Punto de Vista de Adam.
Mientras miraba a mis hombres desde la ventana un olor a sangre entro por mis fosas nasales, específicamente la de Anna, al girarme vi como caía en cámara lenta, pero antes de que su cabeza chocase contra el suelo, mi padre se la había sujetado.
-Por poco.-dijo Alex, mi padre, antes de que los ojos de Anna se cerrasen por completo.
La pusimos en nuestra cama, justo cuando el doctor entro. Mi miro con los ojos entrecerrados al ver mi mate tendida en la cama, no me dirigió la palabra y se puso manos a la obra para que Anna dejase de sangrar.
-¡Como has podido perder el control de esta forma!-grito mi padre.
No respondí, me quede callado. ¿Debería contarles sobre sus pesadillas?
-Las heridas no son tan profundas como parecen-dijo Kendrick, el doctor del clan.- con el mejunje que le he puesto y las pastillas del otro día las heridas se curaran en un par de días. Que se lave bien y con cuidado, así no quedaran cicatrices tan notorias.-dijo sin mirarme, estaba enfadado conmigo, y no le iba a reprocharle por ello, ya que yo tambien estoy enfadado conmigo mismo.
-¿Qué pasó para que te enfadaras de esa manera?-pregunto John mi beta, mi mano derecha y que es la pareja de Cristal.
Nuevamente no hubo respuesta de mi parte.
-No puedes volver a perder de esta forma el control.-dijo James, uno de mis mejores guerreros.
-James tiene razón Alfa, si pierdes el control de esa forma y nuestra luna está cerca podría haber un final no muy feliz.-dijo Max, el rastreadores del clan.-y ya sabe a lo que me refiero. No me importa si eres el alfa, pero nadie puede dañar a Luna, ella es tan importante como tú para que este clan sobreviva y siga a flote.
-Lo se.-por fin hablé.-Cuando despierte os explicaremos todo.-dije sentándome al lado de mi inconsciente esposa.
-¿No puedes hablar ahora?-insistió mi padre.
-Nos iremos de viaje.-dije ignorando la pregunta de mi padre.-Unos días, hacia el norte.-termine por decir.
-¿Hacia el norte? esas son tierras peligrosas.-advirtió Kendrick.- ahí están esas tres.-dijo mientras ponía un termómetro en la axila de Anna.
-Necesito su ayuda.-dije apoyando mi cabeza en el cabecero de la cama mientras que me masajeaba la cien con las yemas de los dedos.
-¿Qué está pasando?-pregunto mi beta.-Que sepas que Cristal y tu madre están por las paredes desde que soltaste ese gruñido.
-Lo sé, me está doliendo la cabeza de tenerlas bloqueadas. Decidles que se callen.-dije poniendo un brazo encima de mis ojos.
Mi rastreador y guerrero se sentaron en el pequeño sofá que teníamos en al pie de la cama, papa y John están de pie junto a Kendrick inquietos por saber más.
-Creo que estamos en problemas.-dije sin mirar a ninguno en concreto.-Y Anna en peligro.
-¿Por qué dices eso?-dijeron Papa y John al mismo tiempo.
-Por eso necesito ir al norte, quiero averiguar si mis especulaciones son ciertas, necesito hablar con ellas.
-Iré contigo-dijo James y John a la vez.
-No, tu John te necesito aquí, y James, tu igual, necesito que entrenes a todo aquel que pueda hacerlo. Espero estar en lo equivocado, pero mejor prevenir que curar.
-Se acerca una guerra.-dijimos papa y yo al mismo tiempo.
Después de un par de horas discutiendo nuestras tácticas y aliados, Anna empezó a removerse en la cama, otra vez está teniendo una pesadilla. Me acerque a ella para despertarla, poco después los gritos de Anna era lo único que se escuchaba, ya que los demás estaban quietos sin saber qué hacer.
Continuara...
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Una Luna poco común.
Manusia Serigala(en edición) Una muchacha de 22 años, que goza de una hermosa tez blanca como porcelana, ojos verde esmeralda y el pelo negro ceniza, tiene que entender el nuevo mundo en el que se encuentra, para así poder ser la Luna que todos desean seguir y ad...