U.L.P.C. -XII-

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-Sabes, ya que estas pidiendo un favor deberías decir un hola, un gracias o un por favor, por ejemplo, digo yo, eh.-dije mientras me acomodaba en la cama matrimonial, pero perfectamente podrían caber otras ocho personas más ahí.

-Soy el Alfa, no necesito hacer eso.-dijo como si fuese lo más obvio del mundo mientras se estiraba en la cama a mi lado.

-Eso no tiene nada que ver, tu gente seguramente apreciaría saber que tú también les respetas.-dije mientras agarraba su móvil para empezar a jugar al nuevo juego que me descargue en el.

-Ellos ya saben que les respeto.-dijo él.

-¿Eso crees?- pregunte alzando una ceja.-Yo lo que veo es que te temen, claramente, eres uno de los Alfas más poderosos. Pero el miedo hace que la gente traicione, pero el amor hace que el temor que te tengan sea diferente, ya que el miedo que sienten por ti, sería el de decepcionarte.-dije concentrándome nuevamente en el juego.

-¿Sabes?-empezó a decir Adam mientras se acercaba lentamente,-creo que serás una Luna magnifica.-dijo dándome un beso fugaz en la frente lo que hizo que se me erizara cada bello del cuerpo.

-El doctor ya está aquí.-dijo Adam levantándose de la cama.

Me reincorpore sentándome en el borde de la cama esperando al doctor, lo conocí el día que me trajeron aquí, ya que me desmaye, lo sé, no la fue la mejor impresión que di de mi misma ya que todo el clan estaba presente. Pero eso ya es pasado.

-Hola Kendrick-dije al hombre de mediana edad con la bata blanca que le hacía juego con su melena.

-¿Qué tal te encuentras Anna?-preguntó éste examinando mi tobillo.

-Bueno, ahora no duele taaaaanto como hace unos minutos.-dije mientras él me movía el tobillo.

-La buena noticia es que no está roto, pero parece que es un leve esguince.-dijo sonriéndome mientras ponía mi pierna en la cama,

Adam no estaba aquí ya que recibió una llamada, y me parece más que bien que no este, ya que es demasiado celoso y sobreprotector.

-¿Ya habéis terminado?-dijo Adam entrando a la habitación mientras miraba como Kendrick hacia los últimos retoces con el vendaje alrededor de mi tobillo.

-Si Alfa Adam,-dijo dándome una sonrisa.

Sacó unas pastillas de la pequeña maleta que traía con él y me las dio.

Tomate una cada ocho horas durante una semana para que te cures más rápido y la inflamación reduzca.-dijo mientras recogía sus cosas y se dirigía hacia la puerta.

Continuara...

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Una Luna poco común.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora