Ignore ➳Y.jy y P.jm

Cap 10: Jihyo

[Felices fiestas]
[Lamento haberme tardado tanto]

Un novio perfecto, calificaciones perfectas, empresa perfecta, visual perfecto y familia perfecta.

La vida de Yoo Jeongyeon era perfecta. 

O al menos, eso era lo que intentaba demostrar al afuera. Y me tomó bastante tiempo notar que la realidad, tan cruel como siempre, estaba bastante distanciada de la perfección.

Para mí, para ella y para cada uno que habita en este mundo.

Su sonrisa, que siempre se mostraba tan gigante y brillante, era opacada por sus pensamientos. Esos pensamientos que pocas veces dejó salir al exterior.

Por eso, me temí lo peor al recibir una llamada de nuestro manager diciendo que ella se encontraba en el hospital.
Mis piernas flaquearon y mi mente, en acto reflejo, me recordó aquellas veces en las que depositando su confianza en mí me contó de sus temores.

¿Acaso hizo lo que ya había intentado tiempo atrás?

Me di cuenta que no fui la única en imaginarlo, Nayeon se desmayó.

  Nosotras tres siempre estuvimos juntas, como esa familia que siempre soñamos pero no tuvimos la suerte de tener.

Las veces que nos abrazamos, nos consolamos y lloramos juntas han sido tantas... Siempre que caíamos, fuera cual fuera, eran dos las manos extendidas que teníamos para levantarnos.

Nuestras vidas no fueron fáciles, y ahora sé que ninguna vida lo es. Pero aún con todo en contra, aún cuando el rechazo era nuestro día a día, siempre nos mantuvimos juntas.

Y por eso, jamás podré enojarme con Dios, no luego de las hermanas que me dió. Todo lo que pasé, lo volvería a pasar sin lugar a dudas si fuera necesario para seguir estando juntas las tres.

Yo, que vivía con mi madre, una mujer que apenas recordaba mi nombre. Aunque sí tenía gran memoria para los números de sus clientes, sobre todo el de los casados, eran sus preferidos.

Pero al menos si recordaba los sobrenombres que me ponía. ¿Sus favoritos? "PiggHyo" y "Bola de grasa"

Me hubiera gustado que también pudiera recordar cuál de sus clientes la "ayudó" en mi aparición...

Nayeon, que parecía tener todo lo que una adolescente pudiera desear: Dinero, belleza, una fila de pretendientes guapos y fama incluso antes de entrar en la empresa.

Pero, ¿De qué consuelo es ese cuando desde los 5 años tus padres te dejan sola en casa por viajes de trabajo? O con sirvientas que cambiaban cada corto plazo de tiempo por las aventuras de tu padre.

Fiestas de cumpleaños, graduaciones, navidades y días importantes para ella... Pasándolo con desconocidas.

Si antes los veía solo 2 veces al año, luego de que se separen, ya no tuvo más contacto directo. Solo con sus secretarios y el dinero que le enviaban.

Y finalmente Jeongyeon.

Yoo Jeongyeon, ¿Por dónde empezar?

Cuando la conocí ella ya era amiga de Nayeon y la verdad fue que sentí envidia al notar su impecable vida.

Todos podían notar que a pesar de que siempre era tan positiva y llena de energía, cuando se la veía plenamente feliz era al estar cerca de ese niño de cachetes y baja estatura.

Feliz.

¿Realmente lo era? Cuando al fin conocí a esa chica que encerraba dentro de esa carcasa indestructible, sentí angustia y unas ganas inmensas de protegerla.

Es que, si bien las tres habíamos sufrido. Jeongyeon era la única que cargaba con eso fingiendo que no le importaba, para no preocupar a nadie. Incluso cuando quienes debían preocuparse no lo hicieron.

Sus padres. El señor Yoo Chang Joon y la señora Lee Soo Bin.