Capítulo Extra (corregido)

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Narra Nia

Hoy es el primer día de clases de la pequeña Leah, ya tiene 3 años de edad y es una niña muy hermosa e inteligente, tiene los ojos de Víctor color miel, y los cabellos rizos como los mío, aunque ahora yo lo uso lacio.

La estoy arreglando en su habitación, no sé qué ropa ponerle porque ella dice que es una princesa y no puede ponerse cualquier ropa, elegí un pantalón negro, una camiseta rosa, un suéter gris y unas botas negras.

-Ya estás lista, y muy hermosa -dije con una sonrisa un mi rostro.

-¡no mamá! las princesas sólo usan vestido, yo soy una princesa -dijo Leah cruzándose de brazos.

-Tu eres una princesa Leah, mi princesa, pero tienes que entender que las princesas del siglo XXI visten con pantalones.

-ok, ¿porque no me lo habías dicho, mami?

-Porque no me dejabas opinar.

-bueno me quedo con los pantalones pero la camiseta la quiero violeta, sabes que no me gusta el rosa. (sus palabras son muy estropeadas y sin cuidado, pero soy su madre y la entiendo a la perfección)

-ok Leah está bien.

*****

-¿Quien es la princesa de papi? -dijo Víctor cuando bajamos a desayunar.

-¡yo soy la princesa de papi!-dijo Leah riendo.

-¿Estás preparada para tu primer día de clases?

-¡sii yupi soy una niña grande!

-No, eres una bebé, y recuerda que tienes que estar con las niñas, porque los niños son muy desordenados y huelen feo -dijo Víctor muy serio

-Los niños son sucios, por eso no juego con ellos, y tampoco son mis amigos -dijo Leah con cara de asco.

-No Leah, tienes que hablar con los niños, porque no son sucios, y tu también tienes que jugar con los niños, no te quiero escuchar decir eso, ok -dije sin quitarle la mirada.

-Está bien mami -dijo sonriendo.

-Y usted -dije apuntando a Víctor con en dedo.

-¿Quién yo? - dijo Víctor.

-Si, usted mismo, no le vuelva a decir esas cosas a mi niña, porque las princesas tienen que jugar con los príncipes -dije sonriendo.

-Ok lo que usted diga señora.

-Si me vuelves a decir señora te quedas sin cenar, y sabes de qué estoy hablando -dije fingiendo enojo.

-No por favor, todo menos eso, ese es el peor castigo que me puedes dar, no voy a aguantar verte en pijama -dijo en súplica.

-Mami no hace la cena en pijama, además tu no cenas siempre, así que no es un castigo - dijo Leah sin entender y Víctor y yo empezamos a reír como locos -no los entiendo.

-Yo te puedo decir, es que tu madre es tan sexi cuando tiene pijama -dijo Víctor riendo.

-¿Que es sesi? -preguntó Leah.

-Es cuando...

-Es cuando me pongo maquillaje -dije interrumpiendo.

-yo quiero estar sesi, mami - dijo Leah riendo con emocion.

-Eso ni lo pienses -dijo Víctor serio, yo empecé a reír y Leah me siguió la risa.

*****

Ya es de noche y terminamos de cenar, Leah fue a su habitación a dormir. cuando llegó de la escuela me dijo que conoció a una niña llamada Alexis, dice que le cayó muy bien y que puede ser que sean muy buenas amigas, también conoció a un niño llamado Carlos que es muy popular porque es muy bonito según Alexis, porque ella lo encuentra igual de feo que los otros.

Entre a mi habitación después de lavar los platos, y me encontré a Víctor recostado en la cama, me puse una pijama muy sexi, cuenta de unas bragas de encaje color rojo y una blusa sin manga también de encaje y del mismo color, me acosté en la cama y no tuve que esperar mucho para que Víctor este sobre mi.

-Eres hermosa Nia, y más con esta pijama sabes como me pongo -dijo Víctor con una sonrisa pícara.

-Tu también eres hermoso, y me encanta verte asi, pareces un chico malo -dije mordiendo mi labio.

-Te amo Nia.

-Yo también te amo Víctor.

Víctor unió nuestros labios en un beso, que empezó suave, pero que con cada segundo subía de intensidad, pasaba mis manos por su espalda bien definida, mientras el subía mi blusa y dejaba un camino de besos en mi hombro, nuestra respiración ya estaba agitada, y nuestros corazones acelerados, como pudo Víctor me sacó la blusa, quedando solo en bragas, ahora sus besos bajaron a mis pechos.

Cuando Víctor volvió a besar mis labios, escuchamos la puerta de la habitación abrirse, como pudo Víctor se bajó de encima de mi, cuando mire en dirección a la puerta, Leah tenía los ojos como platos.

-¿Que están haciendo? -preguntó Leah en un susurro.

-Cosas de adultos - dijo Víctor.

-Nada mi amor, ¿que tienes? -pregunté poniéndome mi blusa.

-No puedo dormir.

-Ven aquí bebé -dije ayudándola a subir a la cama.

-No es posible, ¿me dejaras así de caliente? -dijo Víctor muy serio.

-¿como así papi?

-no le hagas caso mi amor, tu papi está loco.

-Yo no estoy loco, y te duermes que te voy a llevar a tu habitación a dormir, porque no puedo dejar de trabajar, y más en este estado.

-¿Estaban trabajando a esta hora? -preguntó Leah.

-Si, y ya basta de preguntas a dormir -dijo Víctor recostandose en la cama y moviéndose incómodo, sé que está así por su erección.

Después de un rato, me levanté de la cama y tomé a Leah en brazos, la lleve a su habitación y cuando volví a mi habitación Víctor estaba desesperado, no espero que me acostara, me agarró y empezó a besarme cosa que no evite, pero sonreí en el beso.

-Estas muy ansioso -dije riendo.

-No te burles sabes que me pones así, y para la próxima tenemos que poner seguro en la puerta -dijo sin dejar de besar mi cuello.

Yo reí y lo dejé hacerme suya, porque de esta forma nos completamos.

Un Giro Inesperado (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora