que no buscaste, cuando ya no te quedan más lágrimas. Si usas esa misma intensidad en luchar por lo que te hace feliz, entonces vas a tomar la mejor decisión de tu vida, soñar y vivir para poner en marcha ese sueño te da un motivo para no volver a pensar en el dolor - lo escucho hablar en primera persona y el mensaje está más que claro, Fabri también conoce el dolor, pero no muestra ningún signo de fragilidad o sensibilidad. El dolor no sólo lo hizo fuerte sino duro también y lo llevo a aferrarse a sus sueños con mayor convicción, por cumplirlos o simplemente para no pensar en todo lo demás. Solo se me ocurre asentir en la parte que sé que mas razón tiene:
- Cuesta y no es fácil.
- No lo va a ser nunca, pero depende de vos. Escucharte hablar así del dolor y de los sueños me hizo acordar a mi amigo Gon el siempre esta hablando de... - se frenó de golpe y clavó sus ojos en los míos - ¿vos conoces a Gon?
- Conocer como se dice conocer, no.
- Pero ¿hablaron?
- Algo así. Me intriga bastante, se nota que esta pasando un momento difícil de sobrellevar.
- Ese no es tu problema.
- Tampoco para que me hables así ¿quién te pensas que sos?
- Un boludo soy. El boludo que creyó que eras diferente y no una fan más que lo único que quiere es ir por ahí interrogandonos a todos. ¿Querés que te presente a Javi? Te ahorro un paso.
- ¿Fan? ¿Javi? ¡Ah no! Vos estás muy mal ¿sabés? Primero que tenés el ego tan grande como para creer que puedo ser fan tuya y el cerebro tan chico como para pensar que pretendo meterme en sus vidas como una acosadora, psicótica. Disculpame pseudo Justin Bieber no quiero romper tu corazón ni lastimar tu ego pero no me interesas, ni vos, ni el tal Javi, ni niguno de tus amigos. En todo caso ni siquiera sé que hago perdiendo el tiempo con un narcisista como vos cuando debería estar en la playa con mis amigas.
- ¿Terminaste el monólogo Nina?
- ¡Me llamo Delfina! - digo en un grito y golpeando la mesa, ya perdí todos los estribos.
- shhh calmate no podemos hacer una escena acá.
- Jajajajaja ¿me vas a decir que te persiguen los paparazzis superestrella?
- Aunque te cause gracia, si. Y no creo que te guste verte expuesta en los portales de chismes baratos donde inventan historias sacadas de contexto. Si no lo haces por mi, hacelo por vos misma. - Por primera vez algo de lo que Fabrizio decía tenía sentido y no estaba dirigido a él mismo, era por mi, tenía que calmarme para no quedar expuesta, nunca que se sabe quien puede estar escuchando.
- Ya me calme.
- Mejor así, me voy. - Se levantó de su silla y se iba sin mirar atrás no me aguanté la pregunta, salió disparada sin poder detenerla:
- ¿Por qué te pusiste así?
- Porque olvidar no es para cualquiera Delfina, quédate con eso. Gracias por la charla.

Es la segunda vez que un integrante de esta banda me deja llena de preguntas, dudas y curiosidad a la vez. Ahora no sólo quiero saber que pasa con Gonzalo sino también descubrir a que se refiere Fabrizio con: Olvidar no es para cualquiera.
¿Qué es eso que no podes olvidar Fabri?.

Mi Casualidad Mágica #1 : En PedazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora