-Tenemos que ir a visitar a las hermanas Araxta- me decía mientras acariciaba con una mano mi espalda.
Yo tenía palabras, seguía pensando en esa criatura, aun sentía su lengua por todo mi cuerpo, era asqueroso, quería irme, darme un ducha y quitarme esta sensación.
-Quiero irme de aquí.-decía mientras me levantaba del regazo de Adam dirigiéndome bosque adentro.
-Espera Anna, no puedes ir por el bosque tú sola.- decía empezando a recoger todo con súper velocidad y en menos de treinta segundos ya está caminando junto a mí.
No tenía ganas de hablar con nadie, así que el camino fue silencioso, un silencio cómodo, un silencio necesario.
Sin darme cuenta Adam ya estaba abriendo la puerta de la casa, entramos y fui directa al baño de nuestra habitación.
Cerré la puerta con el pestillo, encendí el grifo de la bañera y me destripe de la ropa que llevaba puesta. Mirando al espejo encontré unas marcas rojas por donde paso su lengua, ¿no fue un sueño?
Sin darme cuenta las lágrimas empezaron a correr por mi rostro, no me sentía segura, no quería estar aquí. ¿Esa cosa me perseguirá por todas partes? ¿Qué es eso de que soy suya?
Me gire al sentir agua en mis pies, se había desparramado de la bañera, ¿Cuánto tiempo estuve observándome?
Apague el grifo rápidamente y me metí en ella, el agua está bastante caliente, pero se sentía bien, la sensación de esa sombra en mi está desapareciendo. Bien.
Mi piel estaba cogiendo un tono rosado por la alta temperatura del agua. Busque con la mirada la esponja para el cuerpo y el gel de ducha, pero no lo encontré, así que me recosté de nuevo en la bañera intentando dejar mi mente en blanco.
Unos toques en la puerta me despertaron, por lo visto me había dormido.
-Anna.-dijo Adam en un susurro.-voy a entrar.-dijo sin esperar respuesta alguna.
Entro con un par de cosas en mano, pude divisar una esponja y unos aceites.
-Te ayudaran a relajarte.-dijo poniendo unas gotas de un pequeño frasco de cristal.
El baño se impregnó rápidamente de olor a jazmín. El agua se tornó de un muy claro rosado.
-¿Cómo te sientes?-pregunto mientras que sumergía la esponja en el agua de la bañera.
-Cansada.-dije cerrando los ojos.
Escuche como habría un frasco seguidamente de un "bloop" seguramente puso algo en la esponja.
-Dime viste en las pesadillas Anna, si no me lo dices no poder ayudarte.-dijo mientras me agarraba una de mis piernas y pasaba la esponja por ella, enjabonándola mientras que con la otra la masajeaba.
-No sé qué decirte.-dije mientras comprimía un pequeño gemido por el masaje.
-¿Alguna vez has pisto en la vida real lo que pasa en tu pesadilla?-dijo el mientras que agarraba la otra pierna.
-No...-dije en un susurro.-pero la misma pesadilla parece tan real...-dije mientras le pasaba mi brazo para que lo enjabonase.
-¿En las pesadillas te ha hablado?-dijo el mientras se ponía de rodillas al lado de mi rostros para estar cara a cara.
-Si...-dije con los ojos llorosos, no quería recordar, no quería revivir la pesadilla.
-¿Qué te dijo amor?-dijo Adam acariciándome los hombros y el cuello.
-Dijo que nadie vendría a ayudarme, que nadie le interrumpiría esta vez...que...-el nudo de la garganta impidió que continuara.
-¿Que, qué?-dijo para que continuase lo que estaba diciendo.
Él se tensó un poco esperando a que yo prosiguiera.
-Dijo que yo...era suya.- termine por decir.
Adam al escuchar eso...
Continuara...
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Una Luna poco común.
Manusia Serigala(en edición) Una muchacha de 22 años, que goza de una hermosa tez blanca como porcelana, ojos verde esmeralda y el pelo negro ceniza, tiene que entender el nuevo mundo en el que se encuentra, para así poder ser la Luna que todos desean seguir y ad...
