U.L.P.C. -XIV-

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La luz que se filtraba por las cortinas me despertó, y el viento que las atravesaba hizo que mi llamada de la naturaleza despertara.

Al intentar levantarme para dirigirme al baño encontré dos enormes brazos sujetándome por la cintura, intente salir de su agarre sin despertarle pero era imposible, cada vez que me apartaba un centímetro el apretaba más el agarre.

-Deja de moverte, aún es muy temprano.-dijo Adam con su voz grabe matutina.

-Tengo que ir al baño.-susurre.-no puedo más-añadí para hacerle entender que realmente tenía que ir.

-Pff...-resopló.- vale pero vuelve rápido.-dijo soltándome.

Entre al baño e hice mis necesidades. Al lavarme las manos me percate de las ojeras que tenía debajo los ojos, resaltaban más de lo normal.

Y que mi cara estuviese más pálida de lo normal no ayudaba, me lavé los dientes y mi rostro, el agua fría hizo que despertara por completo.

Seguí pálida, no quería salir del baño así, Adam comenzara a preocuparse, así que hizo lo que cualquier persona haría. Pellizcarme los mofletes para coger un poco de color.

Estaba contenta con el resultado, ahora tenía un poco de color en la cara, así que salí del baño y me dirigí de nuevo a la cama, al entrar a la habitación encontré a una Adam recostado boca arriba con el torso desnudo.

Oh dios mio, dame paciencia que si me das fuerzas me tiro encima suyo.

-Estoy pensando seriamente en comprar una cámara.-dijo él quitando el brazo que tenía apoyado en los ojos.

-No te estaba mirando, solo pensaba.-

-¿No me mirabas? Solo me violabas con la mirada.-dijo con una sonrisa de lado.

-¡Cállate!-dije estirándome en la cama mientras le daba un ligero golpe en el pecho.

-Vale, no me mirabas-dijo mientras se reía a lo bajini.-solo me chequeabas.-dijo soltando la risa por completo.

-¡Que no! Te digo, solo pensaba y ¿dio la casualidad que estas en la dirección en la que pensaba?-dije

-¿Me lo estas preguntando?-dijo una vez calmado de la risa.

-¿Te lo digo?-dije.

-¿Eh?-dijo el confundido.

Eso hizo que estalláramos de risa al punto que tenía lágrimas recorriendo mi rostro. Una vez calmados nos miramos a los ojos por unos segundos y cuanto más pasaba el tiempo sujetándonos la mirada más se acerba el rostro de Adam al mio.

Continuara...

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Una Luna poco común.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora