Capítulo 13: Mi lugar en el mundo

169 19 1
                                    

Sentados en la arena, a orillas del mar empezamos a sentir frío, me abrazo las piernas en busca de calor, Fabri no tarda en ponerse detrás mío para abrazarme y recostarme sobre su pecho.
- Se que te estás congelando preciosa, pero no quiero volver al hotel todavía, no quiero que se termine esta noche.
- En algún momento nos vamos a tener que ir y esto se va a terminar.
- Esto no se va a terminar, recién empezamos. - hace que nuestras miradas conecten agarrándome la cara, en la suya veo miedo y suplica a la vez - no te rindas tan fácil Nina, ¿me vas a abandonar en la primera noche sin intentarlo siquiera? - No se que hacer para darle seguridad a este ser tan frágil y roto. El abandono hizo estragos en su seguridad, saca todos sus miedos a la superficie y podes ver toda su debilidad flotando en el aire. Lo beso, es la única forma que encuentro para demostrarle que estoy acá, con mis miedos también, pero con la certeza de que quiero intentarlo, no me voy a rendir tan fácil como piensa, mis ganas de creer en él son más fuertes que mis miedos y los suyos juntos. Interrumpo nuestro beso para afirmar: - estoy acá, estoy con vos y no me voy a ir a ningún lado, no está en mis planes rendirme sin al menos conocerte, sin intentar lo que sea que tenemos.
- ¿lo que sea que tenemos? - me pongo colorada al instante
- es que no se que somos Fa
- solo Gon me dice así, te confieso que me gusta mucho más dicho por vos que por el. Y lo que somos, que lo decida el tiempo ¿no te parece?
- me parece lo más justo. ¿Harías algo por mi?
- después de esta noche princesa, creo que haría cualquier cosa por vos
- ¡cuanto romanticismo! Sos más sentimental de lo que te atreves a admitir
- jajaja amable, gentil y ahora sentimental. Puedo volver a la idea de pinchar todas las ruedas de los autos del estacionamiento si queres
- No, no. Nada de delitos menores en esta noche señorito. Solo quería que cantes algo para mi, si tenes ganas obvio, es que me gusta escucharte - lo admito un poco nerviosa, a la espera de su respuesta pero no dice nada y empieza a cantar suavemente
- You walked into the room
(Entraste a la habitación)
And now my heart has been stolen
(Y ahora mi corazón fue robado)
You took me back in time to when I was unbroken
(Me trajiste a la realidad cuando estaba roto)
Now you're all I want
(Ahora sos todo lo que necesito)
And I knew it from the very first moment
(Y lo supe desde el primer momento)
Can I be the one you talk about in all your stories?
(¿Podría ser yo de quien hablas en todas tus historias?)
Can I be him?
(¿Podría ser el?)
Can I be him?
(¿Podría ser el?)
Termina con esa pregunta y en mi interior nace la respuesta, claro que podría ser él. Lo beso rápidamente - Gracias por compartir esa canción conmigo, me gusta James Arthur, sus letras son perfectas- No me dice nada sobre la canción, pero me hace otra pregunta
- ¿Cuál es tu lugar en el mundo?
- Nunca me puse a pensarlo, podría decir mi casa o una pileta, pero la verdad es que no lo pensé. - lo noto algo frustrado por mi respuesta
- Mi lugar en el mundo es el escenario, pero a partir de hoy mi lugar en el mundo también va a ser esta playa, tenerte a vos en mis brazos y cantarte esa canción. Can i be him, dice todo lo que me pasa con vos. A veces puedo ser complicado, me encierro en mi mismo, trato todos los días de trabajar en eso, sé que está mal ser así. Necesito que me prometas dos cosas - solo me limito a asentir, lo dejo que siga hablando - Si algún día llego a complicar todo quiero que me prometas que te vas a acordar de este momento y vas escuchar esa canción. Este es mi verdadero yo, no soy ese caprichoso que te pelea y todo lo hace difícil.
- Esta bien, te prometo que  lo voy a recordar. ¿Y la otra promesa?
- Que cuando descubras cuál es tu lugar en el mundo sea yo el primero al que se lo cuentes.
- ¿Esperabas que diga que mi lugar en el mundo es acá en tus brazos? - me da un beso en lo alto de la cabeza mientras responde
- No, solo espero que si algún día soy tu lugar en el mundo, me lo cuentes, que salga de vos, que de verdad lo sientas, nada más que eso.
- Esta bien, lo prometo. Ahora es mejor que volvamos, es tarde, tengo arena hasta en el cerebro. Necesito una ducha y dormir. - hace un puchero que me dan ganas de construir una choza y quedarnos a vivir acá para siempre solo por complacerlo y hacerlo feliz. Nos levanta a los dos así de abrazados como estamos.
- Hora de volver a la realidad entonces. Del, no te olvides por favor, pase lo que pase y haga lo que haga, este soy yo. El de esta playa, el de esta noche, el de la canción.
- ¿el gentil, amable y romántico?
- y el que pincha las ruedas del estacionamiento también preciosa, viene con el combo.
Nos ponemos a reír como tontos mientas caminamos hasta el auto de Gonzalo. El camino vuelta al hotel es con música, agarrados de la mano, disfrutando uno de la compañía del otro, de nuestro propio silencio. La brisa del mar que entra por las ventanas, porque a pesar de que nos morimos de frío, ambos nos rehusamos a dejar de seguir sintiendo este viento de playa que reconforta, que se lleva los miedos y deja solo calma a su paso.

Mi Casualidad Mágica #1 : En PedazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora